Cap47- Final de la Cabaña

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Annie quedó estática, y el arma estaba en el suelo.

Mis ojos se abrieron de sorpresa de ver a la persona menos indicada.

Corrí a dónde estaba el cuerpo hasta quedar de rodillas junto a él, sus ojos transmitía dolor y emoción, sus brazos y pies lastimados.

Eso fue por mí.

Tenía un pequeño brote de sangre en sus costillas.

Y...

– Elen... Elena– dijo él.

– Por favor hay que llamar a alguien para que te ayude, no te puedo dejar morir– se quebró mi voz.

Verlo de esa manera, mi corazón se quebraba, me sentía culpable, pero por dentro tenía todo el derecho, aunque no eran las formas de llevar la situación a extremos.

– Te... amo... Elena, todo lo.... hice... fue para protegerte– Soltó un par de lágrimas, hablaba con dificultad enfatizando cada palabra.

Él lloraba y no pude de resistirme de acompañar su llanto– Lo sé, lo sé Harol, no debiste...

Al mencionar su nombre se alegró, no podía odiarlo por la decisión que tomó, pensó que fué la mejor.

Fue un acto de amor para él.

– ¿Elena me amas?– interrumpió.

Sus ojos aún brillaban, se lamió sus labios, la forma en que lo deseaba y lo quería, era...

–Elena, Elena– dijo Kassidy, tomando a Annie y desviando mis pensamientos e decisiones.

Kassidy se notaba cansada y adolorida.

– Kassidy llama a los paramédico para que me ayuden– dije en tono alto.

Tenía que salvarlo. Tenía que quedar vivo.

– Okay Elena, ya los llamo, ¿te dejo con él?– Me observó pero entendió.

– Si, si está bien.

Observé de lejos que estaba Tae, la forma en que me miraba era triste y lo comprendía.

Él luchó por mi amor, se alejó cuando no lo reconocí e igual que mi papá e hermano.

No podría explicar, que, de alguna forma mi memorias se restauraron.

Recuerdo todo.

– Elena si muero, todo lo que hice fué para salvarte, fue para...

– ¡Shhh! Lo sé Harol no hables, no quiero que te...

– Siempre ves por lo demás– se lamió sus labios y gimió de dolor al acomodarse y dejar sus ojos en mí– Elena cuando acepté trabajar con tu papá, siempre hablaba de tí, de alguna manera tú eras su... su respiración, una motivación para avanzar, siempre te observaba desde la oscuridad y del día, yo era sus ojos– su mano la llevó a mi mejilla, tratando de poder secar una lágrima futura– nunca te abandonó y te quiero aclarar una parte de la historia, yo no fuí quien apuñaló a tu papá, quiero que me creas, aunque eso se gana con el tiempo y yo... Elena yo no me lo merezco.

– Harol te creo, con esto fue suficiente, sé que me amas pero...

En mi mente solo llegó la pregunta, ¿Quién mató a mi papá?

– Elena escúchame– su voz se escuchó serio– Te amo con todo mi corazón y por amarte, te dejo libre, te dejo paso para que puedas amar a otra persona que si te valore y te quiera, eso no implica lo que siento por tí, sabes ¿Por qué lo hago? Porque él– señaló a Tae– él dió un todo por tí y él fue quién llamó para que te pudieran salvar el día del accidente, él no te atropelló.

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