CAPITULO 22

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POV POCHÉ

Veo las nubes y
siento la lluvia
Todo se viene abajo
nuevamente,
Aunque la memoria se mantiene igual
Todo se viene abajo con el amor y el dolor.
Y tomo las cenizas,
Rumbo a la costa,
Tratando de sacar el máximo provecho a esta miseria.
Porque hay un dolor en micorazón
Y me está destrozando.
Y supongo que esta es la forma en que mi historia viene,
Y me está volviendo loca.
Pero creo que todo se reduce al amor y el dolor.

*****

Habían pasado cuatro días, cuatro días ya de estar encerrada en este horrible lugar. Era más feo de lo que contaban, era más pequeño, oscuro y frío. No había nada más que una banca de piedra, basura, un horrible retrete, una cubetita de madera y una cama hecha de madera cubierta con sábanas manchadas de sangre y otras cosas que no quería saber. Apenas había unas rejillas arriba, donde entraba la luz del día. Este era un horrible calabozo, era totalmente desagradable... pero era lo mejor que había, y es que a diferencia de los otros, yo estaba 'mejor'.

No había dormido todo este tiempo, tampoco había comido, sentía que moría cada minuto que pasaba, no soportaba más la repulsión que tenía sobre mí. Me dolía el alma de una manera que jamás había conocido, me dolía el cuerpo, me dolía el espíritu'. Sólo quería que ésta pesadilla terminara, quería despertar a lado de mi Dama, deseaba que me dijera que solo había sido un mal sueño, una horrible pesadilla; pero eso no podía ser, esto era real, era la vida real.

-Calle... -sollocé su nombre. Tenía tanto miedo de que ella pudiera hacer algo tan malo como regresar a su infierno por culpa mía.

Odiaba tanto que haya venido, que me haya visto de esta manera, pero sobre todo, odié ver su alma romperse por culpa mía. Sentía tanto asco y a la vez tanto odio a mí misma por no poder defenderme... pero no pude hacerlo.

-Que estúpida soy -susurré antes de tomar un respiro.

Miré de nuevo hacia las rejillas, limpiado mis lágrimas, no tenía caso seguir llorando... no arreglaría nada, no podría cambiar nada de lo que pasó, solo quedaba ser fuerte y esperar por la libertad, esperar un milagro.

-Cuando estás seguro de que has tenido suficiente de esta vida, bueno espera... -susurré aquella canción, mirando el cielo despertar a través de las rejillas -No te dejes ir, todos lloran y todos lastiman algunas veces... -mis lágrimas volvían a caer -A veces todo está mal... Ahora es hora de cantar tambien... sólo espera, espera... -no pude más. No pude continuar porque mi voz se rompía al hacerlo.

Cerré los ojos, y me dejé caer al suelo, llorando de nuevo, y es que no podía dejar sentir miedo; miedo por mí y por Calle.

Me aterrorizada pensar en la idea de que Calle pudiera volver con Evenson por mí, por mi libertad.

Respiré profundo y negué intentando no pensar en cosas malas, porque esos pensamientos sólo me dañaban mucho más. De repente, se escuchó un escándalo en las celdas y eso me alertó.

Busqué a mi alrededor algo con lo que pudiera defenderme, pues yo sabía lo que me esperaba antes de que me llevaran a Santiago; los guardias me lo habian advertido.

-Carajo... -murmuré pensando en que debía hacer, y de pronto se me corrió una loca idea.

Rápidamente me levanté del piso y regresé a las viejas rejillas para intentar sacar alguna de ellas.Hasta que encontré una suelta de un lado, y comencé a forzar pa' sacarla por completo.

HAVANA [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora