Capitulo 6.

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Capitulo 6: Tu estabas borracha y yo quería sexo.

Aviso +18 🔥😈

Poché me tomo del brazo y me atrajo hacia ella dejándome a horcajadas sobre ella mientras me tomaba con fuerza de la cintura. Gemí al sentir como me pegaba totalmente a ella  y empezaba a besar y a morder mi cuello con un poco de brusquedad, volví a gemir cuando sentí como me apretaba los senos con ambas manos y yo pase mi brazos por su cuello. Ella se veía un poco indecisa, estaba como en un dilema entre hacerlo y no hacerlo, volví a gemir en su oído al sentir como dejaba un mordisco en mi pulso haciendo que perdiera la razón y que ella tirara por la basura su auto control.

Poché bajo su mano por mi abdomen hasta llegar a mi vientre y meter su mano por mi shorts, como pudo hizo mis bragas a un lado y comenzó a mover sus dedos en mi clítoris, me encogí de placer y por lo rápido que novia sus dedos, me estaba matando y yo no dudaría mucho. De un momento a otro Poché paró en seco y la mire con confusión ¿Se había arrepentido? Saco la mano de mi shorts y me tomó en brazos para llevarme a su habitación la cual no estaba muy lejos de donde estábamos y me dejó en el suelo Quedando frente a frente.

—Nada de besos en la boca — dijo Poché mientras con su lengua delineaba desde mi clavícula hasta mi barbilla dejando un camino de saliva. Asentí, cerré los ojos y empecé a desabrochar su chaqueta.

La tire al suelo. Poché llevaba una camiseta sin mangas que hacía que se vieran los músculos en sus brazos, me mordí el labio al pasar mis manos por hay y desabroché el botón de su pantalón y se lo baje un poco para después sentarla en la cama, no sé en qué momento pero de un instante a otro no tenía mis shorts militares puestos y me senté de nuevo a horcajadas sobre ella sintiendo la dura erección debajo de mi. En las historias que había escuchado sobre Poché siempre me habían dicho que ella tenía pene, pero realmente nunca lo creí.

Comencé a mover mis caderas arriba de ella escuchado sus gruñidos por la sensación. Ella hizo aún lado mis bragas y volvió con sus movimientos en mi clítoris con sus dedos, pero está vez era más lento, estaba a punto de llegar y ella metió dos dedos en mi interior haciendo que yo soltara un gran gemido.

—Ahhh ¡Mierda! — dije cuando llegué.

Mi respiración era entrecortada y dejé mi cabeza caer en el hombro de Poché la cual ni chance de respirar me dió cuando la tenía penetrándome con fuerza.

Comencé a dejar pequeños rajuños en su cuello y nuca ya que ella se movía muy rápido contra mi, lo hacía fuerte y solo dejaba besos en mi cuello al igual que pequeñas mordidas que me estaban volviendo loca.

— ¡Joder! — dijo Poché al sentir mis uñas clavarse en su piel.

Sentía como mi  interior apretaba cada vez más el miembro de Poché el cual era grande y sentía perfectamente como entraba y salía de mi. Estaba exitada y con cada embestida mis gemidos salían cada vez más fuerte mientras ella solo soltaba gruñidos que me tenían a mil. Sentí como llegaba a mi segundo orgasmo y con la mordida que Poché había dejado en mi hombro sentí como me llenaba de su orgasmo. Nos tiramos a la cama juntas mientras ambas intentabamos recuperar la respiración, ella salió de mi y cuando ya estábamos recuperadas me levanté y me acomode mis bragas saliendo de nuevo a la sala donde seguí moviéndome con el ritmo de la música. Segundos después salió Poché con unos shorts en vez de los pantalones que tenía y se fue a la cocina donde la seguí y se tomó un trago de whisky de golpe. Pensé que ya era momento de la segunda ronda así que apenas se dió la vuelta me pegue a ella y comencé a acariciar su miembro por encima de la ropa haciendo que soltara un gruñido y yo solté un gemido al sentir su tamaño crecer debido a mis movimientos.

De un momento a otro ella no aguantó más y me dió la vuelta dejándome contra la encimera, me apoye con mis manos y ella me inclinó hacia delante dejándome expuesta a ella. Se bajó un poco el shorts y después hizo a un lado mis bragas penetrándome de golpe. Tomaba mi cintura con fuerza y sus movimientos cada vez eran más rápidos, me gustaba, ella daba en el lugar justo y sus movimientos eran exelentes aún que era muy brusca. Al terminar ella me subió a la encimera y está vez dejo besos más suaves en mi cuello, mis pechos, mi abdomen hasta que llegó al lugar donde estaba tan sensible y empezo hacer movimientos lentos, me penetrába con su lengua y tomaba todo rastro de mis fluidos hasta que llegue de nuevo al orgasmo, ella limpió todo de mi y después acomodó mis bragas al igual que su shorts y me cargo hasta su habitación, apagó todo y solo se acostó a mi lado tapándonos con una sábana y solo me quedé dormida, estaba agotada y sentía que ya no aguantaba mas.

(...)

La luz que se colaban por la ventana me molestaba mucho al igual que unos fuertes disparos que se escuchaban de fondo. Me levanté de la cama y mire mi alrededor, Poché no se encontraba en la habitación, me puse mis shorts que estaban tirados en piso y me fui a la cocina a preparar un poco de café, el dolor de cabeza me estaba matando y el de mi cuerpo aún más. Mire por la ventana que daba al patio principal y nada, ví la del patio trasero y ahí de encontraba ella disparando a botellas de vidrio. Estaba dispuesta a salir a darle un poco de café pero primero ví mi reflejo en un espejo, tenía mi camisa desabrochada así que la arregle y después salí.

Llegué a dónde se encontraba Poché y le tendí un taza de café la cual ella miró para después mirarme a mi.

—Oye... Que lo de anoche fue una tontería, cosa del alcohol supongo, estaba borracha — eso no me lo creía ni yo pero quería saber lo que ella me diría.

— Si bueno, tu estabas borracha y yo quería sexo, supongo que estamos a mano — dijo dándole un sorbo a su café, y no puedo negar que eso me molestó un poco, pero ¿Que? Por lo menos ella es sincera y si me dice que había Sido solo sexo — ten, tomate eso — me entregó dos pastillas y yo la Vi con desconfianza — es la pastilla del día siguiente, no quiero tener un hijo y la otra es para el dolor — le acepté las pastillas y me las tome con el café.

—Ya.... Por eso estabas tan brusca anoche — dije recordando leves momentos.

—Si, yo creo que ya es hora de que te vallas — yo le sonreír y dejé mi taza ya vacía en la mesa y me fui camino a la academia.

Todo se sentía tranquilo y más por qué era domingo, lo que significaba que estábamos libres. Por el pasillo que llevaba a mi habitación me encontré a Matu con la cual me quedé hablando.

—¿Adónde te metiste ayer toda la noche y medio día de hoy? Son más de las 3:00 de la tarde — abrí mis ojos como platos. ¡Eran las tres de la tarde joder! Había estado toda lo noche con Poché, aunque eso no se lo diría a Matu.

—Anoche me fuí a dar un paseo y llegué muy tarde, hoy me levanté bastante temprano y también me fui a caminar, necesitaba despejarme por lo de mis padres — le dije a Matu y ella me abrazó.

Era una mentirosa, bueno no del todo, yo si necesitaba despejarme solo que no le iba a decir que el nombre de mi distracción era María José Garzón.

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Bueno aquí les dejo el capítulo que les debía, espero que les guste y no se olviden de comentar.

𝐃𝐞𝐥 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐚𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 → 𝐂𝐚𝐜𝐡é 𝐆!𝐩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora