Capítulo 1

2.3K 135 47
                                    

-𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨-

_____ estaba en a habitación junto con su abuelo, se dio cuenta de su condición solo con verle.

—Pequeña _____ ven aquí por favor, tengo que darte un gran tesoro mío —dijo él.
Ella se sentó encima de la cama, a su lado.

—¿Tesoro?

—Si, es algo muy preciado para mi. Como verás mi condición es peor de lo esperado y mi último deseo es darte este sobre —dijo mientras le pasaba el sobre.

Lo intenta abrir, pero es parado por su abuelo.

—Por favor pequeña, todavía no lo abras, solo ábrelo cuando sientas que tu vida en la ciudad es una pesadez muy grande, es hay cuando tendrás que aceptar mi tesoro —dijo sonriente.

—Claro abuelo. Ahora descansa y mejora... Por favor —dijo con los ojos llorosos.

—Uy —ríe —. No creo que sea posible _____ mi hora esta llegando y la siento cada vez más cerca, asique...

Lleva su mano hacia _____ y ella lo acepta con dulcura.

—Cuidate, por favor, y también a tu padre. Realmente os quiero mucho a los dos —dijo cerrando los ojos.

—¡No! ¡Abuelo por favor! ¡Quédate! —dijo desesperada.

Al ver que su abuelo no la respondía, lo único que pudo hacer es llorar como nunca, su preciado abuelo que la había cuidado desde pequeña había fallecido ante ella, su padre entró corriendo a consolarla mientras el también lloraba.

[...]

Después de un mes y dos semanas de la muerte de mi abuelo, me encontraba trabajando, no obstante, estaba hasta las narices del trabajo. Y mi estado emocional no me ayuda a despejarme y descansar.

Me llevé la cabeza hacia sus manos y frotándome los ojos recordé la carta de mi abuelo, cuya carta se encontraba en el cajón de mi escritorio de trabajo.

Abrí el cajón y encontré la carta. La abrí por que mi abuelo dijo que la leyese cuando estuviese harta de mi vida moderna.

La carta decía: Si estas leyendo esto, es que necesitas desesperadamente un cambio. Lo mismo me ocurrió a mi hace mucho. Había perdido la vista de lo que más importaba en la vida... Conexiones reales con otras personas y con la naturaleza. Así que lo dejé todo y me fui al lugar al que pertenecía.

Confío en ti mi pequeña, con amor tu abuelo.

Dale recuerdos de mi parte a Lewis si es que sigue vivo.

[...]

Estaba en un autobús dirección Pueblo Pelícano. Donde se encontraba el tesoro de su abuelo, su grandiosa granja.

Al llegar se despidió de la conductora, tenía un llamativo pelo color rubio y rizado. Cuando me bajé del autobús me encontré con una mujer de mayor estatura y de pelo rojizo.

—¡Buenas _____, soy Robin la carpintera local de Pueblo Pelícano! —dijo con una cálida sonrisa Robin.

—¡Hola Robin! Encantada de conocerte —dije con un tono de voz muy alegre para ser yo.

—Por favor sígame, voy a llevarla hacia su granja —empezó a caminar.

La seguí hacia donde me llevaba, había una pequeña cabaña en medio de un gran terreno lleno de árboles, piedras y hierbajos.

Al estar enfrente de la casa salió un señor algo mayor.

—Hola señorita _____ soy Lewis, el alcalde de Pueblo Pelícano. Estaba arreglando un poco su nuevo hogar para que se sienta cómoda —dijo.

Estaba extrañamente feliz,me sorprendió hasta a mí.

—¡Oh! Perdone, es que no todos los años viene gente nueva por este pueblo —volvió a hablar.

—N-no pasa nada, solo es que todavía no estoy acostumbrada a este pueblo, me pilló desprevenida —reí algo avergonzada por haber reaccionado de tal manera.

—Tranquila, en poco tiempo te acostumbraras a tu nueva vida y a los habitantes de este pequeño, pero encantador pueblo —dijo.

Eso también me sorprendió, se le veía muy seguro al decirlo.

—Ahora deberíamos dejarte hacerte con tu nuevo hogar, si alguna vez necesitas remoderar o construir algo solo dímelo —dijo Robin.

—Sinvergüenza... —dijo el alcalde por lo bajini. Yo mientras me intentaba aguantar la risa por tal escena.

—¡Claro! Mañana iré a conocer a los habitantes, hoy descansaré del viaje, disculpadme —dije mientras ellos se despedían.

—Adiós _____ descansa —dijeron al unísono.

Entre a la cabaña y al parecer con demasiadas expectativas...

—¡¿Cómo ?! ¿Qu-qué? —grité de la sorpresa.

Había solo una mesa con una silla, los dos muebles de madera desgastada, un armario, una cama de sábanas blancas y una chimenea de piedra.

—Supongo que debo tomarme enserio lo que me dijo Robin hace un rato...

En ese momento me reí, por que entendí la escena que hicieron los dos hace nada.

—Son las ocho... Es muy pronto, pero el viaje no es que durase poco —pensé.

Acto seguido saqué un pijama de entretiempo para irme a dormir, mañana ya ordenaré todo.

Acto seguido saqué un pijama de entretiempo para irme a dormir, mañana ya ordenaré todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota de autora:

¡Hola! ¡Espero que os esté gustando mi historia! Por ahora es el comienzo que dan en Stardew Valley, pero pronto todo empezará a florecer.

Es mi primera historia y estoy algo indecisa al respecto.

Gracias por leer y cuidaros.

-𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐫𝐞𝐦𝐨𝐭𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨- (Sam/Stardew Valley) EN CORRECCIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora