"Querida Janne, mañana nos veremos. Estoy feliz, y asustado. Las cosas se han complicado un poco últimamente, y dudo ser capaz de encararlas como tú lo harías. Me has motivado tanto a seguir adelante sin importar las adversidades, pero yo ya no puedo, he huido durante años y he aquí las consecuencias. Tengo la opción de partir y vivir de nuevo, aunque eso sería cobarde de mi parte. De todos modos, si logro escapar de aquí nada me asegura la paz y tranquilidad que siempre he deseado, paz que me han arrebatado incontables veces.
Te regalaré esa guitarra que siempre quisiste, incluso cuando estoy consciente de que nunca te oiré tocar bellas melodías que alegren tu día. Me parte el alma saber que dentro de poco mi vista se nublará y arribaré a lugares desconocidos, dejando que mi cuerpo se pierda y lo único que quede de mí sean memorias e historias sobre mi existencia.
Solo quiero que sepas que estaré aquí para ti, lee esta carta y las demás cuando necesites consuelo y estés perdida, y procura alejarte de todo aquello que te haga sentir mal o te cause desconfianza. No dejes de ser tú nunca, eso te hace especial, especial para mí y para ti, y para los demás.
Te enumeraré cualidades tuyas que me hacen sentir agradecido por tenerte:
1. Tus ojos: me han alentado a ser la mejor versión de mí.
2. Tu risa: ruidosa, encantadora y contagiosa.
3. Tu valentía: he sido alguien miedoso, pero me has inducido a descubrir y probar cosas que me han hecho feliz.
4. Todo: sé que es algo que siempre repito, y que posiblemente haya perdido valor, y es que no me cansaré de repetírtelo jamás.
Amor, sé tus vivencias, me has mostrado parte de tu mundo y lo que enfrentaste día a día. Caíste, y te levantaste, no importaba qué, siempre te ponías en pie ante las más fuertes tormentas; ante los más fuertes vientos te mantenías en pie, caminabas en dirección contraria del viento buscando llegar a tu meta, sin rendirte. No sé qué hice, pero la vida me colocó en tu vida, y estoy contento de haber sido tu novio, y estoy agradecido de que hayas sido mi novia.
No me verás graduarme, no podremos ir al restaurante que tanto te prometí, ni conocerás a mi amiga. Me duele mucho eso...
Perdón si no te conté todo aún.
No te pude decir quién es en realidad Dalet, o por qué me hago llamar así, y no te pude contar la verdad de la estrella que tanto hablaba.
Dividiré esta carta, la usaré para escribir cómo me fue en mis últimos dos días, y espero que Alice te entregue todas las cartas personalmente.
Querida Janne, gracias por todo".
Adrián salió de su casa rumbo a sus últimas horas de servicio social, el cielo estaba deprimente, el amanecer tenía tonos grisáceos. Hacía un poco de viento, y no había rastro de sol. El sol no brillaba vívidamente. Los trinos de las aves y la caída de las hojas no alegraban nada.
El chico tomó el transporte público, el cual se encontraba vacío. No había mejor tortura que sentarse en soledad y esperar al destino. El día de hoy estaría despidiéndose de la clínica, y llegaría su paciente a confiarle sus sentimientos y problemas. Se encontraba cabizbajo y sin deseo alguno de ejercer su servicio, solo venía a despedirse de la paciente Ayla de 16 años.
Llegó a la clínica saludando vagamente a la enfermera, la cual le comentó que desafortunadamente la joven no había podido venir a la clínica debido a ciertas dificultades. Ella le explicó detalladamente que la joven se había enfermado gravemente y por ello no pudo asistir a su última sesión. Adrián se sorprendió y decidió no contener las lágrimas esta vez. Lamentablemente, la sesión de hace una semana fue su última sesión juntos.
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Aquellas Máscaras: Libro 1
General Fiction¡LEER ANTES DE EMPEZAR A LEER! Este libro contiene temas como: divorcio, problemas alimenticios, relaciones tóxicas, ansiedad, depresión, alcoholismo, paranoia, iré añadiendo los temas según continúe la historia. ¿Quién sufre y por qué?, ¿cómo aca...