Soledad: Acto I

17 0 0
                                    

        Soledad: Entrada 12 |Araphel | Hace unos minutos

        Me he sentido mal últimamente. No sé si recuerden al chico que les mencioné en mi anterior blog, el que me ofreció su amistad y nos volvimos buenos amigos. Bueno, hace unos días empacó ropa, dinero, algunas cosas importantes y se salió de la casa, y nunca volvió. Me abandonó.

        No sé cómo localizarlo, ni qué hacer, estoy solo ahora. Tengo miedo, mucho miedo, justo cuando creí tener un amigo, éste me abandona. No tengo a nadie. Estoy solo, y la noche me aterra.

        Ocupo hablar con alguien, por favor.

        Comentarios: 0 | Likes: 2 | 23 usuarios activos

        La última vez que vi a mi amigo ojiazul de cabello rizado fue hace seis días. Noté una desesperación y agitación de su parte, parecía muy ansioso en empacar sus cosas. En una mochila se llevó ropa y dinero, me aseguró que volvería pronto, aunque nunca me dijo a dónde se fue, y cuánto tardaría en volver. Me llené de dudas desde ese instante, ¿se habrá reconciliado con su familia y decidió vivir en la comodidad su hogar?, de ser así, siento mucha felicidad por él, me alegra saber que su vida mejorará considerablemente; asimismo, siento que necesita del apoyo y orientación de su familia. No obstante, no puedo evitar sentirme afligido, abandonado.

        Él era mi único amigo actual, fue quien me entregó su confianza y lealtad a pesar de las complicaciones que yo tenía. Nuevamente heme aquí: en soledad, solitario, hundiéndome gradualmente en mi propio pesar. No creo ser capaz de hallar la manera de salir de este lugar, de un interminable ciclo al cual estoy acostumbrado.

        Elián compraba la comida y yo solo la preparaba, me ahorraba la incomodidad de salir a los mandados yo mismo. No me molesta ir a comprar, solo me incomoda, me da un poco de temor salir a la calle y estar rodeado de desconocidos y gente. Siento que esas personas colocan sus ojos en mí y escudriñan cada centímetro de mi cuerpo para juzgarme y esperar un oprobio del cual reírse.

        ¿Camino tan mal?, ¿se ven raros mis brazos o mis piernas?, ¿qué es lo que tanto atrae sus miradas que abruman?, ¿por qué me siguen?, no hay momento donde no cavilo sobre qué está mal en mí, lo medito y no llego a ninguna conclusión. Es tormentoso.

        Hoy me toca comprar la comida, comeré pollo y verduras con el dinero que dejó Elián más el que tengo yo. Pronto me di cuenta que debía buscar un mejor trabajo para sustentarme. A diferencia de él, yo ya soy mayor de edad, y me da mucha pena comprar cosas todavía.

        Salgo a la calle, cerrando la puerta con llave. Traigo mi bolsa de tela y dinero. La calle se encuentra vacía, lo cual me da una inmensa seguridad para caminar a gusto. No duraría mucho mi alegría, ya que una bola de jóvenes de mi edad estaba platicando y riendo en la esquina.

        Cohibido, cambio mi ruta, por más larga que sea me ahorrará vergüenzas. Me alejo y escucho sonoras risas que se intensificaron tras mi presencia. Sé que no todo gira en torno a mí, y si es así, ¿por qué me duele?, esto me consume mucha energía. Sentí una pesadez en mi cabeza y ojos, éstos querían cerrarse. Mis piernas quieren volver a casa, y mi garganta se enreda, siento que algo pesado aplasta mi cráneo. Tengo que comer algo, no me queda de otra.

        Hablo con el señor de la pollería, y no escucha mi llamado. Alzo la voz y vocifero, esto provocó que mi voz fuera quebradiza. Me vio raro, como un bicho raro. Lo arruiné. Necesito desahogarme.

        Extraño a mi amigo: Entrada 13 | Araphel | Hace un minuto

        Hacía mucho que no compraba por mi cuenta. Se sintió raro ver a jóvenes de mi edad pasar, hace mucho que no hablo bien con alguien de mi edad, más que nada porque no se da la oportunidad, y si se diera, me quedaría callado. Siento que me estoy perdiendo de tanto, pero no puedo evitarlo, las palabras no salen de mi boca, se refugian ahí.

Aquellas Máscaras: Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora