Battle Scars {Tony Stark}

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—¿Alguien a visto a Ana?—Tony preguntó mientras caminaba hacia la sala de estar común. La mayor parte del equipo estaba allí. Había intentado llamar dos veces solo para que no hubiera respuesta. Hubo un rugido general de 'no' en la habitación y suspiró. —Ella no responde a mis llamadas.

—No me sorprende— dijo Bruce. —Ella no estaba exactamente contenta contigo antes.

Tony frunció el ceño a su amigo sabiendo que tenía razón, pero no pudo deshacerse de la inquietante sensación que se había instalado en sus entrañas. Desvió su mirada hacia Steve. —Intenta llamarla, ¿si?

El súper soldado rubio se encogió de hombros y sacó su teléfono para llamarte. Poco tiempo después, lo volvió a guardar en su bolsillo. —Sin respuesta.

—No me gusta esto— Tony expresó sus pensamientos.

—No significa nada, Stark. Probablemente no quiera que la molesten. ¿Estás captando algo a través de ese enlace que tienen los dos?— Preguntó Natasha.

Sacudió la cabeza y se pasó la mano por la nuca. —No, pero esto no es propio de ella.

Bucky resopló y puso los ojos en blanco. —Tengo esto.— Se llevó el teléfono a la oreja. Después de un momento, su sonrisa decayó y su mirada se entrecerró. —Ella no responde.

El equipo intercambió una mirada. Siempre atiende las llamadas de Bucky. Siempre.

—Bien. Ya es suficiente.—Tony juntó las manos. —Jarvis, rastrea el teléfono celular de Ana. Consígueme una ubicación.

—De una vez, señor.—Hubo una pausa. —El teléfono de la señorita Torres está en su oficina.

Tony levantó la cabeza de un tirón. —Pensé que habías dicho que ella no estaba en la torre.— Había sido lo primero que había intentado cuando ella no respondía a sus llamadas.

—Eso es correcto. Ella no, pero su teléfono sí— fue la respuesta nítida y acentuada.

—Mierda—dijo Nat después de un momento de pausa, haciéndose eco de los pensamientos de Tony exactamente.

***

Me desperté de repente, con un grito ahogado. Después de un momento de confusión, todo volvió a mi. Levanté la cabeza para encontrar que estaba en una silla en medio de una habitación que de otro modo estaría vacía. Una bombilla desnuda colgaba encima de mi para iluminar la habitación. Era casi como si alguien hubiera visto muchas películas de mala acción y hubiera tomado notas sobre la habitación estereotipada para sujetar a una víctima de secuestro.

Tenía las manos atadas detrás de la silla, lo que hacía que me dolieran los hombros. Una vez que me di cuenta de que no estaba restringida de ninguna otra manera, frunci el ceño. Algo parecía extraño en todo esto. Gritaba amateur, poco profesional, y dada la plétora de enemigos que tenían los Vengadores, era extraño por decir lo menos.

Por supuesto, ser secuestrada era extraño en sí mismo. Al pensarlo, me pregunté cuánto tiempo había estado fuera y si alguien me extrañaba todavía. Tony no debería tardar mucho en rastrearme una vez que se de cuenta de lo que había sucedido. Después de todo, podría hacer que Jarvis rastreara tu teléfono ... que dejé en mi escritorio en la torre antes de irme con nada como una completa y absoluta idiota. Hija de puta.

¿Mataría al universo hacer las cosas simples por una vez? Solté un suspiro. Tony todavía me encontraría. Solo tomaría más tiempo, eso es todo. Las voces llegaron a mi desde el pasillo, interrumpiendo mi charla de ánimo interna. Mi mirada se dirigió a la puerta y mi corazón latió con fuerza mientras esperaba ver quién entraba por ella.