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Estaba tranquilamente deslizando mi dedo por mi celular, revisando sin ninguna emoción Tumblr cuando Dinah mencionó la pregunta de la cual estaba escapando:

-¿Cuando se lo dirás a Lauren, Mila?- Sentí un repentino nudo en mi estómago.

-Quisiera no decírselo nunca.-Respondí.

-Camila, tendrás que hacerlo, sino se enterará por alguien más y todo será peor.

-Lo sé, pero al decirle todo se va a hacer...real ¿entiendes?-Ya sentía el nudo en mi garganta, pero ya no quería llorar por eso.

-Te entiendo, Mila.- Dinah me abrazó por los hombros.- Tranquila...

Respiré profundo para calmarme. Baje la mirada hacia mis manos y ahí estaba el anillo que Lauren me regaló. Lo miré para que de alguna manera me diera fuerza o valor pero realidad me fue imposible contener las lágrimas al verlo. No podía hacerle esto a ella.

-No quiero irme...-Solloce.

Yo tenía un plan para el futuro. Como cualquier persona tiene uno aún sin saber si llegará a un mañana o no. Mi plan para el futuro era ir a una Universidad pública justo donde vivía. También irían Lauren y Dinah conmigo porque esta Universidad tenía las opciones perfectas para nosotras. Ya lo habíamos discutido y a todas nos parecía perfecto. Y lo único que me hacía sobrellevar la secundaria era la imagen de mi novia, mi mejor amiga y yo, viviendo toda la experiencia universitaria. Juntas.

Pero el destino jugó una mala jugada conmigo mientras estaba visitando a mi abuela: mis padres me dijeron que estudiaría en un colegio al otro lado del país, literalmente. Me lo dijeron de sorpresa y estoy segura que ellos esperaban una reacción alegre o agradecida, pero les dije que yo ya tenía un futuro planeado. Claro que no les importó y dijeron que ya estaba decidido y era lo mejor para mi. Basura.

Por eso es que decidí simplemente perdonar a Lauren cuando besó a otra: no quería gastar el tiempo que me quedaba con ella estando molesta. Quería ser feliz a su lado.

Limpié mis pocas lágrimas e intente calmarme.

-¿Te sientes mejor? - Preguntó Dinah. Asentí.

-Un poco.- Agregué.

-Mila, lo siento, pero ya tengo que irme.-Dijo, mirando su reloj.-Tienes que decírselo.-Me recordó.

Solté un suspiro.

-Tal vez lo haga hoy.- La esperanza de que mis padres cambiasen de opinión era otra cosa por lo que aún no le decía nada.

La acompañé hasta la puerta y, una vez ahí, me abrazó por sopresa, aunque resultó lindo a mis padres.

-No quiero que te vayas, Camila.-Me dijo antes soltar el abrazo. Ella no esperaba que dijera nada y yo no sabía que decirle: me sentía peor. Se alejó con un gesto de despedida en la mano y yo hice lo mismo antes de entrar a casa de nuevo.

Yo sabía que a Dinah también le afectaba mi ida, pero cuando me dijo eso, me sentí triste, pero sobre todo me sentí enojada con mis padres por obligarme a esto. Lo peor que estaba casi segura de que lo hacían que yo salía con una chica.

Entre furiosa a la cocina donde estaba mamá.

-Dime qué quieres que haga para que dejes quedarme y lo haré.-Dije, sin dejar que la molestia fuera notoria.

-No hay nada, Camila, ya está decido.-Dijo, segura sin ni siquiera mirarme.

Mordí mi labio inferior para evitar que las lágrimas salieran. Dios, estaba tan cansada y molesta de llorar.

-Es por ella ¿verdad?

-¿Quien?- Claro que sabía de quién hablaba.

-Lauren, mamá. Es por ella que quieren mandar al otro lado del país. Porque no soportan que yo sea...

-¡Ya basta, Camila!-Sabía que me interrumpió porque se negaba a escuchar esa palabra salir de mi boca.- ¿Te soy honesta? Sí, en parte es por ella. No creo que tú seas...esa Lauren no es buena para ti: Te tiene confundida, hija.

-Mamá-comencé, calmada.- No estoy confundida, alguna vez lo estuve como cualquier persona que pasa por lo que yo. Lauren no me confunde, ni me hace mal, de hecho es todo lo contrario.

-Si no fuera por ella, tú serías una joven normal.

-Y si no fuera por ella, sería por otra chica porque hay cientos de mujeres hermosas en el mundo, ya que, bueno, soy gay.

-Camila, por favor, tú no eres así -su voz era triste y aunque me dolía, tenía que decir lo que dije. Mamá tenía que aceptarlo.

-Mamá, yo sigo siendo la misma de siempre. Sigo siendo tu hija y tienes que aceptarme así como soy.

-No.-Se me cayó el corazón hasta el suelo.-Irás a esa escuela y serás la niña normal y linda que solías ser. Fin de la discusión.

Como era "Fin de la discusión", salí echando chispas de ahí.

-¿A dónde crees que vas?- Grito mamá desde la cocina cuando escuchó que abrí la puerta.

-¡A cualquier lugar, menos aquí!-Grité y azoté fuertemente la puerta tras de mi.

Sé que sonaba como el típico adolescente, pero odiaba a mis padres en esos momentos: Mi mamá se negaba a aceptarme y eso me molestaba y dolía. Y mi papá no decía nada, hacía como si yo ni nunca le hubiese dicho algo, cosa que no era mejor que lo otro.

Me dirigía a casa Lauren. Iba a decirle, a quejarme de mis padres con ella. De hecho, una parte de mi iba con la idea de planes huir con ella o vivir en su casa.

Pero justo cuando iba medio camino a donde Lauren, me llegó un mensaje de mamá, diciendo que ella estaba en mi casa. Casi podía sentirla reírse de mi.

Quejándome, tome el camino regreso a casa, preguntándome por qué Lauren no me había avisado que iría a mi casa

Cuando llegué a casa, entre y pude notar que mis padres no estaban cerca, así que pude ir rápidamente a besar a Lauren quien estaba en la sala. Pero no pude besarla, porque ella me detuvo.

-¿Cuando me ibas a decir que te ibas?-Dijo, con un hilo de voz.

No, we're not friends [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora