"Escritor Nocturno"

capítulo 4

Capítulo 4.
Dos corazones que se unen.

-¡NEJI¡- exclamaba una castaña mientras entraba al aula. - ¡BUENOS DÍAS! - y una sonrisa sonrojada en su rostro se formaba, camino hasta la mesa donde se encontraba su compañero y puso sus manos en ella.

-Buenos días Tenten- contesto Neji un tanto feliz, pero también algo sorprendió por la actitud de la chica, si bien era alegre hoy se veía el triple de alegré- ¿Qué sucedió hoy? Te vez... más feliz de la normal-

Tenten solo rio y colo sus manos sobre sus caderas y dijo -Veras, el sábado es una fecha muy importante para todos nosotros y aún seguimos viniendo a la academia como su fueramos a tomar clases todavía...- el chico la miraba con cierta confusión desde su asiento. - Así que, tengo planeado hacer un par de cosas antes de graduarme, y tú vendrás conmigo.- esto último lo dijo señalando al chico que tenía al frente.

—solo espero que no sea nada malo — dijo Neji llevando una de sus manos a su frente, era imposible para el negarse ante las peticiones de su compañera, pues ella encontraba la manera de hacer cambiar de opinión, así le rogara por un año, nunca se daría por vencida hasta conseguir lo que ella quisiera.

La peque Tenten solo le regalo una sonrisa maliciosa y continúo caminado hasta lugar de estudio, Neji solo podía pensar en las posibles acciones de su compañera un poco preocupado, pues era muy espontánea y siempre lo sorprendía con sus acciones tan atravancadas.

La clase había comenzado y los niños estaban atentos a la clase, a excepción de cierto castaño que mira con ojos bien abiertos a su compañera concentrada en el pizarrón, hasta el momento en el que ella sintió una mirada muy familiar y volteo a verlo chocando sus miradas provocando que sus ojos se vieran unos a otros y que sus mejillas se pintarán de un color carmín, ambos eran unos niños, pero a esa edad empezaban a conocer tan bello sentimiento, teniendo en cuenta que sus sentimientos son tan puros y desinteresados como debería ser el amor, esa mirada, ese sonrojo en ambos, esa sonrisa boba que tienen los enamorados, incluso ese pestañeo con lentitud, hace ver qué nuestros protagonistas sean los más afortunados, pues en la vida real no se tiene la misma suerte para encontrar a nuestra alma gemela cayendo de un árbol. Aquel chico de la mirada aperlada miraba detenidamente a su compañera que hacía lo mismo con aquellos ojos profundos de color marrón. Una voz lo llamaba, pero está a su vez era ignorada.

—¡Neji!— exclamó su sensei.

Neji por fin salió de tan bellos pensamientos, y puso nuevamente atención al hombre que se encontraba frente a ellos diciendo — ¡¿Que ocurre sensei?!—

—te llame por tu nombre tres veces, veo que estás un tanto distraído, ¿A qué se deberá?— cuestionó viendo al chico con una mirada burlona para después voltear a ver a Tenten.

El chico sabía perfectamente lo que trataba de decir su maestro, pero Neji solo evito la situación aclarando su garganta para llamar la atención de su sensei — Disculpe profesor, no volverá a pasar— menciono un Neji sonrojado con una mano hecha un puño sobre su boca y los ojos cerrados.

— Bien retomemos la clase... Neji continúa la lectura de la página ciento cincuenta y uno...—

El tiempo pasó y la hora del almuerzo llegó, Tenten estaba emocionada por lo que estaba planeado hacer y Neji solo la miraba con algo de confusión, pues no tenía idea de lo que estaban apunto de hacer.