XVI

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POV's Noah.

Miré a Kayler con los brazos cruzados. Ella se encontraba frente a mi, con un vaso de agua entre sus temblorosas manos.

Había tardado alrededor de veinte minutos para que se relajara. Cuando lo logré y se acomodó en el sofá con cuidado, le tendí el vaso. Así luego no tendría excusas para detenerse en su relato.

-. Estoy esperando.- murmuré, logrando que me mirara a los ojos. Ella asintió, haciendo una mueca en su rostro cuando alcé mis cejas.

-. ¿Enserio debo contártelo? No te ofendas, pero tu actitud hasta ahora no hace que mi confianza en ti haya aumentado.- me volvió a dirigir una mirada de reojo. Yo me encogí de hombros en mi lugar.

Ahora mismo aquella confianza en mi no me interesaba. Lo único que venía a mi mente era la paliza que le daría a Cooper.

-. No se trata de confianza, Kai. Se trata de que tienes una adicción, y a menos que quieras ir a hablarlo con tus padres para que te internen en un establecimiento, yo soy tu única opción hasta ahora.- solté indiferente. Sabía que ella entendía la situación, y que no le molestaba mi ayuda y preocupación. Lo que la tenía así era el contarme aquella historia.

-. Fue durante el verano.- comienza a hablar, luego de haber mantenido un incómodo silencio entre ambos.- Estaba aburrida y me llegó un mensaje de una fiesta que se haría en casa de Cooper. Yo a penas y sabía de él, así que decidí ir para mantenerme lejos de mis odiosos primos.- hizo una mueca, y fue cuando recordé que cada verano ella se quedaba con su tía, pues sus padres tenían conferencias y cosas de trabajo

-. La fiesta era como cualquier otra. Yo fui con jeans y mis sudaderas con frases sarcásticas.- sonreí de lado al recordar aquello. Fue lo primero que noté que cambió en ella, pero lo atribuí a la pubertad.- Supe a los pocos minutos que aquello no era mi ambiente de costumbre, pero ya estaba allí y le había prometido a mi tía convivir, porque ella seguía psicoanalizándome con que no me permitía tener mas amigos que tú y Evans.- rodó los ojos fastidiada, algo que en otro momento me habría causado gracia. Pude ver que hizo una leve pausa, y fue cuando noté que había cambiado su postura a recostarse.

-. Unos chicos que recordé de tus entrenamientos se me acercaron y lanzaron algunos comentarios burlones sobre si por fin me habías dejado ir a alguna fiesta de Cooper. Yo les dije que tú no me prohibías nada, y fue cuando dijeron que si era así, entonces me habría problema con que bebiera.- cerró los ojos por unos segundos, soltando un largo suspiro.- Yo quise hacerme la interesante, y como ya había bebido algunas veces con Evans, acepté sus bebidas. Me bebí dos shots de tequila y luego me dejaron con una cerveza. Al estar ya algo mareada decidí que era mejor mantenerme en movimiento, y fui un rato a bailar. Fue cuando Cooper se acercó a mí.

Pude ver que su mirada, la cual había estado todo el rato sobre mí para ver mis reacciones, ahora había bajado al suelo.

-. El me emborrachó hasta tal punto en el que accedí a probar de su cigarro. Aquello no me hizo efecto alguno, y al estar ebria y decepcionada, le dije que intentara de nuevo. Fue cuando conocí lo que era la LSD.

Casi me atraganto con mi propio aire al oírla. ¿LSD? ¿Aquel idiota se había saltado la cocaína para ir a una de las más adictivas drogas? Joder, el golpe que le daré cada vez se visualiza más sangriento en mi mente.

-. ¿Te metiste droga química a la primera probada?.- articulé como pude, aún anonadado. Kayler agachó aún más su cabeza, asintiendo.

Pude ver que había más historia, pero ya me había dicho lo que me interesaba, y el resto se lo dejaría a Evans, o al psicólogo que la trate cuando la convenza de ir a uno.

Fɪɴɢɪᴇɴᴅᴏ sᴇʀ ɴᴏʀᴍᴀʟ.® (Wattys 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora