Capitulo 12.

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Capitulo 12: Final.

Ya habíamos terminado por fin de dar nuestro último robo, todo había salido mejor de lo que teníamos planeado Y Poché me veía con mucho entusiasmo una vez que ambas estábamos en el coche.

—Hay cien millones de dólares en las bolsas, ¡Somos ricas joder! — dijo acelerando el coche a todo lo que daba y yo le sonreí con el mismo entusiasmo que ella.

En menos de tres horas estábamos en otro hotel donde ya teníamos nuestra habitación reservada como parte del plan, este hotel era más pequeño y menos lujoso que el anterior, pero era suficiente para pasar la noche ahí ya que al día siguiente estaríamos en un avión privado rumbo a algún destino que Poché no había querido decirme. Me hubiese encantado poder elegir y decirle que quería que fuéramos a Ibiza, una isla caliente y con playa, pero Poché era tan opuesta a mi que seguro elegiría ir a Australia.

Me levanté temprano con un gran dolor de cabeza y una sensación de vomito increíble. También me veía un poco más llenita pero lo asumí a la cantidad considerable de comida que ingería desde que salí de la academia. Nos montamos en el avión con las bolsas de dinero y nos fuimos a nuestro destino donde dormí la mayor parte del viaje.

Poché me levantó un poco apurada y yo no tenía ni buen cuerpo y mucho menos animos. Me baje desorientada del avión y Poché me llevo hasta el coche que había hay el que supuse que era de nosotras y después montó las maletas en el auto. Al ver a mi alrededor mi cara de sorpresa se hizo notar, ¡No lo poda creer! ¡Estábamos en Ibiza! Me alegré tanto que le bese la mejilla con cuidado ya que ella estaba conduciendo. Duramos casi dos horas de camino al hotel ya que Poché tenía que parar cada tres minutos para que pudiera vomitar y eso me estaba preocupando, a mi y aunque ella crea que no lo noto también estaba preocupada.

—Vamos al médico — dijo ella decidida.

—No Poché, seguro y no es nada, algo que comí me tuvo que haber  caído mal — dije.

—No me interesa lo que digas Calle, vamos a ir quieras o no y punto — dijo sería y como toda una orgullosa dijo — no creas que lo hago por ti eh, solo.... Estoy preocupada — dijo y sonreí.

Llegamos a urgencias y un médico joven me atendió y le dije todo lo que tenía; vómitos, dolor en la panza y dolor de cabeza.

—A ver, el dolor abdominal se debe a los vomitos, los músculos se contraen y duele — dijo palpando mi abdomen y puso cara de confusión — ¿Has mantenido relaciones sexuales con hombres recientemente? — preguntó el médico mientras ponía su estetoscopio escuchando algo en mi abdomen.

—No doctor, siempre me he cuidado — dije y algo que pasó por alto que me vino a la mente — pero hace como mes y medio tuve relaciones sin protección pero aún así me tomé la pastilla del día siguiente.

—¿Sabes? Aunque exista la pastilla del día siguiente es muy importante usar protección, así evitarías contagiarte de alguna enfermedad de trasmisión sexual — dijo el doctor con toda la razón del mundo, pero esa vez cuando estaba borracha y me acosté con Poché — Después de decir eso el doctor se fue y minutos después volvio con una máquina súper rara — te voy hacer una ecografía para descartar que sea un problema en el estómago o alguna enfermedad que haga que vomites — dijo el médico poniendo un gel en mi abdomen y al cabo de unos minutos este se empezó a reír, ¿Que coño podía ser tan gracioso? — Daniela, estás embarazada de mes y medio ¡Felicidades! — dijo y quedé totalmente en shock, pero era la reacción de Poché la que más me asustaba, ella no tenía ninguna emoción en su rostro, estaba neutra.

𝐃𝐞𝐥 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐚𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 → 𝐂𝐚𝐜𝐡é 𝐆!𝐩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora