"Escritor Nocturno"

Capítulo 1

Capítulo 1
Cómo Inicia el Amor

Después de la muerte de su padre, su corazón se oscureció y dentro de él, el odio por la rama primaria de su clan creció.
Vivía en un mundo de tristeza y soledad, y su único amigo era el odio hacia su clan.

Pero un día todo cambio, su entrenamiento ya había terminado y estaba camino a casa, dentro del bosque se encontró con una niña de su edad, a decir verdad ya la había visto en la academia, pero nunca le había tomado tanta importancia, se quedó observando por unos minutos a la pequeña de cabellos castaños, se encontraba intentado subir a un árbol, pero las veces que lo intento fallo y una tras otra vez calló, Neji se preguntaba porque no sé rendía, el estaba seguro de que no lo lograría así que decidió seguir su camino y para su sorpresa, no había dado ni cinco pasos cuando escucho el grito triunfante de su compañera, volvió a mirar hacia la pequeña niña y la miro sentada en la rama de un árbol, tenía que aceptar que se equivocó así que decidió ir a felicitarla por su esfuerzo.

- Creí que nunca lo lograrías - se escuchó de entre los árboles.

-¿Pero qué...?- la chica bruscamente se giró en busca de la voz, pero está solo la desconcentro y de espaldas se calló.

El pequeño Hyuga se había dado cuenta de su error, en el una mueca de dolor se formó y lentamente se acercó a ella.

La niña se encontraba en el piso sobando su cadera y con los ojos aún cerrados por el dolor ella expreso...

- ¡Idiotaaa! ¿Sabes cuánto me había costado subir... a... ese... ar...bol?- al levantar su mirada se encontró con unos ojos color perla que al instante le provocaron un ligero rubor en sus mejillas, ignorando por completo la ayuda que aquel niño le ofrecía.

Neji se quedó inmóvil al toparse con los ojos de la castaña pues por alguna extraña razón su mirada le provocaba calidez en su alma, se sintió relajado, como si por un breve momento el mundo no existiera para el y solo viviera para poder admirar tan hermosos ojos, otras chicas tenían los ojos verdes y azules, pero a pesar de sus ojos ser de un color común, se volvieron únicos para el chico. Cuando salió de sus pensamientos se dió cuenta del pequeño color rosado de las mejillas de la niña que estaba en el suelo.

- Lo siento mucho - retiro su mano para luego mover su cuerpo en forma de disculpa - no era mi intención asustarte- volvió a estirar su mano para ayudarla a ponerse de pie - vamos, toma mi mano, te ayudo a levantarte.-

Acto seguido, la chica le dió su mano y acepto la ayuda que el pequeño Neji le ofreció, pero aún seguía admirando tan peculiares ojos. Al momento de levantarse la distancia entre ellos se acortó quedando parados frente a frente, hasta que ambos se percataron de la situación y desviaron sus miradas con un liguero sonrojo en ellas, dieron un paso a tras pero sin que sus manos se soltaran.

La pequeña niña intento quitar su mano pero inconscientemente Neji solo la apretó para que no se soltaran, a pesar de ser solo un niño se dió cuenta que el roce de su piel con la de ella le daba paz y tranquilidad, además de llegar a sentir un sentimiento muy familiar.

- ¿Sabes...? Necesito mi mano - exclamó la castaña con una sonrisa muy alegre en su rostro.

Neji de inmediato reaccionó y por fin soltó su mano, aún con el rubor en su rostro.

- perdón nuevamente- dijo el pequeño de ojos aperlados.

- no tienes porque disculparte, no sabías que reaccionaria de esa manera a tal punto que caería del árbol- dijo con una sonrisa ligera - a no ser qué lo hayas hecho al propósito - lo dijo con una mirada amenazante encarando al chico y poniéndose a su altura.