III

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Chapter 3:-

-En nada, supongo.-dijo Park desviando la vista a las demás mesas. Rosé se sintió incomoda.

 Yo no seré  la primera en hablar de eso. 

Trataron de no decir nada por un buen tiempo. El mesero llegó con sus platos y ellos aún no habían dicho una palabra. ¿Qué se supone que diga?, se preguntó ella sintiéndose culpable de pronto.

-Chaeyoung.-le llamó él.-¿Crees que será una jugarreta del destino?

-¿Destino.-repitió ella sin entender muy bien a lo que se refería.

-Sí, ya sabes, todo lo que nos ha pasado en sólo un par de días.

-Quizás es que Dios tiene un retorcido sentido del humor.-exclamó ella dándole un sorbo a su copa de vino. Él sonrió y la miró con pericia en los ojos.-¿Qué? .-le preguntó la rubia después de darse cuenta de cómo le miraba.

-Acabas de admitir que si pasó algo anoche.-le dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Rosé se sintió enrojecer, por primera vez en su vida se sentía arrinconada.

-Siempre se sale con la suya, ¿no es así? .-le preguntó fingiendo que no le interesaba.

-No.-concedió él, su mirada se hacía fría. Entonces no dijo más nada y se concentró en devorar su plato lo más educadamente posible.

Ella se quitó las gafas y empezó a comer su almuerzo. Estaba delicioso, pero realmente no podía disfrutarlo, así que se detuvo y soltó los palillos. Su acompañante lo notó y frunció el seño.

-¿Estás a dieta, o qué? .-le preguntó sin el mayor reparo en lo que decía.

-¿Eh? .-exclamó la menor, ruborizándose.

-Lo preguntó por que tengo que decirte, que no lo necesitas.-dijo rápidamente sintiéndose triunfador por sus palabras. Ella frunció el ceño.

-¿Podría dejar de llevar la conversación al mismo lugar? .-bufo molesta.

-¿A dónde? .-jugó.-sólo dije que no necesitas hacer dieta.

Rosé abrió la mandíbula, sin embargo las palabras no salieron. Estaba demasiado molesta.

-No te enojes conmigo, cariño.-le sugirió Jimin.-tú fuiste la que me evadió primero.

Ella no contestó.

-Actuaste como si no me conocieras.-prosiguió él, tomando un trago del vino.

-No te conozco.-le espetó. Él enarcó una ceja, era verdad.

-Touché.-aceptó él.-¿entonces por qué te exasperas tanto?

-Esta conversación no tiene sentido.-explotó ella e hizo ademan de levantarse de la silla.

-Mejor siéntate.-dijo alzando la mirada conectándola con ella.-vas a llamar la atención.

Ella lo miró patidifusa, se notaba que estaba disfrutando la conversación. Se volvió a sentar y realizó un increíble esfuerzo por terminarse la comida. Él también terminó.

-¿Qué te dolió más? ¿El corazón o el ego? .-le cuestionó de pronto ella.

-¿Disculpa? .-exclamó sin comprenderla.

-Lo de ayer, lo que... te llevó al bar, ¿te dolió más en el ego o en el corazón? .-insistió sin querer verlo a la cara.

Jimin no le contestó. En ese momento llegó el mesero y les ofreció tomar un postre, mas, Rosé se negó y pidió la cuenta. Pagaron cada uno su parte y salieron a tomar un taxi para volver a sus respectivos trabajos.

𝐁𝐀𝐑 𝐋𝐎𝐕𝐄 + JiRoséDonde viven las historias. Descúbrelo ahora