Calm Me Down [HopeNam/NamSeok]

Capitulo tres

7 años.

-¡Papá! Namjoon no quiere probar mi helado. -exclamó el infante amenazando con un llanto caprichoso, de aquellos que eran más por llamar atención que por algo realmente preocupante.-

-Sabe a pasta de dientes. -el pequeño de mirada profunda y hoyuelos característicos respondió sin prestar atención a las expresiones de su pequeño hermano, demasiado enfocado en las acciones de su hermano mayor.-

-¡Pero no lo has probado aún!. -el llanto del más pequeño de sus hijos le hizo suspirar cansado, por más que amara a sus hijos no podía mantener aquella paciencia que tanto le caracterizaba, pero en su defensa mantenía su paciencia intacta cuando era su esposa quien se mantenía a su lado cuando aquellos niños se ponen así de caprichosos.-

-Jiminie, si tus hermanos no quieren probar no los puedes obligar, recuerda que son mayores que tú y saben un poco más que tú.

-Pero quiero compartir con ellos. -interrumpió a su padre con un puchero pronunciado en sus esponjosos labios, lo que le indicaba que se trataba de real tristeza la que su mirada le transmitía.-

En esta situación, el señor Kim ya no sabia que hacer, y sus hijos tampoco cooperaban ni ayudaban un poco. Al menos el mayor de ellos no intentaba hacer más grande el conflicto.

-Si quieres puedes probar el mío, el chocolate también te gusta así que estaremos compartiendo un gusto. ¿cierto papá?. -fue el segundo de sus hijos el que pareciera encontrar al fin un equilibrio ante la situación, al notar que el llanto de su hermanito era debido a sus palabras intentó arreglar la pequeña disputa mental que reflejaba el rostro de su padre, lo que le hacía pensar a este que no era tan mala idea salir con sus muchachos para disfrutar una tarde soleada en aquellas calles italianas.-

-Cierto, pequeño caballero.

Los viajes en avión sería algo de lo que nunca se acostumbrara, sobre todo cuando estos no eran de clase privada. El relacionarse con extraños nunca fue una de sus mayores virtudes, al menos no al tratarse de un tumulto de gente que nada tuviera que ver con su trabajo.

Sus hermanos tomarían vuelos diferentes al suyo, primero sería Seokjin, seguido de él y al último estaría el único Park. La diferencia de llegada serían demasiadas horas, lo suficiente para no llamar en ningún momento la atención tanto por apellidos como por facciones, por lo que el mayor de todos debía encontrarse ya en el lugar de reunión.

Suspiro esperando a que todo terminase, sobre todo aquella atención innecesaria de parte de las azafatas a su persona, a pesar de encontrarse en un vuelo de clase media sospechaba que aquella atención sobre él se debía a otra cosa, puesto que los asientos a su alrededor se encontraban ( a su parecer ) desatendidos en supremacía. Aquello solo le incomodaba, ¿acaso no estaba vestido lo suficiente desapercibido como para llamar así la atención? Vistió lo más común que pudo, dejando de lado prendas de marcas reconocidas y trajes demasiado simples pero aun así llamativos. Observó el asiento a su lado, en aquella hilera de tres asientos tomó el que estaba cercano a la pequeña ventana del avión, al menos se encargó de mantener los otros dos asientos vacíos para disfrutar aunque sea un poco aquel vuelo.

Si su memoria no fallaba, el vuelo llegaría a Italia en menos de diez horas, aunque no iría directamente a la casa de su difunto padre, se encargó por su cuenta de reservar una habitación en un hotel cercano a la zona de la residencia, el vuelo sería demasiado agotador como para mantener la suficiente energía para enfrentar a su madre, así que lo mejor seria instalarse en el lugar un día después de su llegada.