Capitulo 2.

2.6K 197 79
                                    

Capitulo 2: No me quieras engañar.

Vuelta 203 al campo.

Estaba agotada, decidratada, con hambre y sin darme cuenta de un momento a otro terminé en el suelo frío. La muñeca me estaba matando del dolor y las lágrimas salían libremente de mis ojos empapando mis mejillas. En ese momento los recuerdos llegaron a mi mente como una película; mi padre, mi madre y bueno.... Samuel también estaba en mis pensamientos, el hombre del que estaba perdidamente enamorada y terminó jugando conmigo como si nunca hubiera significado nada en su vida.

- ¡Calle! - escuché un grito de fondo y con dificultad mire adónde provenía aquella voz, era Sebastián, vino corriendo hacia mi y se agachó para ayudarme - ¿Estás bien? ¿Que te ha pasado?

- Nada, estaba corriendo y me tropecé cayendo al suelo - explique sin muchos detalles.

- ¡¿Corriendo a estas horas?! Son las putas dos de la mañana - dijo levantándome del suelo - ven vamos a enfermería, te duchas, duerme y cenas algo que mañana te toca madrugar - dijo mientras caminábamos adentro.

- No tengo sueño - dije triste y el me abrazó.

- ¿Echas de menos a tus padres? - asentí - todo va a estar bien pequeña, esto va a pasar y volverás con ellos pará tener una vida feliz y el día de mañana esto solo será una anécdota que le contarás a tus hijos cuando los tengas - dijo soltando una pequeña risa a lo que yo también reí.

Ambos entramos a enfermería y el doctor me dijo que tenía un esguince en la muñeca, me pusieron una venda y me recomendó mucho reposo en esa mano. Sebastián me acompañó a las duchas y vigiló la entrada mientras me duchaba, después fuimos a la cocina y cene algo mientras hablaba con el.

- Cuéntame algo de ti Calle, puedes confiar en mí - dijo rozando sus dedos con mi mano.

- Soy una niña tonta, inocente y sin valor para enfrentar los problemas, sin valor para aceptar que me engañaron y jugaron conmigo y tratar de seguir adelante - dije despacio y casi en un susurro mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla.

- ¿Por qué dices eso? - preguntó el. Sebastián me inspiraba confianza así que decidí contarle.

- Me enamoré como una completa idiota de uno de los amigos de mi padre y el me seguía el juego así que por un tiempo pensé que de verdad sentía algo por mi.... - me interrumpió.

- ¿Pero el sabía que edad tenías? - asentí.

- Si, pero tampoco era tanta la diferencia, el tenía 28 años así que no era un viejo. Estuvimos juntos durante un par de meses hasta que un día mi padre se enteró y me contó que Samuel tenía una esposa y dos hijas, cuando mi padre lo enfrentó Samuel inventó que era yo la que me pasaba todo el tiempo acosándolo y fue tan convincente que mi padre le creyó a el y a mí me llevó a un internado en España que tenía una disciplina muy parecida a la que imparte María José. Eso duró un año hasta que mis padres fueron por mi. - suspiré - al recordar todo eso simplemente me derrumbé y me caí - al terminar Sebastián solo me abrazo.

- Te entiendo ¿Si? El se aprovechó de ti, de tu inocencia, ¿Llegastes a entregarte a el? - asentí. Realmente Samuel había Sido mi primera vez - ¿Sabes? Todo eso tienes que dejarlo atrás, tu no estabas enamorada de él solo era un simple capricho de adolescencia por el cual todos llegamos a pasar alguna vez en la vida. Pero no era amor, el amor no duele y te hace sufrir de aquella manera y no tengo ninguna duda que algún día llegará alguien que te ame como no lo hizo ese canalla - Dijo y yo solo me refugie más en su abrazo.

- Gracias por escucharme, pero creo que ya es hora de irme a dormir - dije separandome de el.

- Si necesitas cualquier cosa puedes decirme, a mi o a Juampa. Nunca se lo digas a Mario y mucho menos a Poché, ella descubrirá tus puntos débiles y para enseñarte a defender buscará de hacerte daño - dijo y yo solo asentí, le di un beso en la mejilla y el se quedó mirandome los labios, yo sonreí y me fui de ahí.

𝐃𝐞𝐥 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐚𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 → 𝐂𝐚𝐜𝐡é 𝐆!𝐩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora