Percy
Vivía un sueño.
Conciertos, entrevistas, cantar nuestras canciones, hacer felices a miles de fans alrededor del mundo con nuestros temas, todo eso era un sueño convertido en realidad. Midas King llego al puesto número uno en varias ocasiones, nos convertimos en una banda realmente conocida y demasiado aclamada.
Pero aun así, había un problema. Aquel agujero en mi corazón no lograba llenarse con nada, y dolía.
Nuestra primera gira, con Wild, estuvo bien, es decir, a mi me acababan de dejar y de todas formas debía sonreír, ser amable y sacarme fotografías con fans. De todas formas, debía mostrarme como ellas aspiraban a que yo fuera, aunque lo único que quería era echarme a llorar. Durante nuestra gira con Wild, donde nos volvimos unidos al resto de los chicos, también compusimos nuestro primer álbum. Era bastante alegre a comparación de mis sentimientos.
Hasta que un año después, sacamos nuestro segundo álbum. A la par que grabamos el primero, cantábamos nuestras canciones, y hacíamos conciertos, por las noches, me encerraba en mi tráiler y componía cada palabra de una forma de descargar mis sentimientos, de vaciar ese agujero en mi pecho que no hacía más que doler. A los chicos les gusto la idea, entonces, simplemente comenzamos a grabar. Y fue un buen éxito.
Ese segundo álbum era lo que yo necesitaba para sanar, era lo que necesitaba para curar mis cicatrices, aunque estas fueran frescas y dolían, debo ser honesto. Me hizo bien. Empecé a superarlo, hasta aquella maldita fiesta de año nuevo.
Nuestro primer plan era pasarla en familia, pero dado que todos nuestros familiares se encontraban ocupados, Niklas y yo, junto a su novia, decidimos ir a aquella fiesta en la que se nos fue invitados. Y la vi.
Uno esperaría que con los años, los sentimientos hayan disminuido, que todo el recelo de dejarme en el aeropuerto se haya desvanecido junto a las letras de canciones que le escribí, pero al verla, me sentí de diecinueve años otra vez.
Usaba un vestido rojo que se ajustaba en su cintura, con aquel cabello indomable que me encantaba, con los ojos verdes centellando ante las luces. Y también vi a su acompañante, un chico sin duda unos varios centímetros mas bajo que yo, cabello oscuro al igual que sus ojos, y la abrazaba por la cintura, y la besaba. Y aquel corazón con un hueco vacío, comenzó a latir débilmente, porque estaba volviendo a ver a Skyler. Y ella se veía tan hermosa como la recordaba.
Y cuando los vi besarse a las 12, luego de cantar nuestra canción, me emborrache.
Podría culpar a Magnus o a alguien, pero la verdad es que emborracharme solamente es mi culpa y de nadie mas.
Eso es lo que odio mientras tengo una resaca de los mil demonios y a los lejos escucho el agua de la ducha, aunque se quien es e intento ignorar eso. Muevo mi cuerpo entre las colchas y giro mirando el despertador con números en un brillante color verde.
Era más tarde de lo que me esperaba.
El ruido de la ducha se termina mientras que yo me siento en la cama y suspiro pesadamente masajeándome la cara, solo es cuestión de segundos para que la puerta del baño se abra y salga Hailey envuelta en mi bata del baño con el cabello rubio goteando.
Conocimos a Hailey cuando queríamos hacer una colaboración, y nos hicimos cercanos, en ese momento ella estuvo en una ruptura, nos hicimos cercanos. Y el resto es solamente una larga historia.
Somos buenos amigos, y podría decirse que el sexo es solamente algo de desahogo que hacemos, la primera vez me sentí culpable hasta que tuvimos toda una conversación honesta. Entonces solamente quedamos como amigos, con uno que otro derecho.
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Charlas en el tejado (Midas King #1 y #1.5)
Novela Juvenil¿Alguna vez te imaginaste ser la musa de algún artista?