CAPITULO 13

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No cubras la puerta sagrada de tus pensamientos
Abre tus ojos y desnuda tu alma
Permite que yo dirija tus frágiles movimientos
Y que en tu cuerpo solo prevalezca calma
Mentes claras y corazones cálidos
Esto es el péndulo del dolor
Es el universo de heridas y libidos
Es la atracción hacia tu cuerpo y tu calor
No tengas miedo solo es la noche que nos persigue
Lo hará hasta nuestro lecho de muerte
Por el infierno puedes hacer que camine
Controlando mi vida y mi suerte
La condición es que la luz del mundo apagues
Que el placer y el amor surjan cuando me hables
Y que con locura y con fervor esta noche me ames.

*****

POV POCHÉ

Continuó con sus besos y cada segundo me volvía más y más loca por ella. El deseo de tenernos volvía y era mucho más fuerte; nos envolvía, nos cegaba, nos descontrolaba.

De un momento a otro, nos acostamos sobre la arena mojada, sin importar nada más. Su beso era más profundo, su mano acariciaba mi abdomen con un poco de temor o inseguridad.

Con el paso de los minutos se dio cuenta de lo que me estaban provocando sus besos y sus caricias, pues se detuvo y me miró a los ojos.

-Perdón... -murmuró retirándose, y levantándose; huyendo de nuevo.

-¿Perdón? -pregunté incrédula. Me puse de pie, sin importar que aún seguía en ropa interior -¿Por que huyes? ¿a que le temes? O... ¿No quieres...? -negó acercándose de nuevo.

-No es eso, yo sólo... quiero que sea demasiado especial para ti, mi amor -sonreí negando. Es que esta Dama era muy linda.

-Es que es ya es especial porque eres tú, en este maravilloso lugar... Es... Es a ti a quien me quiero entregar porque te amo, te amo con el corazón, te amo en alma... quiero amarte en cuerpo -susurré mirando sus ojos, que increiblemente se veian mucho más preciosos.

Ella continuó en silencio por unos segundos que me parecieron eternos, pa' mí, significaba dos cosas; una: que simplemente no quería porque tenía miedo. Dos; aún no estaba lista, pues acabábamos de escapar de Evenson

Pero eso desapareció complemente de mi mente al ver como comenzó a quitarse el vestido con toda la calma, sin dejar de mirarme. No pude evitar admirar su belleza de pies a cabeza con su ropa interior, no era la primera vez que la veía, pero si era la primera vez que lo hacía frente a frente, sin vergüenza, sin pudor.

Aún sin decir algo, terminó por desvestirse; quedando completamente desnuda frente a mí. Su cuerpo... Su piel... Toda ella, era indescriptible, es mucho más hermosa que en mis sueños, mucho más hermosa que debajo de aquellas telas casi transparentes.

Se acercó más a mí, y casi con intención de que saliera de este trance, dejó un besito en mis labios.

-Mi cuerpo ya no es puro... -susurró bajando la mirada, como si aquello le pesara mucho más que otros sentimientos -Pero mi corazón y mi alma si lo son... -levantó su mirada y eso es lo que te entrego sólo a ti... -tomó mis manos entre las suyas y dejó un besito en mis dorso -Me entrego a ti, y también prometo ser solamente tuya completamente... y para siempre -selló su promesa con beso. Un beso diferente, un beso que prometía una vida juntas, un beso que parecía que prometía la felicidad y un amor eterno.

Sus suaves labios besaron mi piel, besaron mi alma sus caricias recorrieron cada centímetro de mi cuerpo, rindiendonos con totalidad, sin condición, en verdadera intimidad llevada por nuestro gran amor. Su entrega iba más allá de sólo su cuerpo físico, ella me estaba entregando su corazón, su mente, su espíritu; ella estaba entregandome absolutamente todo su ser. Ésta, era la verdadera intimidad, un acto de amor sin egoísmo, sin maldad, un acto puro con la única intención de ser amada, de ser complacida y valorada.

HAVANA [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora