New things and crazier persons

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_ ¡Arrójale café en el cabello!_ gritó Clear de repente. Tenía varios minutos pensando solo para decir eso.

Estamos en mi casa, y no es por presumir pero deben de saber que tengo una increíble y hermosa casa. Para mi la piscina es una tontería, yo tengo un yacusi y en el estábamos Clear y yo ideando una manera para dañar físicamente, psicológicamente y sentimentalmente a Cameron McCain.

_ Eso fue exactamente lo que el me hizo. ¿No puedes pensar en algo mejor?

_ Lo siento Macansy, pero su guapura me distrae._ dijo obvia mientras tomaba de su malteada.

_ Bien pues pensaré en algo mejor después. Ahora, es noche de películas.

_ Voy por las palomitas y la nutella._ Clear salió del yacusi, se envolvió en una toalla y emprendió su camino.

_ Yo voy a llamar a Ly.

Tomé mi teléfono que estaba junto a mi bebida y marque al número de mi queridísimo amigo, quién contestó al segundo tono.

_ ¿Qué hay cerda come tacos?_ me saludó, ¿ahora entienden porque exagero cuando digo queridísimo?

_ Si vuelves a llamarme así le contaré a Clear sobre tu colección de my little pony. _ le amenace.

_ Lo que usted ordene alteza.

_ Ven a mi casa, es noche de películas.

_ ¿Clearklyn está ahí?_ preguntó.

Rodé los ojos.

_ Si algún día tuvieras que elegir entre ella y yo, ¿a quien elegirías?

_ Mac, no me hagas preguntas que no voy a responder. Estaré ahí en diez.

Salí del yacusi y me envolví en una toalla. Subí las escaleras de mi mansión para ir a mi habitación. Me cambié mi bikini por una blusa holgada y unos short, cuando estaba recogiendo la ropa mojada, Clearklyn entró a la habitación.

_ ¿Qué tal un cambio de ropa?_ preguntó, al mismo tiempo en el que abría el armario.

_ ¡Claro! Como decirte que no._ dije con sarcasmo.

_ ¿Qué ha dicho Lyan?_ preguntó de repente.

_ Ha dicho que vendrá porque me adora y me respeta mucho._ ironicé.

_ Hay cosas que nunca creé.

Baje las escaleras para terminar de preparar todo, iba tarareando la canción de Blank Space, como en el vídeo, iba bajando con glamour las escaleras, hasta que el timbre sonó.

Abrí la puerta y me encontré con la hermosa figura del idiota de mi mejor amigo.

_ Galloway. _ le llame por su apellido.

_ Whithe_ el me siguió el juego._ ¿Dónde esta el amor de mi vida?

_ La arroje por el balcón. _ dije sería y Lyan salió disparado escaleras arriba.

Aproveché este momento para preparar todo para la película, mientras que mi música ambientalista eran los gritos que Clearklyn le daba a Lyan por el entrar a la habitación mientras ella se vestía. Lyan me agradecerá luego.

Después de un rato ambos bajaron y la pregunta del millón la dijo Clearklyn.

_ ¿Qué peli vamos a ver?

_ Brillantina. _ dijimos Lyan y yo al unísono.

_ Acaso están sincronizados.

Si, era nuestra película favorita. Es algo vieja pero a ambos nos gusta. En fin, pusimos la película y pasamos una tarde increíble.

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Una hermosa melodía entró en mis oídos cuando cruce la puerta de la escuela. La voz de un chico se escuchaba en todo el pasillo y me daba la sensación de haberla escuchado antes pero ignoraba de dónde.

Como soy una chica curiosa y con sentido común fui a ver de donde provenía, y llegue al salón de música. La puerta estaba entre abierta y me asomé para ver sin ser vista.

Un guapísimo chico de pelo azabache estaba tocando la guitarra y cantando al mismo tiempo. Mis ojos se hubieran llenado de admiración e incluso me hubiera enamorado al instante de él, pero lastimosamente aquel chico era nada mas y nada menos que Cameron McCain.

Llevaba una playera negra y unos vaqueros gris gastados. En sus pies, que se movían al compás de la música, tenía una converse del mismo color que su playera. Su boca se pegaba al micrófono y se movía con cada verso que cantaba. Tenía unas terribles ganas de ir allí y... romper cada una de las cuerdas de la guitarra para cobrar lo de mi cabello.

¿Qué? Pensaban que diría algo como, ir allí y comérmelo a besos y que en vez de que su boca se mueva con la música, que lo haga con la mía. Eso no pasará, ¡Mac quiere venganza! Y la pose sexy de un chico guapo mientras canta no cambiará nada.

Otra voz diferente a la de Cameron de comenzó a oír e intenté mirar mas de cerca para saber de quien se trataba, pero no lo pude ver bien. Para mi mala suerte la puerta terminó de abrirse y caí de bruces en el suelo.

_ ¿Estas bien?_ dijo una voz conocida.

_ ¡Claro! Estoy de maravilla, la vista desde aquí es hermosa. _ dije con sarcasmo.

_ ¿Qué pasa Cam?_ el otro chico se acercó a nosotros mientras yo me paraba del piso. El idiota de Cameron no es un caballero.

Cuando estuve de pie, pude ver mejor al chico. Rubio de ojos verdes hipnotizantes, llevaba una playera azul y unos pantalones caqui que le llegaban hasta después de la rodilla y unas vans negras.

_ ¡Pero si eres tu!_ gritó el rubio. Cameron se sorprendió y también me miró, pero parecía algo desconcertado. ¡Es enserio! Yo pensando en destruirle y el se había olvidado del incidente.

_ ¿Nos hemos visto antes?_ preguntó McCain.

No es por decir nada, pero estaba enojada así que lo que hice a continuación es algo que no deberían de hacer en casa.

_ Haber si esto re refresca la memoria. _ con toda la fuerza que tenía volví a pegarle en su parte sagrada.

El pobre chico cayó al suelo y se retorció de dolor mientras que su amigo se acercó a mi y me extendió su mano izquierda.

_ Hola, soy Jordan. Un gusto. _ tengo que admitir que me cae bien, esas son cosas que solo yo haría. Una chica golpea a mi amigo sin razón alguna en donde no le da el sol y yo aprovecho para ligar con la chica.

_ Soy Macansy. _ le estreche la mano._ Digo lo mismo.

_ Oye Cam, no dijiste que la chica que te había pegado era tan simpática. _ se volvió a McCain que intentaba incorporarse._ Macansy, puedes ser futbolista.

_ Lo se, siempre me lo han dicho.

_ ¿Es tu pasatiempo golpear a los chicos? _ dijo divertido.

_ Solo a los que me arrojan café en el cabello y luego lo superan._ dije, cruzando de hombros.

_ Procuraré nunca hacerlo._ entró sus manos en uno de sus bolsillos y sacó su teléfono celular. _ ¿Me das tu número?

_ Claro. _ hice lo mismo que él e intercambiamos número y Facebook.

_ Jordan podrías ser un mejor amigo y no alejarte con el enemigo. _ Cameron se unió a la conversación, luego se giró hacía mi. _ Macansy, lo siento, ¿puedes olvidar lo del café?

_ No, no puedo. _ giré sobre mis talones y me acerqué a la puerta. _ ¡Adiós Jordan!

Así es la historia de como volví a patear con un buen golpe el trasero de Cameron McCain.

***

Aquí otro capítulo, Jordan en multimedia.

All for a CoffeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora