Capitulo 2

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La tarde se estaba haciendo presente, el sol tenia sus bellos colores anaranjados, cuando aquel pelinegro salió casi corriendo de el lugar, estaba arto de la miserable vida que le tocaba vivir, simplemente no comprendía porque tenia que sufrir tanto

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La tarde se estaba haciendo presente, el sol tenia sus bellos colores anaranjados, cuando aquel pelinegro salió casi corriendo de el lugar, estaba arto de la miserable vida que le tocaba vivir, simplemente no comprendía porque tenia que sufrir tanto.  

En la parte delantera del barco se encontraba el castaño mirando a un padre con su hija, mientras que ellos veían el bello paisaje.

—Típico, los perros de la primera clase siempre vienen aquí a ensuciar —Se quejo uno de los pasajeros al ver a un mayordomo pasear una banda de perros.

—Eso nos deja saber cual es nuestro lugar —Sonrió Jake.

—¿Podemos olvidarlo? —Rio el chico por la vergüenza —Soy Nishimura Riki.

—Jake Shim — el castaño estiro la mano en forma de saludo.

—Soy Sunoo Kim —Dijo tímido mirando a Riki.

—¿Linda vista? —Dijo Riki en forma de juego.

Pero el castaño no logro escuchar lo que decía, al ver desde lejos a un chico pelinegro mirar el océano desde la parte inferior del barco. Era hermoso, era elegante, era un sueño para el.

—Olvídalo amigo, un chico como el nunca se fijaría en alguien como tu —Dijo Riki.

Un vibra especial se sentía cuando lo veía, era mágico, pero de pronto una chica rubia se acerco a el y tomo su brazo forzándolo a entrar al comedor.  

Aquel pelinegro pensaba:

Vi toda mi vida como si y ya la hubiera vivido, un interminable desfile de fiestas y bailes, dinero y mansiones... siempre con gente intolerante y la misma plática vacía.

Me sentía como si estuviera en el borde de un gran precipicio sin nadie que me ayudara, nadie se preocupaba... ni se daba cuenta.

Fue esa noche donde aquel chico se encontraba corriendo por los pasillos de el barco, harto de su vida, solo quería escapar.

Chocaba con las personas que no conocía y solo se retenía a escuchar sus gritos. Las lágrimas recorrían por sus mejillas, quería morirse, quería acabar con ese sufrimiento, no quería casarse con Giselle... ya no podía más.

Aquella oscura noche, se sentía oscura como sus lamentos de ayuda.

Y sin pensarlo, paso corriendo dejando todo atrás, llamando la atención de aquel castaño que se encontraba mirando las estrellas, quien al escuchar los lamentos decidió seguirlo, a el se le hizo muy raro ver a alguien de primera clase en la parte de la tercera clase.

El pelinegro llego a la parte delantera del barco, miro hacia abajo y vio el océano helado.

 Girando la cabeza a los dos costados, no había nadie quien lo pudiera detener. Si se tiraba al mar, iba a morir, por fin iba a terminar ese sufrimiento y dolor que llevaba.

Titanic || Jakehoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora