POV's Kayler.Habían pasado dos semanas. Semanas en la que yo ignoré a todo mi alrededor y enfoqué mi vista y concentración en el mismo horario de cada cierre de semestre. Ir a clases, anotar hasta los suspiros de los profesores, devolverme con los chicos y luego todos subir a mi cuarto para estudiar. A veces esto variaba, acabando de vez en cuando en la casa de otro para así evitar que Júpiter nos molestara pidiendo que jugáramos con ella.
Era nuestro último año, y debía lograr tener buenas calificaciones y no bajar mis promedios semestrales para así tener más oportunidad de ser tomada en serio por el internado de literatura. Ya que, aún cuando técnicamente ya había sido aceptada en él, me habían enviado un correo indicando que revisarían mis calificaciones a finales de año para asegurarse de que estuviese realmente comprometida con mis estudios, o si era necesario darle mi puesto a alguien más. Al instante me negué a aquello, prometiéndome a mi misma que haría lo posible porque mis notas no bajaran, y que de hecho, comenzaran a subir en algunas materias.
Ninguno de los chicos sabía sobre mi última y apresurada decisión de aceptar el internado en vez de una simple universidad. No quería decirlo en voz alta, pues sabía que de esa forma se volvería mucho más real, y todavía me encontraba algo sorprendida de mi propia decisión. Digo, había rechazado excelentes universidades, con carreras que cumplían una buena demanda, y ni siquiera había dudado en tomarla.
Mis padres estaban felices, eufóricos mejor dicho. Siempre habían querido que yo siguiera mis sueños por algo fuera de lo normal, así como ellos. Y ya lo sé, ambos solo son simples profesores universitarios, pero habían pocos educadores que decidían estudiar y enseñar lo que ellos escogieron. Su fascinación por la aventura y lo inhabitado aún, de alguna forma afectó a mi decisión final, pues siempre me imaginé siendo como ellos, un alma libre que no tuviese miedo a la expresión propia. Y lo estaba cumpliendo al pie de la letra.
En cuanto a mi relación, si así se le puede llamar, con Noah estos últimos días no había cambiado demasiado. Él estaba en su última semana de vacaciones antes de volver a la universidad, y se había juntado el fin de semana con algunos ex compañeros suyos del instituto. Me alegré por él, ya que en el fondo sabía que aunque todos fuésemos sus amigos, a excepción de la relación amor-odio que se llevan Jaden y él, había extrañado los viejos tiempos.
-. Deberíamos haberlo conversado antes, cariño...- A mitad de la cena, volví mi consciencia a la conversación que se estaba desarrollando en la mesa, y me encontré con mis padres discutiendo. Aquello me causó curiosidad, y es que ellos nunca discutían en frente de mí y Jupiter.
-. Si lo hubiese sabido antes, lo habríamos hablado, pero acabo de enterarme.- Murmuró entre dientes mi padre, algo que solo hacía cuando se molestaba. Mi madre le respondió que no creía en aquello, y que pensaba que a él se le había olvidado, algo que en él no era poco común.
Le eché un vistazo a Júpiter, pero esta estaba más entretenida comiendo y viendo videos en el teléfono de papá, algo que agradecí. Lo último que necesitaban en su discusión era que Júpiter les preguntara que ocurría, o si ella los había hecho enojar.
-. ¿Ahora con quién dejaremos a Júpiter? ¡Te dije que revises cada invitación con anticipación, hombre inútil!
-. Mamá, papá. No quiero interrumpir, pero estamos comiendo frente a mi hermana, y dudo que ella quiera oírlos llamarse inútiles entre ustedes.- Los interrumpí justo a tiempo, pues el vídeo de Júpiter se había apagado y ahora estaba pidiéndole otro a mi padre.- ¿Quieren compartir lo que les molesta?
-. Sucede, cariño, que tú padre a decidido aceptar una invitación a la boda de unos antiguos amigos para este fin de semana. No tenemos idea alguna de lo que usaremos, o a cargo de quién las dejaremos a ambas.- Alcé una de mis cejas.- Bueno, a Júpiter.
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Fɪɴɢɪᴇɴᴅᴏ sᴇʀ ɴᴏʀᴍᴀʟ.® (Wattys 2022)
Подростковая литератураKayler. Una chica con una vida difícil, junto a un secreto que la atormenta y amenaza con romperla. Noah. Su vecino, que en una desesperada noche, acaba volviéndose su salvavidas; Y la persona que le enseñará que no está tan rota como ella pensaba...