Amiga imaginaria [Jenlisa] [Finalizada]

capítulo 7

La pequeña jennie corre de un lado a otro sobre el césped mojado de el jardín, el pequeño peludo a su lado corre en su compañia y ella solo ríe cuando aquel le alcanza tumbandose al suelo mientras el perrito le lame. Su madre quien durante todo el camino se habia mantenido en silencio le observa a distancia mientras bebe de su café en una de las mesitas del jardin, un extraño presentimiento oprime su pecho y no puede dejar de pensar en la nueva amiga de su hija. Sabe que es normal que los niños solitarios tengan amigos imaginarios, pero algo simplemente no cuadraba con lisa.

Como si su tiempo y lugar no coincidieran.

Luego del fin de semana jennie había disfrutado de su cumpleaños en la casa de su abuela y aquella habia depositado varios besos sobre sus mejillas suaves aunque la castañita se quejara. Su padre debido a su cumpleaños le obsequio un pequeño cachorrito a quien jennie nombró kai, eso como símbolo por su ausencia prometiendole qué aquel cuidaría de ella cuando el no esté. Jennie quien es externa a todo lo que sucede en la cabeza de su madre corre y ríe con su cachorrito. Entonces sus piernas lucen agotadas mientras toma aire suficiente, su mirada se enfoca en la pelinegra a distancia.

Le ve pasar por las calles mientras en sus manos mantiene una caja mientras camina y poco a pocos se va alejando, a la castaña le causa sorpresa qué no se haya detenido a hablarle o siquiera felicitarle por su cumpleaños, así que toma a su cachorrito en manos mientras intenta ir tras ella. Es escuridiza mientras evita qué sus padres la miren, así que observa los dos lados antes de finalmente cruzar y correr hasta la pelinegra. Le ve entrar en su casa, así que sigue sus pasos. Se detiene cuando observa su fachada, su casa desde un principio le dio miedo, así que duda sobre si adentrarse o no.

Finalmente lo hace, sus pies avanzan con lentitud mientras intenta mantenerse firme. Intenta guardar silencio mientras abre la puerta, observa el interior y un escalofrío recorre todo su ser,la casa luce abandonada y hay mucho polvo por todas partes, su perrito brica de sus brazos y ella solo corre tras el persiguiendolo, se detiene cerca de la escalera mientras su cachorrito comienza a ladrar eufórico.

Entonces ve a alguien.

Un hombre de mirada expetica esta ahí sobre el regaso de el sofá y ella puede jurar qué al entrar no lo vio, así que luce asustada por aquel. El hombre solo esta sentado mientras sus manos cubren su rostros entonces es capaz de escucharle llorar mientras en voz baja repetía aquello;

no quería, no quería, no quería.

Jennie solo permanecía oculta cubriendo el osico de su perrito mientras aquel solo quería escapar de sus brazos para ladrarle a aquel extraño. Entonces sus sollozos se detienen, el hombre aparta sus manos de su rostro, Suspira mientras taradea una canción de cuna en voz baja, la castaña baja su mirada al suelo cuando siente un frio viento recorrer su cuerpo.

—Estas ahí cariño —Su tono es tosco y frío mientras ahora sus ojos están posados en la pequeña.—¿Por que te escondes de Papá? —una sonrisa rota lo cubrió, las lágrimas bajan por su rostro mientras aquello le aterra cada vez mas.

Entonces la casa se quedo en silencio, la pequeña alzo la mirada y el lugar que antes era ocupado por aquel hombre solo estaba vacío, comenzo a ponerse de pie con la intención de salir corriendo de ahí, su pecho ardía y el miedo recorría cada parte de su cuerpo. Escucha una voz llamarle pero aquella no se detiene sus hombros son tomados mientras gira para encontrarse con aquella mujer.

Ella a diferencia del hombre que minutos antes a visto tiene una expresión amable, su mirada aunque parece estar cargando con mucho dolor es amistosa, limpia sus pequeñas lagrimas mientras intenta traquilizarla.

—No deberías estar aquí —Dijo, distanciando sus manos de ella.—No deberías seguir hablando con ella, Vas a sufrir mucho si no te alejas, continúa con el curso de las cosas, aun estas a tiempo de sacarla de tu ciclo si quieres seguir aquí, aléjate de ella—La castañita nego sin comprender.—Tus padres sospecharan, no puedes cambiar el pasado o eso traerá consecuencias..

—Por favor...—volvio a sollozar.—deje me ir..

Cerro los ojos con fuerza mientras desea qué aquello no sea más que una pesadilla, los abre luego de unos minutos la casa nuevamente esta sola y vacia, entonces vuelve a tomar la perilla intentando girarla, Entonces un silbido llama su atención, girando para encontrarse con aquel hombre de nuevo sobre el sofá, repitiendo la misma acción qué cuando lo vio por primera vez, la castañita solo golpeo la puerta de la entrada queriendo salir mientras las lágrimas abundaron todo su rostro, hecha un completo desastre.

—No quería hacerlo, sabes que no quería hacerlo —El hombre le observaba ahora.—¿A donde vas cariño, vas a dejarme como mamá lo hizo? —Pregunto su voz era tan gruesa mientras los escalofríos abundaron su cuerpesito.

La castañita tiro fuerte de la puerta y finalmente pudo lograr abrirla, corriendo fuera mientras solloza y el miedo le abunda, mira de reojo la casa de su amiga en cada paso su vista es nublosa pero es capaz de jurar qué aquella casa gris y vieja gana color cada que parpadea, es extraño.

Entra de golpe chocando contra su madre quien le observa preocupada mientras le Repite qué se tranquilice, la pequeña Balbucea muchas cosas mientras su madre le abraza intentando qué su llanto pare, entonces su cuerpo pierde fuerza, sus ojitos se cierran poco a poco.

Y no disipa nadas más.