Capitulo 15.

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Han pasado tres semanas desde aquello. Sigo sintiendo que algo falta dentro de mi, pero llevo dos semanas sin llorar. He aprendido que así es la vida, que cuando te pasa algo debes superarlo y seguir adelante. Ellos dos, la parejita perfecta según muchos, van muy bien. Conectan perfectamente, lo dos son muy iguales. Siempre van sonriendo y besándose. Uuuf los odio. Ella se había unido al grupo de las más populares, por las que todos los chicos van detrás dejando un rastro de babas por sus minifaldas y sus tops. Él ha intentado hablar unas cuantas veces conmigo, pero yo no quería ni quiero. Como me aconsejó Carla, debía pasar página. Y eso es lo que he hecho.

Entro en la cafetería con Carla, cogemos un café y nos sentamos.

-¿Cómo vas? - me preguntó.

-Muchísimo mejor. - le sonreí. - voy a por una napolitana.

Me levanté y me dirigí al bufé. Cogí una napolitana y un zumo de naranja, lo puse en una bandeja y fui a mi mesa. Pero antes de llegar algo chocó contra mi y tiró mi bandeja y otra más manchandome la camiseta y parte del pantalón. Miré con la boca abierta mi camiseta que se pegaba a mi cuerpo. Levanté la mirada a ver el culpable de esto. Era Elisa, la nueva mejor amiga de Andrea. Me puse roja de la rabia y apreté los puños.

-Ups, lo siento - dijo fingiendo que había sido sin querer.

-Cariño, cuando aprendas a mentir me llamas. - me dirigí a mi mesa dándoles la espalda. No tenía ganas de problemas.

-¿De que vas, enana? - dijo seria y la gente nos empezó a rodear - aiins, es que la niñita está amargada desde que Adrián pasó de ella.

-¡Elisa! - gritó Andrea.

Apreté más los puños y los nudillos se me pusieron blancos. Odiaba que me lo recordaran. Me dí la vuelta y miré a Andrea primero, que me miraba con preocupación. Luego a Elisa, que estaba sonriendo.

-Perdona, no quería hacerte llorar. - dijo. Se pensaba que iba a ganar, pero no. Por encima de mi cadáver.

-No, disculpame tú a mí - me acerque con una sonrisa falsa, que la puso un poco confusa. Yo si sé actuar, guarra - disculpame por no poder ser como vuestro grupillo de "populares". Y por no poder ser una zorra que cada día se lía con uno, y que si salga con alguien, no le ponga los cuernos a la primera hora con él. Y también por no llevar puesto pantalones cortos enseñando medio culo ni camisetas con escote que dejas ver media teta. Disculpame tú a mi.

Me alejo de ella y voy hacia donde está Carla mirandome con la boca y los ojos abiertos.

-¿Qué has dicho? - su tono era amenazadora, pero sinceramente me daba igual.

-¿Es que también estas sorda? - me acerqué a ella hasta estar a pocos centímetros - que prefiero llorar por culpa de alguien que hacer llorar. Y además, te he dicho guarra - dije marcando cada palabra - ¿Me has entendido?

Su reacción fue agarrarme los pelos y tirar hacia atrás. Grité interiormente y estuve a punto de pegarle cuando una voz ronca nos interrumpió.

-¡Parad ya!

Me soltó y miré de donde provenía la voz. Todo el mundo estaba volviendo a su asiento, solo quedabamos Elisa y yo. Era el director. Oh, dios mío.

-¡A mi despacho, las dos! - gritó y salió de la cafetería.

Fulminé con la mirada a Elisa y salí de la cafetería seguida por la mirada de todo el mundo. ¿En serio pensaban que me iba a quedar de brazos cruzados? Ni muerta.

***

Cierro la puerta del despacho del director y voy a mi taquilla. Carla está esperandome apoyada en su taquillas con los brazos cruzados.

-¡Eh! ¿Qué te ha dicho? - se acercó a mi.

-Castigada hasta que se acabe el curso, es decir, una semana y media.

-Vaya mierda.

Me encojo de hombros. Me daba igual, me había quedado agusto por que a ella le habían castigado también y tenia que hacer una redacción o algo así por haber sido la causante. Miré mi camiseta manchada. Ppfff.

-Oye, ¿tienes una camiseta para dejarme?

Asintió y sacó de su taquilla una camiseta. La cogí, fui al baño y entré. Me quité la camiseta manchada y me puse el top que me había dado Carla. Salgo y me encuentro a Carla sonriendome.

-¿Sabes qué?

-Que

-Alguien ha preguntado por que te habías puesto así en la cafetería. - levantó una ceja -¿quieres saber quien a preguntado?

-No - era la verdad. Tenia mis sospechas de quien habría podido ser y no me parecía mencionarle.

-Adrián - se acercó a mi - todavía le importas.

Me giré y la miré con el ceño frundido.

-Ya, ya lo sé. Yo te dije que tenias que alejarte de ellos, pero le importas. Le importas mucho. Me ha dicho que ha intentado hablar contigo pero siempre lo evitabas. Habla con él.

-No creo que pueda. Es que verle y hablarle me recuerda tantas cosas. Malas y buenas.

-Paula, perdoname pero han pasado ya tres meses desde aquello. Tienes que superarlo, no debes quedarte siempre con eso en la cabeza haciendote evitar el amor.

Suspiro. Tiene razón, pero no se si aguantaré. Le sonrío y me dirijo a mis próxima clase.

Y es que sigo enamorada de él.

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Holaaa! Siento no haber subido capitulos desde hace una semana pero estaba liada. Espero que os guste.

Millones de besoos.

@saralboranista7

Entre el amor y la amistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora