HAVANA [Caché]

CAPITULO 19

POV POCHÉ

Te quiero así, deliciosa
e insospechada,
porque creo en tu palabra,
porque yo siento que aún
te necesito, porque me alteras
las ganas,
te quiero así estruendosa y
delicada
entre alegría y nostalgia,
porque me gusta tenerte
vida mía y no quiero
que te vayas,
porque el amor cuando
es verdad sale del alma,
nos aturde los sentidos y
de pronto descubrimos
que la piel se enciende
en llamas.

*****

Regresé al hospital después de haber ido a buscar a Rosa pa' pedirle que me cubriera en la jugueria. Cuando llegué a la habitación de Juanito, Calle no estaba, sólo mi mamá y mi pequeño hermanito que seguía durmiendo.

Me quedé sentadita aún ladito, sin decir nada, pues mi madre aún seguía un poco seria.

Me sentía cansada, y debía ser normal después no haber dormido casi nada. Me recosté un poco, y minutos después me estaba quedando dormida cuando mi mamá habló.

-No nos vas a dejar ¿Verdad? -preguntó acercándose al sofá de a lado -¿Dejarías a tu familia por la señora?

-No mami, pero tampoco la dejaría a ella -contesté limpiando un poco mis ojos.

-¿De verdad la amas? -asentí sin mirarla a los ojos.

-La amo con toda mi alma -respondí jugando un poco con mis manos.

-Ella también lo hace -mumuró, y yo levanté mi mirada -Hace un rato habló conmigo la Señora, y... Mientras decia todo lo que tenía guardado en su alma, sus ojos y su mirada también hablaban de ti... -miré a mi madre a los ojos, un poco sorprendida de la manera en la que estaba hablando -Mira hija... comprendeme, pa' mi es difícil todo esto... me cuesta aceptarlo. No tengo duda de que te ama, pero puede hacerte daño... no ella, sino los demás, como el señor Evenson. Tu Padre dijo que era un hombre muy malo, él... además, todo el mundo puede lastimarte también.

-No me importaría, ya no me da miedo el mundo. No me siento aterrada como antes, no me siento aterrada por amar a alguien a quien el mundo dice que no debo -ella negó, bajando la mirada de nuevo -Mamá créeme que Samuel Evenson es el menor de los problemas ahora, no nos puede hacer nada porque Carlos está protegiendo a Calle, a mi también... Incluso a ti, a mis hermanos -tomé su mano entre las mías -Confía en mí mami -ella me miró a los ojos, y nuevamente se quedó en silencio por un tiempesito.

-No sé quien es Carlos, pero... no necesitas buscar más mi aprobación... -dijo apretando ligeramente mi mano -Yo sé que aunque te diga que no, lo harás... Lo sé porque te conozco mija. Y aunque no me parezca.... Lo acepto, lo acepto porque te amo, y no quiero perder a mi hija de nuevo. Quiero que sonrias como la hacías hace un rato cuando estabas con ella... Quiero que seas feliz -cerró los ojos unos segundos, intentando reprimir sus lagrimas. Y yo me sentía feliz por esas palabras -Sé que todo este tiempo no haz sido tú... Desde aquel día que echaste a la Señora... Tú no volviste a ser la misma. Y entonces la odié, la odié porque te había dañado. Al menos eso creía, pero estaba equivocada, quienes te dañamos fuimos tu padre y yo. Nosotros cometimos errores porque creímos que seria lo mejor para ti, queríamos protegerte... pero no fue así... -sus lágrimas comenzaron a rodar por la mejilla -Ya no sonreías, no comias, trabajabas sin parar, no cantabas y bailabas como lo hacias desde chiquitita, mija -limpió sus lagrimas -Cuando conociste al doctor y días después él me dijo que quiera pretenderte, creí que tendrías una nueva ilusión, y olvidarías esa 'idea' de estar enamorada de una... de la señora -negué sintiendo vergüenza.