disforia. ➳ l.s

capítulo seis.

"¿Podrías pasarme algunos informes que se han hecho hasta el momento?" Cuestionó Eugene mientras releía los papeles sobre el pequeño escritorio-mesa de Harry. El chico se encontraba completamente distraído hasta que escuchó un chasquido por parte de la castaña. Levantó su vista y sonrió pasándole aquello pedido.

"Lo siento, no he podido dormir lo suficiente hoy." Respondió mientras tomaba la taza de té y le daba un leve sorbo a esta. Ella asintió, mientras guardaba todo en un folio y luego en su bolso.

"En realidad deberías disculparme a mi, se que hoy es tu día libre pero, si no tengo los informes de gastos y la administración al día, enloqueceré." Bromeó soltando una pequeña risa.

Bebió el último sorbo de su café y agradeció a Harry por la infusión. Harry negó, dándole una sonrisa también.

Eugene era parte del museo, ella se encargaba de la administración artística de éste y, al punto de vista de Harry, era un trabajo demasiado complicado.

"¿Cómo van los preparativos para Henrik?" cuestionó el ojiverde mientras ordenaba su mesa y despejaba las cosas para ponerlas en su bolso de trabajo.

"Oh, todo va de maravilla. Estoy segura de que no va a extrañar tanto su país. Hemos estado preparando absolutamente todo con Niall, va a ser una buena noche." Respondió mientras veía su celular, tecleando en él. "¿Irás, verdad?" Miró a Harry esperando una respuesta, mientras continuaba con el móvil vibrando en sus manos. Era un Niall preocupado por poner luces de colores rojas, azules y blancas.

Era diecisiete de mayo y, para Henrik era una fecha muy especial. Se celebraba la independencia de su país y al no estar allí, Eugene decidió junto a Niall y a Ed, preparar algo especial. Por supuesto que Harry iría, no se perdería todo aquello tan dedicado y especial que hacían sus amigos.

"Claro, ya tengo su regalo y los chocolates natales que me ha pedido Niall." Guiñó un ojo en dirección a la chica y ella asintió, regalándole una sonrisa antes de caminar hacia la puerta ya con sus cosas en mano.

"¡Perfecto! Nos vemos allí, Harold... y, duerme un poco cariño, tus ojeras están visibles de aquí a mi país." Rio la latina mientras cerraba la puerta, despidiéndose para luego encaminarse en dirección al departamento con el que compartía junto a Niall.

Harry se sentía completamente frustrado luego de haber trabajado un poco en aquél momento, veía su celular en sus manos con el chat de Louis abierto a sus ojos. Suspiró dudoso de escribir algo y claramente no lo hizo. Bloqueó el móvil y se encaminó hacia el baño para comenzar a prepararse.

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"Vamos, Louis... será divertido." Zayn se encontraba en la barra de la cafetería insistiendo en que asistir a una fiesta en algún pub, era una buena idea. La era, claro, pero si no sintiera como si sus ánimos fueran en ese momento una montaña rusa.

El nombrado negó mientras limpiaba algunos aparatos de alta complejidad del local, moviéndose de un lado a otro. No haber asistido a su propio negocio le dejaba terribles consecuencias.

"Claro que no, Z. Quiero meterme a la cama, fumar y dormir." Dijo mientras dejaba el trapo en sus hombros, parando para mirarlo. "¿Por qué no vas con Liam, mmh?" Luego de aquella pregunta, por supuesto que el moreno rodeó sus ojos y se encogió de hombros.

"Liam no quiere salir nunca, Tommo." El moreno quería hacer un puchero pero por supuesto que no lo hizo, no si su amigo se iba a reír justo en su cara. "Además, tiene una cena con su madre." Rodeó los ojos y tomó una galleta del mostrador, metiéndola en su boca directamente, algo típico de Zayn.

"Oh, Karen... ¿aún no haz hecho las pases con ella?" Cuestionó Louis, desviándose del tema acerca de la propuesta de su amigo.

"No." Respondió Zayn de manera seca. "Y, para ser franco, no me interesa hacer las pases con ella." La respuesta del chico era justa.

Karen  había visitado de improvisto el departamento de su hijo en un momento totalmente inadecuado, encontrando a Liam y a Zayn follando como si no hubiera un mañana y, en la mesa de luz, los porros del moreno. Aquél día Zayn lloró al ser nombrado como un cualquiera y un drogadicto. Una mierda, por supuesto. Un prejuicio, por supuesto, también.

"De todas maneras, irás." Dijo Zayn, mientras saltaba para bajarse de la barra y luego le daba una palmada de despedida a su amigo, tomando un cigarro en sus labios, sin encenderlo aún.

Louis se rindió, acompañándolo fuera para fumar sin decir mucho sobre ningún asunto.

Esa jornada de trabajo lo hacía sentir como sihubiera hecho mucho más esfuerzo de lo que él mismo solía hacer pero, buscabala forma de poder ignorar que se estaba sintiendo terriblemente mal y, no podíaconsiderar nada como algo bueno, más que aclarar sus sentimientos y quererestar junto al chico de ojos verdes junto a él.

Entonces Louis suspiró, logrando de que Zayn pusiera toda la atención en él.Cuando el moreno iba a cuestionar nada, el más bajo negó rápidamente.

"Nada sucede, sólo que hoy no es un muy buen día aquí." Se excusó de manera rápida.

"Aún no he dicho nada, Tommo." Le respondió, mientras tiraba del humo delcigarro hacia otra dirección, volviendo a mirarlo mientras le prestaba de suencendedor. "¿Cómo ha ido todo con Harry?" Cuestionó de pronto, tratando desaber qué era lo que sucedía. "Ayer te has ido del apartamento a su casa, nopuedes mentir en aquello." Dijo, conociéndolo como nunca.

En ese momento Louis se sentía estresado, claro. No tenía ánimos de afrontarningún tipo de confrontamiento con las situaciones que ni siquiera él mismoentendía.
Tomó de sus cabellos y suspiró, cerrando sus ojos. Se recostó por la pared yvolvió a mirar a su amigo.

"Créeme, Zayn... en estos momentos no sé qué mierda siento." Su voz se apagó alresponder, porque así se sentía, un poco apagado.

Su amigo se acercó y pasó su mano por uno de sus hombros y lo apretó de manerasuave, cálida. Zayn podía entender a Harry en todo lo que le sucediera pero, tambiénle dolía su amigo. Ver a Louis dolido, le hacía pensar de que quizás eran lasconsecuencias de las veces en las que su amigo no afrontaba las cosas de maneramadura. Claro que en ese momento no podía decir nada porque, nada de lo quetenía pensado en decirle, podría hacer que se sintiera al menos un poco mejor.

Zayn se acercó a Louis, poniéndose a su lado, recostado en la pared de la mismamanera.

"¿Qué crees que puedes hacer, Lou?" Preguntó, tratando de averiguar qué sucedíapor la mente del chico.

"¿Aceptar tu propuesta de salir esta noche?" Aquella pregunta y respuesta lodesconcertó porque, claramente, no era lo que en sí estaba esperando. No dijonada y sólo negó de manera corta.

Allí estaba Louis, a quien le costaba afrontar las cosas como debía. Ambos secentraron en terminar sus cigarros en silencio. Ninguno se molestó por elsilencio porque, de todas maneras, no era incómodo para ninguno de los dos.

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hola!
prometo que el próximo capítulo sea un poco más largo.
mucho amor,
mila.