Battle Scars {Tony Stark}

[17]

Tony apretó los dientes mientras el dolor atravesaba su mejilla. Instintivamente se estiró para poner su mano contra él, aunque sabía que era la herida de Ana, no la suya. —Hijo de puta, eso duele.

Todos los ojos se volvieron hacia él.

—Alguien la golpeó— espetó.

—¿Estás seguro de que eso es lo que pasó?— Preguntó Bucky. —Tal vez se cayó o algo así.

Tony tampoco quería pensar en que Ana fuera golpeada, pero eso fue definitivamente lo que sucedió. Encogió un hombro. —Créame, me han golpeado en la cara lo suficiente como para saber qué se siente.

—Sí, lo compro—dijo Bruce después de una pausa.

Nat puso una mano sobre el hombro de Tony. —La recuperaremos, Tony. Ella estará bien.

Sacudió la cabeza cuando una risa sin humor se le escapó. —Sé que lo hará, Nat.

—Estás sorprendentemente tranquilo con todo esto— dijo Steve.

Tony se pasó una mano temblorosa por la cara. —No estoy tranquilo. De hecho, ni mucho menos. Saber lo que está sintiendo ayuda—Miró alrededor de la habitación a sus amigos y compañeros de equipo. —Ella no tiene miedo. No está preocupada. Eso también ayuda.

Steve frunció el ceño. —Si no está asustada, ¿qué es?

Tony sonrió entonces, incapaz de evitarlo. —Ella está increíblemente enojada.

***

Mantuve la cabeza gacha durante un largo momento, tratando de controlar mis emociones. Tenía una mentira que vender y no funcionaría si mi rabia estaba escrita claramente en mi rostro para que todos la vieran. Con un gemido y un resoplido, sacudi ligeramente los hombros para que pareciera que estaba llorando. —Por favor, no me pegues de nuevo. Te diré lo que quieres saber.

—Pensé que podrías.—La vocecita petulante de Hammer solo sirvió para enojarme más. El bastardo ni siquiera tuvo las pelotas para golpearme él mismo. — Empieza a hablar.

Manteniendo la cabeza inclinada hacia adelante, lanze mi mirada hacia arriba para mirar a su matón. —¿Podría ... ¿Puede esperar afuera? Me asusta.

—Espera afuera, Kevin— ordenó Hammer, su sonrisa engreída firmemente en su lugar.

—Jefe-

—Dije, espera afuera.

Cuando el hombre aún dudaba, Hammer suspiró y abrió la puerta. —Estaremos bien. Ella no es una Avenger, solo sale con uno. Además, está atada a una silla. ¿Qué crees que va a hacer?

Después de una mirada más, el matón finalmente siguió las órdenes y se trasladó al pasillo. Hammer cerró la puerta detrás de él y se volvió hacia ti. —Está bien, Ana. Cuéntamelo todo.

***

—Señor, el Director Fury está en la línea para usted.

Tony apartó la mirada de la pantalla donde estaba viendo el video en el que te empujaban al auto por décima vez y miró la pantalla que mostraba a Fury en espera. Había estado mordiendo la punta de su pulgar y se lo sacó de la boca. —Dígale que estoy ocupada. Tendré que devolverle la llamada.

Dice que se trata de Torres.

Tony levantó la cabeza y detuvo la reproducción del video. —Hazlo pasar.

—Stark—dijo Fury asintiendo mientras su rostro aparecía en la pantalla principal. Su mirada se fijó en la habitación más allá del hombre con el que estaba hablando y su cara de perra habitual cambió a francamente cabreado. —Llamé para advertirles sobre algunas conversaciones que escuchamos acerca de Ana, pero por la apariencia de todos ustedes, parece que es demasiado tarde.