CAPÍTULO 4

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Anaut

Segunda sesión.

Nos quedamos mirando fijamente, frente a frente. Debo admitir que Silvia lucía espléndida hoy con su cabello suelto, frunzo mi ceño al notar que lleva una vestimenta un poco diferente a la que usa en el club.

Debes ir a un lugar? - pregunto de la nada para romper un poco el silencio, ella me mira sin comprender nada de lo que hablaba al mirar su atuendo y ella asiente con la cabeza.

Iré junto a otra persona - dice con un tono suave y asiento en silencio. 

Ella nunca se fijaría en un paciente, Anaut.

Vinimos a hablar de ti ¿Recuerdas? Tenemos una hora para hacerlo, mi otro paciente me espera  - habla.

Es hombre? - cuestiono asombrado y ella asiente, hago una mueca en los labios ¿Porqué me siento celoso al saber que Silvia se va junto a otros pacientes? Sacudo mi cabeza y me levanto de la silla.

Terminamos la sesión por hoy - hablo con un tono serio, me doy la vuelta para salir de la sala de reuniones, escucho la voz de la doctora, ella me llama pero yo le ignoro completamente, solo sigo mi camino hasta mi habitación para no hablar con nadie, me encierro por completo y me acuesto en la cama, suspiro frustrado, me rasco mi nuca y tapo mi rostro.

¿Que estoy haciendo de mi vida? Dije que iba a ser todo lo posible para que no me afecte nada pero al final no estoy siendo de mucha ayuda.

Horas más tarde...

Me quedé encerrado en mi habitación, no me puedo sacar de la cabeza a la psicóloga ¿Por qué? Tengo varias cosas en mente pero ninguno me cabe en la cabeza.

No puede gustarme una chica. No puedo estar con una mujer con ella, tengo que irme de aquí lo más pronto posible pero ¿Dónde, dónde me puedo ir?

Escucho que tocan la puerta de la habitación varias veces, no quiero levantarme de la cama, siento que no es necesario hacerlo.

Tío Anaut - me llama el hijo de Ezosi.

Que pasa? - pregunto sin abrir la puerta.

Quieres jugar conmigo? - pregunta y me levanto de la cama, abro la puerta al estar cerca.

Que jugamos? - cuestiono interesado, hace una risita y entrecierro los ojos.

Que hiciste, Alton? - interrogo. El iba a responder pero escuchamos el grito de su mamá llamándolo.

Dónde estás, Alton Megalos - habla su mamá enojada, mi sobrino abre sus ojos con temor y suspiro.

Que hiciste? - repito mi pregunta y se pone nervioso.

Sin querer derrame la leche en toda la cocina, hoy despierte muy temprano de mi siesta y quería comer algo,  papá y mamá no estaban quise hacer solo mi desayuno - me explica con rapidez.

Que niño tan inocente.

Porque no explicas eso a tu mamá? - pregunto pero niega con la cabeza.

Ella siempre me reta por todo - dice triste y con la cabeza baja, suspiro, me pongo en cuclillas para estar en su altura.

Te reta porque te quiere, los padres siempre están para tí, Alton. Debes aprovechar que ellos están aquí y te están enseñando todo lo que está mal y lo que está bien. Irás junto a ella, le explicarás todo lo que sucedió y sin ninguna duda ¿De acuerdo? - hablo con suavidad tratando de que el entienda lo que he dicho.

Está bien, Tío Anaut - dice con una sonrisa y asiente mientras me abraza por unos según, luego se aleja de mi, se da la vuelta y corre hasta donde está su mamá.

Espero que Alton algún día entienda todo lo que sus padres por él, porque yo nunca darme cuenta hasta que los perdí.

****

Continuará....

Anaut celoso apareció.

¡Nos leemos el próximo viernes!

Cruel Atracción (#2 MC W.K.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora