A REASON TO STAY - VOLKACIO

SECOND NIGHT

(NOTA ACLARATORIA:
Estas pequeñas escenas ocurren después de cada directo a partir del reencuentro Volkacio. Lo que ocurre en ellas es consecuencia de lo que pasa en cada directo, así que si no los estás viendo/no los has visto, es posible que no tengan mucho sentido.
Si aún así quieres leer, espero que lo disfrutes muchísimo!!!)

************

- Pensaba que habías dicho que ibas a preparar la cena... - comentó Volkov, observando las dos bolsas de papel procedentes de la hamburguesería que había frente a la comisaría. 

Horacio sacaba el contenido de las bolsas y lo colocaba con cuidado sobre la mesa de bar que había junto a la piscina. No llevaba camiseta. De nuevo, la noche era muy cálida. 

- Y eso estoy haciendo. - Respondió éste sin mirarle, demasiado ocupado en extender los envoltorios de las hamburguesas y colocarlos como si fueran platos. - ¿Qué tal con Kovacs? 

- Al parecer quiere que vuelva a la LSPD con una función de asesor. - Sintió de nuevo esa sensación de cotidianeidad en esa conversación, con la que no estaba nada familiarizado. Se sentó en uno de los taburetes, dejando uno de sus pies apoyado en el suelo y el otro sobre la barra que unía las patas del taburete entre sí.

- ¿Ah sí? - Horacio se chupó distraídamente el dedo índice que se había manchado con un poco de ketchup, observando la mesa para asegurarse de que no faltaba nada. No parecía haber prestado atención a sus palabras hasta que respondió. - ¿Y vas a decirle que sí aunque fui yo quien te llamó primero? 

Había cierto tono en su voz que Volkov no acababa de saber cómo traducir. 

- Todavía no le he dicho que sí, hombre. 

- Bueno pero se lo dirás - Horacio se sentó frente a él y tomó la hamburguesa entre sus manos. Por segunda vez en el día, Volkov sintió que la había cagado, aunque no terminaba de entender el motivo.

- No, a ver... No es... No he dicho...-

- ¿Cómo ves lo de Carlo? Apuestas ilegales, no pierde el tiempo. 

Ahí estaba otra vez, cambiando de tema tan rápido que no le daba tiempo a procesar y organizar sus pensamientos para explicarse. 

- Sí, no me... no me sorprende, la verdad. Le gusta tanto el juego como el dinero, o incluso diría que más. 

Cenaron con calma. La conversación fluyó, como llevaba fluyendo desde que se habían reencontrado. Sólo llevaba dos días con él, pero sentía como si llevaran meses conviviendo. 

Volkov no recordaba haberse sentido tan cómodo en presencia de alguien en muchísimo tiempo. Empezó a pensar que había sido un error evitarlo durante todos aquellos meses que transcurrieron desde que supo que había vuelto a Los Santos.

Después de las hamburguesas, se sirvieron unos vasos de vodka como habían hecho la noche anterior. La placentera sensación del alcohol arañando su garganta fue ligeramente opacada por la incomodidad que sintió en su espalda al levantar la cabeza para beber. Le picaba ligeramente y desprendía bastante calor. Un pequeño gruñido de molestia abandonó sus labios mientras movía un poco los hombros, como si así quisiera hacer desaparecer la sensación.