Capitulo 10

56 8 0
                                    

Narra Andrea.

Dejé mi carrera caer en el suelo de mi habitación. Tiré el móvil a la cama y bajé a por algo para comer y dormir un rato. Al subir y mirar el móvil, me encuentro dos llamadas y cuatro mensajes.

De Paula:

Nenaa, ¿puedes pasar a por mi para llevarme a la fiesta? Que mi hermano no quiere llevarme. ¡Es tonto!

Coge las llamadas.

¡Ah! Y te tengo que contar algo.

Sonrío y le escribo.

Estaré en tu casa a las ocho menos diez. ¡Pone sexy! ¡Por que esta noche la vamos a liiaar! Luego me lo cuentas. Besos.

La otra persona de los mensajes era Adrián.

Te espero en la fiesta. Me debes un baile, ¿recuerdas?

Le escribo.

Si, lo recuerdo. Allí estaré.

Suspiro y vuelvo a tirar el móvil a la cama. Me encanta Adrián, ¿vale? Y sé que no debería por que es el típico chico guapo que se cree el rey de todos... pero no he podido evitarlo. Me encanta cuando sonríe, cuando me gasta bromas, cuando me abraza... llevamos toda la semana igual. Yo creo que hoy es el día. Hoy es el día.

Narra Paula.

La semana transcurre con rapidez. ¡Ya estamos a viernes! Y a las ocho había una fiesta. ¡Ole!
Lo único interesante de esta semana es que mi relaccion con Adrián ha ido aumentando, y con ello mi amor hacia él. Juan, el pesado que me acosaba, al principio siguió acosandome, pero ayer se echó novia. ¡Pobrecilla! También he notado que Andrea estaba muy distante, pero no estaba sola. La verdad que el cambio de look me vino estupendamente. Ya no soy una bicho raro, ahora me conoce todo el mundo. Mi hermano ahora está muy sobreprotector. ¡Es muy pesado! Siempre con «¿adonde vas así?» «¿con quien vas?» «me gustabas más antes». ¡Prefiero mi antiguo hermano! Los chicos ya se están empezando a fijar en mi, y en vez de empujarme y decirme bicho raro, me dan abrazos y me dedican sus mejores sonrisas. Hombres...

Salgo de la ducha, me seco el pelo y me pongo la ropa interior. Voy a mi armario y saco el vestido blanco roto que me compré en la tienda con Andrea, unos tacones negros y un collar dorado. Me lo pongo, me pinto la raya de los ojos, un poco de rimel y un rojo pasión para los labios. Me cepillo bien el pelo y lo dejo caer por mi espalda. Me miro al espejo. Perfecta.

Unos golpes en la puerta interumpen la admiración hacia mi. Asoma la cabeza mi hermano y al verme su extensión cambia. ¡Oh, dios, ya viene el hermano sobreprotector!

-¿Adonde vas así vestida? ¿No irás a la fiesta de Adrián?

Asenti mientras me ponía el collar.

-No, no, no y no. Tu así no vas a ir.

-¿Por qué no? ¿Quien eres tu para decirme que no? - le dije frutrada.

-¡¡Mamá!! - gritó.

-Pareces un crío pequeño.

Mi madre llegó y miró a mi hermano, sin darse cuenta de mi presencia.

-Así no puede ir a la fiesta, ¿a que no?

Mi madre me miró y sus ojos se llenaron de lágrimas. Se acercó a mi y me recorrió con la mirada.

-Mi pequeña Paula, estás preciosa. - me ecogió un mechón rebelde detrás de la oreja - claro que puedes ir.

-¿¡Cómo!? - gritó mi hermano.

Le saqué la lengua a mi hermano y miré a mi madre. La mejor madre del mundo.

Me cogió del brazo y me obligó a sentarme en una silla. Empezó a juguetear con mi pelo, recogiendomelo de la cara. Cuando terminó, me acerqué al espejo. Me había echo un recogido precioso, que me encantaba.

-Gracias - le dí un beso en la mejilla.

-Mi pequeña por fin se ha hecho mayor. Disfruta.

El timbre sonó a las ocho menos diez. Abrí y Andrea me miró de arriba a abajo con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Vas descalza?

-Si, ahora me los pongo.

-Nena, vas preciosa - me dio un sonoro beso en la mejilla - ¡vamos a tirar la casa por la ventana!

Ella tampoco iba nada mal. Llevaba un vestido color rosa chicle ajustado por encima de la cadera y un poco suelto por debajo. Llevaba el pelo suelto, un poco de maquillaje en la cara y unos tacones negros. Iba perfecta.

Antes de salir a la calle me pongo mis tacones y me despido de mi madre. Esta va a ser una noche inolvidable. Lo presiento.

-Oye, ¿y qué es eso que me tenías que decir? - dijo Andrea sin apartar la vista de la carretera.

-¡Ah! Si, si claro - respiré profundamenrte. ¡Se me había olvidado! Intenté recordar el discurso que preparé mientras me duchaba, pero nada .Tenía las manos sudando y los dedos me temblaban. - a ver, es que...

No podía decírselo, algo dentro de mi no quería. Pero era mi mejor amiga, debía decirselo para que me aconsejara sobre ese tema tan delicado. Cogí las únicas fuerzas que tenía y continué.

-Me gusta un chico.

Me miró con los ojos abiertos como platos.

-¿Paula quiere a un chico? - sonrió.

Tres...

Dos...

Uno...

-¡¿Quien es!? ¡¿Lo conozco!? ¡¿Es guapo!? ¡¿El te quiere!?

Lo sabia, preguntas, preguntas y mas preguntas.

-Si. Si. Creo que si.

-¿Quien es el afortunado de estar en tu corazon?

Le iba a responder pero ya llegamos a la casa.

Salvada por la fiesta.

-Mañana hablaremos.

Asintió y salió del coche con una enorme sonrisa. La seguí nerviosa. Presentía que hoy iba a ser un buen día.

Entramos a la gran casa. Había luces de todos los colores, musica demasiada alta y gente bailando. Me acerque donde servían las bebidas y pedí. Estaba muy nerviosa. ¡Vamos, es solo una estúpida fiesta! Cogí mi bebida y me la bebí de un trago. Noté como el calor bajaba por mi garganta. Vamos a disfrutar.

Estaba en el centro de la pista bailando con Andrea y otra chica que no reconocía.

-¡¡Paula!! ¡¡Vamos a por algo, ahora venimos!! - gritó Andrea para hacerse oír por encima de la música demasiado alta.

Justo cuando se marcharon, la musica cambió a por una más lenta. Veía como chicos y chicas se pegaban y empezaban a bailar juntos. ¿Qué hago yo ahora? Empecé a sentirme marginada de los demás, hasta que vi a Adrián vestido entero de blanco en el otro estremo de la habitación mirandome con una sonrisa.

¿Me estoy volviendo loca, o esto es como mi sueño?

~~~

Aquí tenéis otro capitulo, donde Paula está a punto de decírselo a Andrea pero al final no se lo dice.

Besooos.

@saralboranista7

Entre el amor y la amistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora