Capitulo 1.

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-¿Te queda mucho? - pregunté.

-Salgo en un minuto, nena. - respondió una voz sexy desde mi habitación.

Me senté en el mullido sofá y saqué de la mochila mis auriculares. Lo enchufe a mi iPhone y comencé a cantar y a mover los pies al ritmo de la música.

Me los arrancaron de la oreja con un firme tirón y levanté la mirada. Y ahí estaba Andrea con su radiante sonrisa, con su brillante pelo ondulado cayendo sobre sus hombros como una cascada de oro, con sus claros ojos mirándome con un brillo de cariño.

-¿Cómo voy? - me preguntó mientras daba una vuelta sobre sus talones.

La miré de arriba a bajo. Iba con unos shorts negros, una blusa blanca sin mangas que dejaba ver los laterales de su sujetador negro y unas convers blancas. Iba deslumbrante como siempre.

-Preciosa como siempre. - respondí con una sonrisa forzada mientras me levantaba y salía de mi apartamento.

En el camino al instituto hablé lo justo con Andrea. No me apetecía hacer nada que no fuera andar. ¿Por qué estaba así? ¿Estaba celosa de mi mejor amiga? ¡Pues claro que sí! Pero, no debería estarlo. ¡Pues lo estoy! ¡Por qué ella es súper guapa y yo soy fea! ¡Por que ella es popular y yo soy un bicho raro! ¡Por que ella es buena en todo y yo no soy buena en nada! ¿¡Pero no debería estar celosa de mi mejor amiga!? Puuf.

-¿Por qué estás tan evasiva? - preguntó Andrea cogiendome del codo para obligarme a parar.

Levanté la mirada y vi en sus ojos preocupación hacia mí.

-Vamos a llegar tarde - intenté cambiar de conversación y que me soltara, pero fue en vano.

-Me da igual - me miró con cariño - y ahora, contesta a mi pregunta.

Suspire y señale con mi cabeza el codo sujetado por su mano para que me soltara, y así lo hizo.

-Pues es que... - cambié el peso a mi otro pie incomoda y bajé la vista - estoy celosa de ti -susurré.

Al levantar la vista ví su expresión de horror. La había cagado al decírselo, pero era la verdad.

-¿Por qué? - su tono era dulce, más de lo habitual.

-¿En serio me preguntas eso? - la miré extrañada y me salió una risa histérica y nerviosa. - Mirarte a ti, una chica rubia, con un pelo precioso, alta, con un cuerpo que deja a todos los chicos embobados, amable, de buenas notas, popular entre todos los estudiantes, con un estilazo... y ahora mirame a mi, una chica normal, empollona, de pelo castallo, que tiene una ropa de lo mas cutre, de metro sesenta, rebelde, un bicho raro...- me separé un poco de ella para evaluar su expresión, y al ver su cara me entró confusión, ¡estaba sonriendo! ¿Le hacía gracia que estuviera celosa? ¡A mi no!

-Cariño, no digas eso. Primero, tu al menos te podrás poner tacones. Segundo, de empollona no tienes nada, solo que estudias, y si tu eres empollona...yo ni te cuento. Tercero, tu pelo es precioso, ya me gustaría tenerlo - me sonrió y me colocó un pelo rebelde detrás de la oreja. - Cuarto, tu ropa... bueno en eso estoy de acuerdo, pero eso puede cambiar, y lo de que yo tengo un cuerpazo...¡Tu ropa no deja que luzcas el tuyo! Quinto, quien te diga bicho raro, me lo dices y yo me encargo de que el si que sea bicho raro. Te quiero y lo sabes, me da igual como seas. - me dió un beso en la mejilla - Y ahora, a clases - empezó a andar en dirección al instituto.

Yo reaccione unos segundos mas tarde que ella, y tuve que correr para alcanzarla.

***

Tercera hora de clases, Biología. Estoy tomando apuntes sobre lo que está explicando cuando un papel cae en mi escritorio, haciendo que me sobresalte. Miro a mi izquierda y veo a Juan sonriendo. Pongo los ojos en blanco y miro el papel doblado antes de abrirlo y leo "PAULA, ABRELO EN TU TAQUILLA." Suspiro y lo guardo en el bolsillo de mi cartera. Seguro que es otra de las miles de cartas de amor que me ha mandando. ¡Es insoportable este chico!

A los diez minutos me vibra el culo, un mensaje. ¿¡Es qué nadie me va a dejar en paz!? Lo cojo sin disimulo y con bastante frustración.

Andrea
Desde esta tarde, que después de clase vamos a ir a por tus cosas, hasta el domingo...¡Fiesta de pijamas! Me aburro muchísimo en clases de Arte. SOS. Te quiero.

Paula:
¡Ole! Estoy deseandolo. Pues yo también me aburro, pero está explicando y me lo estoy perdiendo. Ahora, dejame y aburrete sola. Yo también te quiero.

Voy a guardar el móvil cuando me vibra otra vez. ¡No puede por uno vez hacer lo que le digo!

Andrea
¿¡Paula, estás prestando atención en clases!? ¡Increíble! ¿Que habéis hecho con Doña No Me Hace Falta Atender En Clase Por Que Soy Lista? ¿Donde está mi mejor amiga? Te quiero Doña Ahora Atiendo En Clases. Lo admito, me aburro mucho.

Sonrío. ¡Ahora soy Doña No Me Hace Falta Atender En Clase Por Que Soy Lista! Ya se que no presto atención, y cuando lo hago la gente se sorprendente.

Me preparo para responderle, pero una voz furiosa me sobresalta.

-Señorita García, ¿quiere comentar lo que hace que sonría? - era la profesora de Biología.

Estaba con sus regordetes brazos cruzados y mirandome frustrada. Recorro con la mirada toda la clase, y... ¡todos me están mirando! Noto como mis mejillas se calientan. Guardo el móvil en la cartera y agacho la cabeza. La profesora se gira y sigue explicando con voz dura. Los demás se quedan un segundo más, pero al final se dan la vuelta para seguir apuntando. ¡Maldita Andrea!

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Hola! Esta es mi primera historia y espero que os guste.

Entre el amor y la amistadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora