Capítulo 23

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Han pasado meses desde que mis aliados y yo creamos esta nueva armada, haciendo misiones en lugares que nadie más iría, con pueblos que fueron defraudados por su gobierno, a veces tengo sueños con esos tipos shadows, se sienten desesperados, creen que yo les debo algo, cuando la verdad no los necesito, no quiero probar nada, solo hago lo correcto, sin embargo, no puedo dejar de pensar en mi hogar, de vez en cuando lo extraño, más que nada por mi hermana, un poco por mi hermano, pero debo dejar a mis seres queridos para hacer esto.

Debo decir que ahora me siento más tranquilo, incluso tengo una buena amiga, de hecho viene justo ahora, está sonriendo, así que debe estar feliz por algo.

-¿Ahora en qué piensas?- Pregunta ella.

-No en mucho, creo que estamos salvando a los que podemos- Contesto yo mientras camino con ella.

-Esta aldea que has creado cada vez se hace más grande, en una semana ya podríamos considerarla una ciudad independiente- Dice ella, en un principio lo tomo como broma, pero su cara es seria, no bromeaba, lo dice de verdad.

-No sé, creo que en algun punto el Reino va a querer confrontarnos.

-Y estaremos listos, no te desanimes, has logrado bastante.

-Todos hemos contribuido de alguna manera.- Le respondo, porque de haber estado solo, jamás habría logrado todo esto.

-¿Sabes? Creo que hay una chica en el bar a la que le gustas.

-¿Qué?

-¿Te pusiste rojo?

-Para nada, pero ...

-Sí, hablo de esa chica, la que salvaste de esos elfos oscuros, han sido un dolor de cabeza este último mes.- Dice ella.

No tiene mucho que salvamos a unos refugiados que vivían en una caverna, habían elfos oscuros que querían hacerle daño, esa gente tiene empleo aquí, aunque no es muy necesario, nosotros les traemos recursos, pero claramente a veces quieren sus lujos.

-Deberías ir a verla, creo que harían una linda pareja.

-No pienso mucho en eso.

-Mejor di que te da verguenza.

-No me da verguenza.

-Lo que tu digas.

Detesto que se burlen de mí, así que me voy al bar, ahí me atiende una linda mujer, su cabello es de color azul oscuro, sus ojos de color negro y su piel es un tanto blanca, no mucho, ella al mirarme muestra una sonrisa.

-¿Te sirvo lo de siempre?

-Claro, veo que le ha ido bien al lugar.

-Un poco, ya no tengo que hacer todo yo sola, ya tengo mis propios empleados.

-Me alegro por ti, a mi también me ha ido bien con ... ya sabes.

Ella se alegra bastante, seguimos charlando un buen rato, después de una hora me despido de ella y salgo, regreso a la Iglesia donde me hospedo, ahí veo el mapa de todo el Reino, planeo en un mes ir a la Frontera, que parece ser que es de las ciudades que más se ha desarrollado en varios aspectos.

Voy a ir a una aventura, pues parece ser que ciertos grupos remanentes del Rey Demonio quieren ganar territorio, planear revivir a su gran amo, tengo que detenerlos y de seguro los grandes dioses deben estar ocupados siendo unos pendejos en lugar de proteger a la gente que gobierna, mi querida amiga paladin me acompañará junto a tres soldados más que han demostrado ser más que eficiente, solo haremos reconocimiento y calcularemos su nivel de amenaza; si es necesario llamaré a más tropas.

Goblin Slayer: LeyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora