Las ventajas de salir con un chico [YeonBin]

Capítulo dos: de romanticismo.

—¿Aún te sientes mal por lo de Wooyoung y San? —le preguntó Soobin a Yeonjun.

El mayor apoyó sus codos en la mesa y acercó sus labios al pitillo de su café americano frío, tomó un largo sorbo y luego de eso hizo una mueca con sus labios. Era algo parecido a un puchero. Su mirada se dirigió a su hermano mayor, quien estaba atendiendo a algunas personas que hacían fila en la caja para comprar probablemente un café y algo para acompañarlo; porque ¿Qué más se compraría en una cafetería?

—No lo sé —dijo luego de haber pensado en todo y nada al mismo tiempo—. Me siento un poco inmaduro.

—Lo estás siendo.

—Auch —colocó su mano en le corazón fingiendo que le hirió exageradamente lo que le dijo su mejor amigo. Soobin soltó una pequeña risa—. Realmente estoy consciente de que si ellos están juntos no tengo por qué meterme —dijo.

—Eso es verdad —contestó Soobin y le dio una pequeña mordida a su galleta recubierta de glaseado de color rojo.

—Y... hasta hacen bonita pareja —dijo con una sonrisa a medias—. De todos modos, Wooyoung siempre me dijo que me ve como un hermano pequeño. No debí ilusionarme así —confesó.

—Eso es cierto —le dijo Soobin—. Me alegra mucho que por fin estés aceptando las cosas con la madurez que ameritan, Yeonjunnie hyung —añadió sonriéndole.

—¿Tu crees? Digo, ayer lloré toda la tarde abrazado a ti mientras jugábamos videojuegos y maldecía a mi hermano mayor —recordó y una carcajada pequeña escapó de sus labios.

La suave y alegre melodía compuesta por la risa de Yeonjun llegó hasta los oídos de Soobin y le hizo sonreír.

—Lo bueno es que ahora estás viendo las cosas con más claridad —le felicitó agarrando su mano con cariño—. En un futuro, tal vez no tan lejano, podrás encontrar a alguien que te complemente; así como Wooyoung con Sannie hyung —agregó.

—Lo sé... —la campana de la cafetería sonó, indicando que alguien entraba. Casi por inercia, Yeonjun volteó hacia la entrada y la presencia de Wooyoung iluminó todo el local—. Sería todo un sueño.

Llevaba su cabello -ahora negro- perfectamente arreglado con unas pequeñas ondas al final. Su chaqueta color camel conjugaba a la perfección con sus zapatos café y la camiseta blanca que llevaba puesta. Definitivamente se veía muy guapo.

Todo pareció sacado de una película cuando caminó adentrándose en el lugar, se acercó a Choi San para dejar un beso en sus labios y que el mayor acariciase su cintura y luego se separasen ambos con una sonrisa. Aquello fue visto por todos los clientes, la mayoría sonreía por el cálido ambiente que daban; por otro lado estaba Yeonjun, quien rodaba los ojos con una pisca de fastidio.

—Sí, definitivamente un sueño —repitió el peli-rosa soltando un bufido.

—No te pongas de mal humor por ellos, hyung —le dijo Soobin—. Ellos no están haciendo nada en tu contra.