Hoy te visité. Te llevé tus flores favoritas, esos tulipanes azules que te llevo desde que nos conocimos.
No pude evitar recordar nuestros días juntos.
Creo que jamás olvidaré tu sonrisa. Menos tus hermosos ojos verdes.
Eres tan hermoso, Patrick, que ni aunque pasen 50 años me olvidaré de ti.
Me senté a tu lado y te conté sobre mi día.
Sobre cómo me ascendieron en el trabajo, que me darían un aumento y que casi bajo 5 kilos. ¡Estoy apunto de llegar a mi meta, Pat! Seguro debes estar orgulloso de mi.
También te conté que últimamente me siento mal, triste y perdido. Que mi perdida de peso no se debe a que estoy haciendo dieta o ejercicio, se debe a que cada dia quiero vivir menos y pierdo las ganas de absolutamente todo. Aún sigo pensando por qué me ascendieron del trabajo sí nunca hago nada importante.
Entonces lloré, lloré y tu seguías ahí, sin decir nada.
Y lloré aún más porque no decías nada.
Cuando logré calmarme, te conté que tenia miedo. Que tenía miedo de volver a pensar en el suicidio. Te había prometido que nunca pensaría en eso de nuevo, pero que últimamente se me hacía imposible. Esos pensamientos llegaban sin buscarlos.
Tenía (y tengo) mucho miedo, Patrick.
Y tu seguías sin decir nada.
Y era lo lógico, ¿No? ¿Qué ibas a decir sí estas 3 metros bajo suelo?
Soy sólo un patético que le habla a un pedazo de cemento con tu nombre y fecha de nacimiento y de muerte, pensando que eres tu. Pensando que me responderás y volverás conmigo y todo será como antes.
Sigo sin aceptar tu muerte, sigo sin aceptar que te has ido.
Entonces me fui, me fui de aquel sucio y deprimente cementerio. No sin antes dejar un pequeño beso en la lápida y soltar un par de lágrimas que salieron sin permiso de mis ojos.
Y te prometí que volvería. Porque siempre vuelvo a ti. Eres lo único, que aunque no lo esté, me mantiene vivo.
+Esto está tiene tantos errores pero necesitaba subirlo, a pesar de todo.

ESTÁS LEYENDO
Yesterday | Peterick
Romantizm[one-shot] Se sentó a su lado, con una sonrisa triste y se dedicó a contarle cada cosa nueva de su día, aún sí él no lo escuchaba...