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"Follando y peleando, es nuestro paraíso y nuestra zona de guerra."
- PILLOWTALK, Zayn
(...)
Sábado 29 de enero, 09:00 a.m.
— ¡Mierda, Mierda, Mierda! — gimoteo Harry llegando al orgasmo.
Louis llego al orgasmo con una estocada más, salió del interior de Harry y se acostó a su lado, ambos repletos de sudor.
Durante toda la semana, Louis y Harry no se habían visto, por más de que Louis invitara a Harry a altas horas de la noche para venir a su departamento, Harry siempre se negaba, y la razón era porque seguía molesto.
Hoy en la mañana, luego de que su novio pasara toda una semana con él, lo cual se había hecho agotador, Harry por casualidad se levantó temprano, sin sobrino que cuidar y teniendo un desayuno tranquilo con su padre. No había peleas con Luke, ya que, desde esa vez, su novio estuvo cariñoso toda la semana, por más de que Harry ya lo haya perdonado.
Estaba tranquilo en el sofá de su sala cuando recibió un mensaje de Louis, más bien una foto.
Una foto mañanera.
Así que, tomo un taxi y llego hasta el departamento de Louis. Donde se encontraban ellos teniendo sexo en silencio mientras que la pequeña Phoebe dormía en el sofá de la sala, y Fizzy, la noche anterior, se había ido a dormir de una amiga con el permiso de su hermano mayor.
— Oh, vete a la mierda. — dijo Harry sentándose en la cama y dándole la espalda a Louis.
El ojiazul rio. — Tú fuiste quien aceptaste venir.
— Si me mandas una foto así, claro que voy a venir.
— Ven. — dijo Louis atrayéndolo otra vez hacia su cuerpo.
Quedaron ambos acostados frente a frente, Louis lo beso brevemente mientras llevo una de sus manos a la pierna de Harry, para subirla y dejarla sobre su cintura, y así acariciar libremente los muslos del rizado.
— Te dije que no hagas tanto ruido. — dijo Louis sobre sus labios.
— Si, bueno. Decidí no escucharte. — contesto corriendo su rostro, mirando el techo, pero sin bajar la pierna de la cintura de Louis. Le gustaba las caricias que el ojiazul le estaba brindando, pero no lo admitiría.
— ¿Sigues enojado? — preguntó con sus labios sobre el cachete de Harry, donde seguían besándolo por más que el rizado se opusiera.
— Claro que sí.
— Ya te pedí disculpas y te he follado dos veces hoy.
Harry no contesto, volteo su cara como todo niño caprichoso hacia la ventana, dejando a la vista de Louis su nuca. Louis sonrió y siguió repartiendo vagos besos allí, sin dejar de acariciar la parte trasera de los muslos de Harry, sus piernas y su culo, donde de vez en cuando, daba pequeñas palmaditas. Pero, aun así, Harry estaba dispuesto a ignorarlo.
