Las ventajas de salir con un chico [YeonBin]

Capítulo catorce: de recuerdos.

✒️Este capítulo no va en orden cronológico referente a los demás, se encuentra ubicado en el PASADO de los personajes, exactamente en 2013 (recuerden que en la historia es 2021).

Decir que iba caminando tranquilamente por los pasillos de su escuela sería una gran mentira. De hecho, deseaba con todas sus ansias que el tiempo se detuviese, que se presentase algún inconveniente en el edificio escolar, que lo llamaran de la dirección o cualquier cosa que le permitiese excusarse para no verse obligado a estar en el mismo lugar que Kang Seokhwa y Chou Tzuyu por siete horas seguidas.

Y como iba tan concentrado en sus propios pensamientos, no se había dado cuenta de que los nervios lo hicieron caminar más rápido de lo normal, y ahora estaba justo en frente del lugar que tanto había querido evitar desde la tarde anterior. Y justamente, en la primera fila, se encontraban ellos dos compartiendo sonrisas. Parecían los protagonistas de un drama en el que Yeonjun no era más que un personaje secundario, o aún peor, el villano.

Sí, porque es de villanos interferir en la historia feliz de alguien más. Jun no quería ser el malo en medio de ese cuento de hadas, príncipes y princesas. Por eso decidió dejar hasta allí el asunto y huyó hacia los baños para encerrarse ahí a llorar hasta tener la valentía suficiente para volver al aula.

Pasaron cinco minutos, treinta, una hora, dos y tres. Estuvo escuchando sus propios sollozos, encerrado en uno de los cubículos por todo ese tiempo. Tal vez era el hecho de sentirse estancado lo que hacía que esos momentos pasasen más rápido. El tiempo corría y él seguía ahí, llorando como un tonto de cinco años al que le quitaron su juguete favorito.

A veces la vida es una verdadera malagradecida. Tú le das todo tu esfuerzo a cambio de que te de un futuro en el que por lo menos puedas ser un poco feliz, pero ella no te da tu merecida recompensa. ¿Por qué hay personas que sufren tanto? ¿Por qué hay personas que son tan felices? ¿Por qué hay siempre unos polos? O eres muy feliz o eres muy triste, no existe algo a lo que se le pueda llamar balance.

Y preferimos culpar al destino antes de aceptar que somos nosotros los que forjamos nuestro propio futuro. Porque por lo menos algo bueno tiene que tener la vida, y es que nos deja culparla de todas nuestras desgracias para aliviar un poco nuestra carga.

Deseo tanto que el destino nos junte, porque sé que yo solo no seré capaz de hacerlo.