The Asylum | Twice FF | TRADUCCIÓN

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❝¿Cómo puedes arreglar algo cuando ni siquiera sabes qué está roto?❞

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T/n POV

"Bienvenida de vuelta, Doctora T/a." La voz de la mujer de la computadora habló mientras cerraba la gran puerta de acero. Caminé por los pasillos saludando a otras guardias mientras ellas me devolvían el saludo.

Llegué a la primera habitación mientras tarareaba mirando alrededor.

"¿No hay registro matutino?" Murmuré mientras dejaba las bolsas de papel para abrir la puerta cuando alguien la abrió por mí.

"Sí, la verdad es sorprendente." Una guardia habló mientras yo asentía.

"Ya veo, gracias." Sonreí antes de entrar a la habitación de Nayeon para verla limpiando al lado de su escritorio mientras yo tarareaba confundida. Entré a la habitación de cristal mientras ella elevaba su mirada para verme.

"¿Oh? ¡Estás aquí!" Ella exclamó saltando hacia mí mientras yo sonreía y asentía antes de colocar las bolsas de papel y plástico en el suelo. Me ayudó a bajarlas mientras ella miraba dentro. "¿Qué es esto? ¿Oh? ¿Regalos?" Preguntó.

"¡Yep!" Sonreí mientras sacaba un conejo de peluche antes de entregárselo mientras sus ojos brillaban antes de abrazarlo.

"¡Gracias!" Sonrió oliendo el peluche. "Tus amigas deben ser muy afortunadas de tenerte como amiga.." Ella rió lentamente.

"¿A qué te refieres?" Reí entre dientes mientras nos sentábamos en su cama.

"Quiero decir.." Se detuvo. "¿Le das regalos a menudo a tus amigas?" Ella preguntó mientras yo elevaba una ceja.

"Ahora que lo mencionas.. sí, lo hago." Sonreí mientras ella fruncía el ceño.

"¿Por qué?" Ella dijo. "¿Por qué? Son solo tus amigas.. ¿por qué molestarse?" Añadió mientras yo reía.

"¿Hm? ¿No quieres hacer eso también con tus amigas?" Pregunté mientras ella agitaba su cabeza rápidamente. "Bueno.." Me detuve. "No hay nada de malo con ser un poco generosa, ¿cierto?" Sonreí mientras ella se congelaba.

. . .

"Les doy regalos porque quiero hacerlo, Nayeonie." Dejé salir una risita mientras ella lentamente bajaba su mirada. "Y la verdad es que se siente bien hacer feliz a alguien." Añadí mientras ella elevaba su mirada hacia mí de nuevo.

"¿Se siente bien hacer feliz a alguien?" Ella preguntó mientras yo tarareaba y asentía.

"¿Hm? ¿También quieres sentirlo?" Reí dulcemente mientras ella me miraba fijamente.

"No.." Ella rió amargamente mirando su peluche de conejo. "Pero.." Ella se detuvo mientras yo elevaba una ceja. "Ya me siento genial viéndote feliz." Ella me miró mientras sus ojos brillaban.

'Incluso si no soy la razón detrás de ella..' La chica conejo pensó.

. . .

. . .

"¡Oh sí! ¡Y también!"

Salí de mis pensamientos encontrando un libro de colores justo delante de mí mientras me estremecía y me inclinaba hacia atrás para ver con claridad.