CAPITULO 7

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POV CALLE

Mi pecho se sentía vacío, y mi sangre parecía estarme quemando. Me estaba muriendo de celos, me sentía tan celosa de esa mujer quien besó los labios de Poché, me sentía tan celosa de escuchar a la cubana declarar su amor a esa mujer.

Salí casi corriendo de la casa, y me senté a lado de Alejandro

-¿Qué sucede? ¿Y tu Copa? -preguntó, pero no respondí, solo le quité su vaso y bebí un trago largo -Pero que cosa, chica -soltó una risita negando -Vuelves a ser esa chica de antes -rodé los ojos. Aquel comentario no tenia sentido para mí, pues yo no podía ser la misma de nuevo.

-Ya no soy nada de esa chica de quien hablas -respondí mirando a Poché salir de la casa. De solo mirarla, mi pecho se oprimía de nuevo ante recuerdo de otra mujer besándola.

-Calle ¿Puedo hablar contigo? -preguntó con sus mejillas sonrojadas y yo negué.

-No tiene nada que decirme, Poché -fingí una sonrisa, bajando un poco la mirada.

-Déjeme explicarle, por favor -pidió acercándose a mí.

-No tiene que explicarme nada -contesté evitando mirarla, sentía que explotaría en cualquier momento.

-Yo iré a dormir, me tumbaré por ahí en la hamaquita -señaló Alejo hacia el corredor del patio trasero.

-Creo... Creo que yo también iré a dormir -me levanté del lugar para intentar huir, pero cuando miré a Alejandro ya iba metros a delante.

-Calle, por favor -pidió la morena, parecía realmente preocupada.

-Poché, no tienes que explicarme... Lo que yo siento por ti no va cambiar -hablé tratando de ocultar mis celos y ella me miró un poco confusa.

-¿Lo que... Lo que siente por mi? -Preguntó señalandose así misma.

-Si, eres... eres mi amiga y te aprecio mucho. Si esa mujer te gusta o estás enamorada de ella no importa, es tu vida y... yo solo quiero que seas feliz -regalé una sonrisa, pero me sentía fatal de haber dicho aquellas palabras.

-No, no, no. Ella no me gusta, yo no estoy enamorada de ella... -negó cerrando los ojos. Sus palabras me hicieron sentir un poco más tranquila.

-¿De verdad? -asintió rápidamente. Pero recordé sus palabras a la mujer y el temor que le hacía llorar en ocasiones; como la vez que dormí con ella.

-No quiero ser indiscreta, pero... escuché un poco lo que habló con la mujer, y... uhm... también vi el beso -sus mejillas enrojecieron al instante -Escucha, eres mi amiga, no te puedo obligar a decirme las cosas, pero... me gustaría que confiaras un poco en mí. Entendí que estás enamorada y también tienes miedo, no deberías tenerlo ¿Sabes? No creo que debas tener miedo al amor, sea como sea y sea con quien sea -sonreí cogiendo su mano, para hacerle sentir en confianza -No temas... hace unas horas te dije sobre romper muros para ser completamente felices ¿Lo recuerdas? -asintió, vi sus ojos cristalizar -Entonces hazlo, no tengas miedo a nada, sobre todo al amor. Eso es muy bueno, y me gusta saber que... que estás enamorada de alguien.

-¿No me echaría de su vida si fuera una chica de quien estoy enamorada? -preguntó con su voz un poco quebrada y yo negué con una suave sonrisa.

-No te echaría de mi vida por nada del mundo -me acerqué a ella, y la envolví en un abrazo. Yo entendía ese miedo a la perfección -Poché, el temor te aleja de muchas cosas, te hace creer en las imposibilidades.

-Estoy enamorada de alguien -aceptó en un susurro, y eso me lastimó de una manera inexplicable.

-Está... está bien tener ese bonito sentimiento hacia otra persona y que afortunada es de que una chica como tú le tenga ese sentimiento tan especial a otra -murmuré sin dejar de abrazarla, aunque me estuviera partiendo el Alma.

HAVANA [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora