P R Ó L O G O

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Desconocido.

«Huir», era lo único qué pasaba por mi mente, pero las heridas de mi cuerpo no me lo permitían.

Probablemente tenía la pierna rota porque el dolor era tan insoportable que estaba a nada de desmayarme.

Puse presión en mi abdomen con la mano para detener la sangre proveniente de una puñalada.

«Él», me hizo esto y además me dejó claro que volvería; así que con gran esfuerzo me levanté.

Miré a todos lados, el frío nocturno me llegaba hasta los huesos, y sin pensarlo más, empecé a correr.

Nunca imaginé que algo tan simple como correr doliera tanto, por un momento pensé en detenerme pero mi vida dependía de cada puto paso que lograra dar.

No tenía opciones, era correr o morir en este asqueroso lugar.

***

Ya no podía seguir.

Lo he intentado, pero ya no puedo dar ni un paso más.

Decide esconderme al no ver otra salida y por un momento mantengo algo de esperanza, hasta que...

No importa dónde te escondas, te encontraré.

Cierro los ojos con fuerza en mi escondite, como si esa mierda me hiciera un invisible.

— No va a tardar en encontrarme.— Susurro para mí.

— Ya te encontré. — dice a mi espalda.

Enseguida me volteo tirándome al suelo de rodillas.

—¡No, porfavor, no lo hagas!. No fue mi culpa todo lo que pasó...no me mates.

Él mantiene una sonrisa torcida tan jodidamente escalofriante.

Mierda, cómo me encanta que rueguen. —ríe.

Y en ese momento supe que indiscutiblemente era mi fin.

The Mistery © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora