Capitulo 10.

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Capitulo 10: ¿Yo también que?

Estaba En la cocina de la suite y me puse a lavar las tazas y la bandeja de los churros. Mientras hacia eso escuché algo romperse y me seque las manos para ir al salón. Poché había tirado su celular y lo había echo polvo, me acerque y le tomé el brazo con cuidado.

—¡No me toques! — dijo dándome un manotazo.

—Nunca vas a cambiar — susurré mirando al piso.

—¡Soy así Daniela, ya no puedo cambiar! — dijo alterada.

—¡¿No puedes o no quieres?! — dije del mismo modo a lo que ella me dió un golpe.

Mi cuerpo se quedó sin fuerzas. Me toque la nariz y estaba sangrando. Me di la vuelta sin mirarla y me fui de nuevo a la cocina, mientras caminaba las cosas se iban estrellando contra el suelo, Poché rompía y tiraba todo a su paso de manera frustrada. Tomé la escoba y me esperé hasta que ya no se escuchó nada romperse. Yo nunca había visto a Poché perder los nervios, de echo ella se caracterizaba por su gran paciencia y control para manejar las cosas. Fui a la sala y recogí todo lo que había tirado, fuí al baño y me limpie la nariz viendo que ya no sangraba y después salí dispuesta a dormir.

—Mañana cuando cambie los diamantes, te daré el suficiente dinero y te compraré el boleto de avión para que regreses a Colombia — dijo Poché susurrando como si le pesara decir eso.

—¿Y el robo que daríamos juntas? — pregunté cortante.

—Lo daré yo sola, pero tu te irás...

—Pues perfecto — dije llendo al armario donde me quité mi camisa y me puse una sudadera ya que el frío estaba más fuerte, salí y tome la manta que estaba en el sofá y me dispuse a ir un rato al balcón a pensar un poco, pero algo me hizo parar en seco.

—No quiero hacerte más daño — dijo Poché y yo me di la vuelta, me acerqué a ella y la miré — si sigues a mi lado solo vas a sufrir...

—¿Por qué te has puesto así Poché? Nunca te he visto de esa manera — pregunté sentándome frente a ella.

—Me llegó un mensaje de mi padre, decía que sabía que estaba en el país y con compañía, que quería verme y hacerme parte del negocio. ¡Maldito hipócrita! — dijo apretando los puños.

—Entiendo, entonces es mejor que vallamos a dormir — Poché negó con la cabeza lentamente.

—Esta noche de verdad estabas consiguiendo que olvidará la mierda de vida que tengo, pero una vez mas el pasado vivió a darme en la cara con la realidad — susurró ella — puede que mañana por la tarde ya no estés aquí, ahí boletos para mañana en la tarde y en la noche, puedes elegir el que quieras.

—Poché, yo no quiero perderte, pero tú sola te alejas de mi sin importar lo mucho que haga para ayudarte, siempre te alejas  y necesitas cambiar — dije levantándome para ir al balcón un rato como tenía pensado.

Un lado de mi se sentía triste al saber que ella me mandaría a Colombia sola, sin ella y yo no quiero dejarla, no quiero perderla, no quiero vivir mi vida sin ella. Una hora más tarde sentí como Poché venía y se colocaba a mi lado.

—Calle — dijo llamándome y giré mi rostro para verla, estaba mirando al frente, la sentía inquieta y tragó pesadamente saliva al preguntarme — ¿Tu... Harías eso del... Amor conmigo? — preguntó ella dudosa y la saliva se me atoró en la garganta, ¿Quien coño hacia esa pregunta? Nadie, bueno si, ella.

𝐃𝐞𝐥 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐚𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 → 𝐂𝐚𝐜𝐡é 𝐆!𝐩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora