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Llegue a la escuela con una extraña sensación de nervios y miedo. Hoy, Lauren y yo le diríamos a todos que éramos novias. Había estado esperando este momento durante mucho y creí que cuando llegara, me sentiría completamente feliz y sí me siento feliz pues ya podría tomar en público la mano de la persona que amo, pero también me sentía nerviosa y con miedo sobre cómo la gente tomaría lo nuestro. Sé que no debería importarme lo que un montón de extraños piensan de mi relación, pero no podría vivir el resto de la escuela con cientos de miradas acusadoras. Si me siento así por la "aprobación" de extraños no es difícil de adivinar cuan aterrada estaba por decirle a mis padres.
Pensaba en decirles en la cena para que hubiera suficiente tiempo para gritarme, correrme de la casa o tal vez aceptarlo como buenos padres. No tenía ni idea de como lo tomarían.
Mientras caminaba por los pasillos, alguien llego por detrás de mi y planto un beso en mi mejilla. Me emocione al creer que era Lauren, pero no.
-Oh, hola, Austin.-Dije con notoria incomodidad. Él sólo sonrío a modo de saludo.
-Oye, quería preguntarte si quisieras salir conmigo, de nuevo.- Mierda. ¿Cómo le decía 'no' de una manera amable?
-No.- Bien hecho, Camila.- Es decir, no puedo.
-Oh, ¿se puede saber por qué?
-Porque...-Estaba pensando en qué decirle cuando mi salvación llego besando mis labios. Lauren.
-Porque tiene novia.- Respondió por mi. Yo sonreí al verla y tome su mano.
-Lo siento.- Dije mientras lo dejábamos atrás en los pasillos.
-Idiota.-Murmuró Lauren.- En un momento creí que te iba a perder por ese tonto sin cerebro.
-Imposible.- Me recargue en su hombro.- Tú eres más linda. -Lauren me beso.
-Te amo.
-Yo igual.-Respondí.- Oye, ¿le dijiste a tus padres?
-Sip
-¿Y qué te dijeron?- Pregunté con algo de nervios.
-Lo aceptaron. Lo aceptaron mejor de lo que pensé.-Me sentí un poco más aliviada.- ¿Y los tuyos?
-Se los diré durante la cena.- Lauren notó mi angustia.
-¿Qué pasa?- Me pregunto.
-Tengo miedo de cómo lo vayan a tomar.- Respondí mordiendo mis uñas, cosas que sólo hago cuando estoy realmente nerviosa por algo.
-Tranquila. Todo saldrá bien.
-¿Pero qué tal si no es así? ¿Y si me gritan o me corren de la casa o no me dan de cenar o me obligan a alejarme de ti o si...-Iba a continuar de decir los malos escenarios de no ser que Lauren me calló con un beso.
-Si te gritan, tapa tus oídos y todo pasara rápido. Si te corren, sabes que yo estaría encantada de recibirte en mi casa. Si no te dan de cenar, llámame y te llevaré una hamburguesa...- Esta vez yo la besé.
-Y no podría nunca alejarme de ti.- Respondí.
Me sentí más calmada después de contarle a Lauren mi miedo a la reacción de mis padres. Paso el día entero tranquilizándome cada que vez que me veía mal por lo mismo. Me hacía reír, me decía algo calmante o simplemente me abrazaba. Lauren era la mejor persona cuando de calmarme se trataba. Ella sabía exactamente qué hacer. Era una razón más para amarla.
El tener nervios por lo que la gente de la escuela pensara de nosotras, fue un desperdicio. No tenía porque haber estado nerviosa por eso. No pareció importarles mucho. Algunos sí venían a nosotras y nos preguntaban si éramos novias (cosa que era muy obvio, pero creo que sólo querían asegurarse) Lauren y yo contestábamos que sí y las personas de iban ya sea felicitándonos o calladas y guardándose sus comentarios. Tal vez era una señal de que todo saldría bien con mis padres.

