DISSOLVE [WinterBaron]

Capítulo 6

La cocina tenía un exquisito aroma gracias a la sabrosa comida que Helmut y Oeznik prepararon para Hilda y Heinrich, padres de Helmut. Zemo y Oeznik, llevaron los platos al comedor. El área del comedor era realmente bonito, no era la parte más lujosa de la casa, ni específicamente la más hermosa para el señor Heinrich.

El comedor era un lugar simple, las paredes eran blancas, piso con vitropiso blanco, del techo colgaban tres lámparas redondas de luz pálida. En una de las paredes había dos cuadros con pinturas abstractas en tonos blanco y negro. En otra pared había una pintura más larga que abarcaba la mayoría de esa pared, la pintura era de un lindo paisaje de un río con flores y algunos árboles. La mesa de comedor era bastante simple, la parte de arriba era de madera en forma rectangular, la base de la mesa era de herrería en tono negro. Las sillas del comedor tenían patas de madera combinando con la mesa, mientras que los respaldos y asientos eran acolchados cubiertos por tela de un tono gris oscuro. En las esquinas de la pared frontal, había macetas alargadas negras que contenían unas hermosas plantas verdes. 

La mesa ya había sido previamente preparada por Helmut, había colocado los bajo platos, algunos vasos y copas, los cubiertos necesarios, algunas especies al centro como sal, pimienta, sal de ajo y algo de chile en polvo. No colocaron los platos, pues Helmut y Oeznik los llevarían ya con su debida comida.

Los padres de Helmut se habían retirado a su habitación para dejar sus maletas y lavarse las manos para finalmente bajar las escaleras y entrar al comedor. Ambos tomaron asiento, no tuvieron que esperar mucho por su comida, Oeznik y Helmut ya llevaban los platos. Oeznik entregó los platos de Hilda y Heinrich, mientras que Helmut llevaba su propio plato. Oeznik decidió no comer, pues era una reunión familiar y no quería importunar; sólo se encargó de llevar una botella de vino, una jarra de limonada rosa y otra de agua simple para retirarse a la cocina y limpiar un poco.

—Esto luce delicioso—Hilda habló, observando el plato.

La comida consistía en un buen trozo de salmón bien preparado, de guarnición una pasta tipo fetuccini con perejil y algunas especias, también había espárragos envueltos en tocino asados. Una verdadera delicia.

—Ayude a Oeznik a prepararlo, espero les guste—Helmut le dedicó una dulce sonrisa a su madre.

Su padre no mencionó nada acerca del platillo, simplemente tomó los cubiertos y empezó a devorar la comida. Helmut lo observó expectante, esperando alguna reacción, esperando una felicitación por sus dotes en la cocina, pero no recibió nada.

—¿cómo la pasaste este tiempo sin nosotros, cariño?—habló dulce su madre, mientras abría la botella de vino.

—Bien, no había muchas cosas interesantes que hacer...los extrañe.

—Yo también te extrañe, las videollamadas no eran suficientes. Quería abrazarte mi florecita de cerezo—Helmut sonrió ante el tierno apodo que su madre le había dado desde que era un bebé.