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"Creo que soy tonto o tal vez solo soy feliz."
- Dumb, Nirvana.
(...)
Martes 12 de abril, 11:30 a.m.
— Por favor, ¿Puedes venir? — pidió Harry por quinta vez.
— No. — contestó la voz al otro lado de la línea.
— Por favor, cariño...
— N-no me digas así.
— Gemma...
— Iré a buscar a mi hijo y volveré.
— No. Hablaras conmigo. No te llevarás a Eddy si no me explicas que fue lo que vi anoche. — Harry vio al pequeño tomando su yogurt mientras miraba sus caricaturas.
— Harry, no insistas.
— Gemma.
— ¿Tienes que ser tan insistente? ¿Meterte en la vida de todos? No quiero hablar contigo, no hablaré con nadie. No te metas dónde no te llaman.
— Eres mi hermana Gemma.
— ¿Desde cuándo?
— ¿En serio preguntas eso? — preguntó Harry molesto. — Desde el nacimiento de tu hijo, lo he cuidado más que tú. Cuando tú desapareces, yo estoy cuidando a Eddy, ya que al parecer mamá sale casi todos los días y la otra vez la cruce con un tipo en un bar, ni ella te ha ayudado tanto como yo, y-
— ¿Quieres saber que hago cuándo desaparezco? — preguntó Gemma con la voz temblorosa, harta y cansada. — Me acuesto con el primer tipo que me de plata para mantener a mi hijo. — sollozo. — Me encantaría... mierda... me encantaría pasar tiempo con Eddy cómo tú pasas tiempo con él, pero no sé como carajos conseguir dinero y no quiero que mi hijo se muera de hambre, no quiero que le falte pañales, ni ropa, ni juguetes...
— Gemma...
— Porque lo amo. Sé que en un principio fui una pésima madre, no lo quería porqué estaba asustada. Era joven y no tenía cómo mantener a un niño, no sabía cómo. Aprendí, aprendí de mala manera porque no paso tiempo con él, pero al menos tengo para comprarle sus juguetes, su ropa y todo lo que él necesite. Y si, no soy la mejor madre del mundo, tengo que drogarme para no tener la cabeza a cien por hora. Porque también me canso, Harry. Me cansa acostarme con varios tipos, hacer lo que ellos quisieran, tener que drogarme con ellos porque por eso me pagan. Yo... Sé que soy una madre terrible, pero yo no decidí serlo.