La hora de cenar transcurría en silencio. Un silencio que hacía que el nudo en mi estómago creciera. Sólo estaba esperando a que acabáramos de cenar para decirlo.
-Sofi,- Le dije a mi hermana.- ¿Por qué no vas a ver televisión? Iré contigo en un momento.- Sofi sólo asintió y desapareció del comedor.
-¿Por qué la corriste?- Preguntó mamá.
-Porque necesito decirles algo.
-Bueno, habla.- Dijo papá.
-Emmm...bueno, yo...-Trataba de encontrar las palabras correctas.- Yo tengo novia.
-¿Qué? ¿Cómo que novia?-Preguntó mi mamá poniendo la manos en su cintura. Eso era mala señal.
-¿Te refieres a que es una chica?- Sólo asentí y ellos empezaron a pasarse las manos por la cara.
-¿Significa que eres...-Mamá hizo una pausa como si no pudiera decir la palabra.-...gay?
-No lo sé, yo...
-No lo sabes...no lo sabes...¡¿Entonces qué, Camila?!- Gritó mamá.- ¿A qué estás juego estás jugando?
Voltee a ver a mi padre quien seguía callado y solo viendo la escena.
-Ningún juego, mamá.- Respondí calmada.- Simplemente aún no sé qué soy. Lo único que sé es que la amo, mamá. De verdad.
-Pero, linda...- Dijo papá.- Tienes 17 años. Eres muy pequeña para saber lo que es amar. A esa edad, el "amor" es sólo un juego.
-Tu padre tiene razón.
-No, no la tiene. Él no sabe lo que siento, ni tú lo sabes.- comenzaba a molestarme.- Yo amo a Lauren, mamá. Y lo mejor es que ella me ama a mi. Yo lo sé. Me lo ha dicho y, más importante, me lo ha demostrado.
-Eres muy joven, Camila.- Dijo mi mamá como si sus palabras fueran a hacerme cambiar de opinión.- Disfruta tu juventud. No lo desperdicies con noviazgos complicados y confusiones sin sentido.
-¿Noviazgos complicados? ¿Confusiones?- Oh, ahora sí estaba molesta.- Número 1: tú no sabes nada de mi relación. Número 2: no hay ninguna confusión.
-Oh, pero hace un minuto me dijiste que ni siquiera sabes lo que eres.
-¿Pues adivina qué? Lo descubrí: soy una persona con sentimientos que simplemente no quiere ponerse una etiqueta y que amará a quien sea que su corazón mande.
-¿Adivina qué, Camila? - Replicó mamá.- Somos tus padres y no vamos a permitir que "experimentes" tu tan de mente abierta corazón con cualquier persona. Terminaras con la chica con la que estás y te seguirás enfocando en tus estudios.
-No.
-¿Qué?
-No lo haré. Y no me importa lo que piensen. - Dije y salí de ahí dirigiéndome a mi habitación. Una vez ahí, cerré la puerta y me derrumbe a llorar.
Lo último que les dije a mis padres, aunque me pareció valiente en ese momento, sabía que me traería consecuencias. Pero un castigo en ese momento era lo que menos me importaba. Mis propios padres me habían juzgado y prácticamente me habían mostrado su rechazo. ¿Qué se supone que debería hacer ahora? No iba a terminar con Lauren, pero no quería que mis padres me rechazaran.
Mi teléfono sonó y la cara de Lauren salía en la pantalla.
-Hola.-Conteste fingiendo actitud relajada.
-Hola, amor ¿qué tal te fue con tus padres?- Le iba a mentir, pero no pude porque rápidamente las lagrimas volvieron a salir.
-Mal: dijeron que era muy joven para que supiera lo que es amar y mucho más joven para que fuera una chica a quien amo.- Dije limpiando mis lagrimas.
-Shh...tranquila. Estaré en tu casa en 10
-No.- Me apresure a decir. Mis padres conocían a Lauren y ahora que sabían que era ella mi novia, eran capaz de enfrentarnos a ambas y creía a Lauren capaz de enfrentar a mis padres y eso sólo traería más problemas.- Me escaparé y llegaré a tu casa ¿No hay problema?
-No, no, pero ¿no te meterás en problemas?
-Creo que ya no puedo meterme en más problemas.- Respondí.
-Bien, acá te espero. Te cuidado.
-Ok.- Y colgué.
Baje las escaleras de la manera más silenciosa que pude. Vi que mis padres seguían hablando en la cocina. Quería quedarme a escuchar un poco de su platica, que seguramente sería sobre mi, pero decidí que seria mejor si me escapaba de una vez.

Una vez en casa de Lauren, le conté lo que había pasado con mis padres mientras estaba recostada en su regazo y ella acaricia mi cabello.
-Tranquila.- Me dijo cuando le termine de contar.- Haremos esto: cuando a tus padres estén más calmados, organizaremos una cena, los cuatro, o si quieren mis padres también asistirían. Hablaremos todos de una forma calmada. Mis padres pueden ayudar a los tuyos a aceptarlo. Y yo me mostraré como la chica perfecta para ti y para que ellos no me odien. ¿Qué te parece?
-Me parece una buena idea.- admití, levantándome para sentarme como persona normal en el sillón.- No sé qué sería sin ti.
-Ni yo sin ti.- Planto un dulce beso en mis labios.- Y no quiero descubrirlo.
-Mis padres quieren que me separe de ti.- Confesé.- Les dije que no.
-Camz, no quiero que te metas en problemas por mi culpa...pudiste haberles dicho que...- No la deje acabe su oración y la bese.
-Pero yo no quiero alejarme de ti. Ya te lo dije hoy en la escuela, no podría alejarme de ti y no quiero hacerlo. Te amo, Lauren.

No, we're not friends [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora