Capitulo 12.

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Narra Andrea.

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza y miro a mi alrededor. ¿Dónde estoy? Me levanto y al primer paso que doy tropiezo con algo y caigo de boca. Irritada miro con que me he tropezado y... ¿en serio? Con unos boxers... Me levanto de nuevo y camino hasta la habitación más cercana, un baño. Me echo agua en la cara para despejarme, salgo y observo la extraña habitación. Tiene una cama con las mantas exparcidas para todos los lados, un gran vestidor, un vestido rosa chicle en el suelo, un espejo... ¡¿Qué?! ¡No me jodaas! Corro hacia el espejo y me pongo aún más nerviosa. No llevo mi vestido, llevo una camiseta grande que me llega por debajo de medio culo. Me siento nerviosa en la cama, paso mis dedos por el pelo enredado y pienso. Una gran cama alborotada, yo sin mi vestido y unos boxers en el suelo es igual a... ¿una fiesta de pijamas? Ojala. ¿No habré...? ¡Mierda, mierda y mierda! Unos pasos interrumpen mis pensamientos. Me levanto nerviosa y miro a la puerta, que se abre y entra a Adrián. Solo lleva una toalla agarrada en la cintura, el torso perfectamente trabajado todavía con gotas y el pelo mojado.

-Buenos días

-¿Qué hago yo aquí? - pregunté nerviosa.

-Ayer te pasastes un poco con las copas - me contestó sonriendo - y no estabas para conducir hasta tu casa, así que te quedastes aquí a dormir, bueno, lo que es dormir poco... - se rió flojo, pero eso me bastó para ponerme más de los nervios.

-¿Q-que? - tenía un nudo en la garganta y la poca comida estaba apunto de subir.

-¿No te acuerdas? Fue una noche inolvidable -y se rió otra vez. Al calmarse y ver mi cara confundida y muy pálida, levantó una ceja. - ¿En serio? Pues es que te tirastes toda la noche vomitando, y le vomitaste a uno encima. - estalló en una carcajada.

Mi cuerpo entero se relajó. Solo era eso, no hemos echo nada. Suspiré por el alivio y el pareció darse cuenta.

-¿Por qué estabas tan extresada? - se acercó.

Noté como mis mejillas se calentaban al recordar lo que antes pensaba, y el entendió mi reacción y soltó una gran carcajada, lo que produjo que me sonrojara aún más. Entonces recordé algo.

-¿Y qué pasó ayer con Paula?

Se puso tenso y apartó la mirada.

-¿Que pasó anoche, Adrián? - me acerqué y le cogí la mano - solo me acuerdo un poco hasta que nos besamos.

-Pues... - cambió el pelo al otro pie incómodo - será mejor que lo hables tu con Paula.

Me separé de él. ¿Qué tenía que ver Paula con todo esto? Entonces recordé cuando estábamos en el coche, cuando me iba a decir quien le gustaba a ella, cuando no paraba de hablar de ella... dios mío, ella quería a Adrián.

-¿Y mi móvil? - pregunté.

Señaló hacia la mesilla, corrí hacia esa dirección y cogí el móvil. Tenía un mensaje de mi madre pero no había tiempo para leerlo. Llamé a Paula dos veces y ninguna me lo cogió. Pasé mis dedos por el pelo nerviosa y miré a Adrián, que se encogio de hombros. La llamé otra vez, pero nada. Le escribí un mensaje diciendo que tenía que hablar con ella.

-¿Te ayudo en algo? - preguntó Adrián.

-No, me voy a hablar con ella - pasé por su lado y salí de la habitación.

-¿Te vas así vestida? Y además, no creo que quiera hablar contigo en estee momento. - me cogió por la cintura y me atrajo a él - habla con ella mañana, es lo mejor para las dos.

Asenti, aunque era mentira. Iría esta misma tarde.

La había cargado en todos los sentidos. ¿Cómo le había podido hacer esto a Paula? Si le hubiera dicho que me gustaba Adrián no hubiera pasado. Pero conociendola, ahora mismo estaría bailando o haciendo cualquier otra cosa que no sea llorar por un chico... ¿no?

Narra Paula.

Me desierto con una lágrima recorriendo mi mejilla. Ayer, al llegar subí sin hacer ruido, me quité el vestido, me puse el pijama y me dormí llorando. Salgo de la cama, me pongo mis zapatillas y voy a la cocina. No hay nadie, menos mal. Mi hermano seguro que está en la cama durmiendo y mi madre habrá salido a correr. Cojo un bol, echo mis cereales favoritos, cojo una tableta de chocolate y vuelvo a mi habitación. Pongo musica en mi móvil, me acuesto en la cama apoyando la espalda en la pared y empiezo a comer.

¿Por qué estaba así por un estúpido chico? ¿Y también lo estaba por lo que me había echo mi mejor amiga? Por esto es por lo que no quería enamorarme, por que sufres. Y yo no quiero sufrir por amor, aunque ahora mismo lo esté haciendo. Es que, ¿cómo ha podido? Besarme a mí, que le quiero muchísimo, y luego besar a Andrea, que la muy puta estaba borracha. Si, lo he dicho bien, puta. Aunque ella no tenga la culpa de todo estoy enfadada con ella, más que enfadada.

Una llamada me interrumpe. Es Andrea. Dejo que el móvil siga sonando mientras las lágrimas caen. Llama otras dos veces más y ninguna se la cojo. No puedo hablar con ella, ni con nadie. Me quiero quedar aquí, sola. Dejo el bol vacío y la tableta de chocolate en la mesilla y me meto en la cama bajo las mantas a seguir llorando.

***

Alguien me quita las sabanas y gruño.

-¿Qué eres ahora? ¿Un perro? - dijo una voz ronca.

Levanté la cabeza de la almohada y vi a Juan precioso y a la vez sonriendo. Le tiré la almohada y el se rió.

-¿Qué haces aquí?

-Supuse que necesitarías mi apoyo para superar esto y me aburria solo. - se sentó a mi lado.

-Lo que digas - me levanté - pero yo no voy a estar mejor por que tu estés aquí.

-Ya veremos. ¿Qué hacemos?

-Lo que sea menos hacerme cosquillas y ver una película de amor.

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Buenooo, aquí esta el siguiente capitulo. Espero que os guste y que lo disfrutéis.

Con mucho cariño.

@saralboranista7

Entre el amor y la amistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora