EPÍLOGO

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Miami Florida, EEUU.
Marzo, 1980.

"Ningún sueño es demasiado
grande para un soñador"

Años atrás hubiera olvidado aquella frase de mi padre, jamás lo hubiera creído.

*****

Lo sueños son deseos que idealizamos quizá desde pequeños, son ambiciosos, es lo que mueve nuestro corazón y nuestra intuición. Muchos de nuestros sueños y deseos, provienen y de nuestra naturaleza humana... y creo que es justamente dicha naturaleza la que nos hace buscar el placer de cumplirlos, porque es lo que nos mueven de emoción.

Muchas veces los sueños se ven tan grandes o tan lejanos que no creemos que sean posibles.

Mi sueño siempre fue ser músico, tener mi propio lugar, y lo más importante; mi hogar, una familia a lado del amor de mi vida, pero no siempre se puede tener todo.

Levanté mi mirada frente aquel espejo de la cómoda, y sonreí; que diferente me veía, ya no era la misma chiquilla de diecinueve que no sabía maquillarse. Era una completa desconocida, una dama, una mujer de casi treinta y tres.

Miré de nuevo mi vestido; era mi favorito, en mi día favorito. Sonreí de nuevo, sintiendo un poco de emoción en la boca de mi estómago.

Busqué sobre la cómoda aquel pinta labios que tanto me gustaba y me coloqué un poco al encontrarlo.

-Perfecto... -me alejé un poco del espejo para verme completamente -Uhm... Algo me falta, algo me falta... -murmuré intentando recordar con exactitud qué -Oh ya... -regresé a la cómoda, buscando en algunos de los cajones aquel lindo collar de 'perlas' -¿Dónde lo guardé? -revisé los demás, hasta llegar el último -Aquí estás -dije con una sonrisa, misma que desapareció al segundo al encontrar aquella cajita vieja. Dejé el collar sobre la cómoda y tomé aquella cajita; pasando mis dedos por los bordes de la misma.

-Mi Cuba... -sonreí dirigiéndome a la cama pa' tomar asiento -Mi habana -respiré profundo, mirando aquella pintura dónde estaba plasmado el hermoso paisaje de mi tierra.

Volví mi mirada a la cajita que abrí con valor, encontrando una foto de Calle, y dos carticas y escritas por ella; la primera me había dado vida a los diecinueve, y la segunda me destrozó por completo a los veintidós.

'....Me duele el alma más de lo podrías imaginar, pero te dejo ir ahora, sin peligro, sana y salva. Te doy esa libertad que tanto anhelabas, te prometí un futuro como ninguno; y así será.

Espero que puedas perdonarme algún día, pero no podría irme de la Isla y abandonar a mi hermano. Èl siempre estuvo ahí, en cautiverio bajo órdenes del capitán. Tenías tanta razón al decir que jamás debíamos confiar en los verdes, y yo cometí el error de confiar nuestra libertad a del Valle.

Él ha hecho la promesa de que saldrían sin problema alguno a cambio de que yo me quedara por un tiempo, para hacer intervenciones en contra de Evenson.

Espero que puedas perdonar el haber roto la promesa de no volver dejarte, espero puedas comprenderlo amor mío. Eres libre y estás a salvo, eso es lo que importa ahora, y sé que puedes hacerlo, sé que puedes hacerlo sin mí; cumple tus deseos, realiza tus sueños... pero por favor, nunca te olvides de mí.

Te he dejado a Efraín, porque solo contigo estará a salvo, te pido por favor que cuides de él. Amalo y cuidalo, él es de mí, él es nuestro hijo... Sé que serás una buena madre con él en mi ausencia.

HAVANA [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora