Faldas y asuntos rarisimos

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Una semana.

¡Ha pasado una maldita semana!

No puedo comer tranquila, no puedo dormir tranquila en clase, no puedo respirar tranquila.

Al día siguiente de mi venganza, mis compañeros alimentaron mi ego diciendo que soy la chica mas cool y guay que haya podido existir sobre la fax de la tierra, -aquí no hay nada de sarcasmo- Cameron no asistió a clases por dos días seguidos, pero cuando regreso me puse alerta, esperando su próximo golpe. Lo que no ha pasado en toda la semana, incluso ya tengo alucinaciones.

_ Mac, ¿se puede saber que haces con ese horrendo paño en la cabeza?_ me preguntó Lyan ofendiendo mi pañuelo de diseñador que me había regalado mi padre en navidad.

_ No es para nada horrendo Ly, pero no me lo puedo quitar porque me estoy protegiendo de posibles daños a mi cabello._ le respondí, apunto de entrar al salón de Literatura, pero antes de hacerlo miré por encima de la puerta si había algún balde con algún liquido extraño, como no era así seguí caminando.

_ No creo que ese chico te vaya hacer algo, ya lo dejaste lo suficientemente traumatizado._ volvió a hablar él sentándose en su lugar de siempre.

_ Lyan, ¿es que acaso no recuerdas lo que hizo cuando me vio el jueves?_ le pregunte exasperada.

_ Si, te sonrió y saludo muy amistosamente. A pesar de que tu te niegas a pedirle perdón por casi quitarle la vida.

_ Esa sonrisa, fue la mas falsa e hipócrita que haya visto en mi vida. Lo sabes. Y me niego a pedirle perdón a mi enemigo, eso acabaría con el odio que siento hacia él._ me crucé de hombros molesta.

_ ¿Cuál odio? Si solo estas encaprichada con hacerle sufrir._ dijo él mientras rodaba los ojos. Iba a decir algo, pero el profesor entró al salón y me interrumpió.

_ Buenos días estudiantes, hoy es un día esplendido para estudiar. ¿A que si señorita Whithe?_ dijo mientras me miraba muy alegre. Esto iba para largo y no me daba buena espina.

_ ¿A que se refiere profesor?_ pregunte haciéndome la inocente.

_ Me refiero a dos cosas, la primera, es que ese pañuelo de anciana no esta permitido en mi clase y la segunda..._ se acercó a mi, a pesar de que estaba casi al fondo del salón venia como si la idea de caminar entre los pupitres le encantara._ el director me ha dado esto cuando venia para acá._ sonrió socarronamente y lleno de alegría, extendiendo un trozo de papel frente a mi cara_ No me molesta decir, que, me alegra no tenerla en mi clase por el día de hoy.

Rodé los ojos y solté un bufido, a mi también me encantaba la idea de no estar ahí, pero no lo dije. Me limité a tomar mis cosas y salir del salón.

_ Adiós, señorita Whithe._ dijo el profesor desde la puerta cuando ya estaba en el pasillo camino a la dirección.

Caminando por el pasillo, miré el trozo de papel que el profesor me había entregado. Era la letra de Harol, pero  no sabia para que me citaba. Que yo sepa no he hecho nada malo, desde...

Me paré en seco con solo recordar lo que había hecho. Era lo único que se me había cruzado por la cabeza y la persona responsable tenia nombre y apellido. Me dispuse a irme por donde había venido, pero, una voz me detuvo.

_ Buen día Macansy, has cumplido tu promesa._ me saludo la secretaria. Ya era demasiado tarde para dar marcha atrás.

_ Hola Bethy, ya sabes, yo siempre cumplo mis promesas._ sonreí nerviosa. ¿Por qué demonios estaba nerviosa?

_ Pasa, el director te esta esperando.

Hice lo que me dijo y entre a la oficina del director, él tenia la mirada fija en la puerta pensado el algo que seguramente no tenia sentido.

All for a CoffeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora