Te odio cada día mas...

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_ No entiendo como pasó esto._ el director se cruzó de brazos._ Es que, es ilógico que hayan podido terminar de este modo dos de mis mejores estudiantes.

Rodé los ojos. Yo creo que es imposible que nosotros seamos de sus mejores estudiantes. Créanme, he estado en la oficina del director un montón de veces y siempre me sale con eso. Creo que es psicología moderna, nos dice que somos excelentes personas para que nos lo creamos y lo seamos, pero yo no soy tan ingenua.

Un largo suspiro me llamó la atención y volteé a mirar a McCain. Parecía algo aburrido, pero la mancha de salsa que tenía en la cara y los trozos de papas fritas en su cabello, me eran muy divertidos de admirar.

En otro caso, les resumiría los hechos del porque estamos ambos en la oficina del director, pero fue tan divertido que haré eso que llaman FLASHBACK.

Entre a la cafetería como todos los días a la hora del almuerzo. Si, es cliché.

_Muero de hambre._ le informe/grite a mi amigo Lyan en el oído.

_ Tu siempre mueres de hambre, termina de dejarnos de una vez por todas y ve hacia la luz._ gritó exasperado, ganándose miradas de nuestros compañeros.

_Ly, en otro caso te hubiera habría golpeado, pero estoy tan débil que las pocas energías que tengo las gastaré yendo a buscar una o dos hamburguesas._ dije, dirigiéndome al servicio de comida como toda una modelo.

Tengo que admitir que hay veces en las que amo esta escuela. Tenemos días de hamburguesas y otros de tacos y otro de pizza, no es que solo sirvan eso en el día, sino que siempre hay de donde escoger.

Como toda persona normal, hice la cola para la comida; tomé mi bandeja y esperé mi turno. Nah, es broma. ¿A quién engaño? Perdón por mentirles, pero la verdad es, que vi a McCain adelante en la cola y fui directo hacia donde él para quitarle su turno.

Si, soy una persona muy civilizada.

_ ¡¿Qué te pasa?!_ se quejó Cameron.

_ Tengo hambre._ dijo lo más obvio del mundo._ ¿Acaso quieres que muera de hambre?

_ Tú tienes hambre, yo tengo hambre, ¡todos los que están en la cola tienen hambre! Espera tu turno.

Lo ignoré, y me serví las únicas dos hamburguesas que quedaban.

_ No tengo nada en contra de mis compañeros que están en la cola._ dije mientas me servía la segunda hamburguesa.

_ Yo también quiero hamburguesa._ hizo un puchero.

_ ¿De verdad?_ un pequeño toque de pena llego a mi corazón, algo tan pequeño como un grano de mostaza. Asintió con la cabeza y mi interior se contrajo, parecía un niño pequeño, pero luego volví a la realidad de las cosas y recordé aquel café en mi cabello, las incontables horas que pase restregándolo en shampoo, y los embaces que gaste para ello._ Pues te aguantas.

¿Qué? Les dije que la pena que sentí fue muy pequeña.

Salí de la fila y me dispuse a ir hasta donde Lyan, hasta que el idiota volvió hablar.

_ Eres una gorda glotona._ en ese momento me detuve y comencé a contar para tranquilizarme. - Vamos Macansy, olvídalo, por la comida- me propuso mi conciencia. No funcionó en lo absoluto.

_ ¿Qué fue lo que dijiste?_ me giré lentamente para mirarlo a la cara.

_ He dicho que eres una gorda glotona._ se acercó a mi saliendo de la fila._ No es normal que una chica coma tanto, es asque...

No lo deje terminar, tome mi hamburguesa y se la arrojé en la cara.

_ ¡Yo como lo que quiera!_ toda la cafetería quedó en silencio y mis gritos eran el centro de atención._ Resulta que no soy como las zorras anoréxicas con las que sales, que se mueren por comer dos grasosas y deliciosas hamburguesas pero para que te las lleves a la cama solo comen ensalada. Para tu información, las hamburguesas son más nutritivas que la ensalada.

All for a CoffeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora