Destinó

Capítulo 4

Xiao estaba terminando su sección de fotos para la publicidad de los hoteles para entregarles a su jefe, Yibo lo miraba desde una cámara que pusieron en su oficina para observarlo. El admiraba la belleza de Xiao quería ternelos entre sus brazos que incluso lo imagino en la cama. Pero para poder estar con el tenía que ganar su confianza y su amistad.

Jun revisaba las oficinas de publicidad para ver cómo iban con el trabajo hasta que sus ojos se detuvieron a mirar a un chico blanco consulta ojos oscuros y labios rosados que resaltaba desde su rostro y era Zhe Jan, se había distraído un poco a pesar que estaba en el trabajo pero no podía dejar de mirarlos hasta que Han lo miro y lo saludo desde lejos y Jun no quedo atrás e hizo lo mismo.

Han sentía como la mirada de Gong Jun lo observaba desde lejos a pesar que solo pasaba a ver a los empleados.

Cómo desearía estar a su lado abrazando ese cuerpo y besar esos labios carnosos–   pensaba Han.

Y eso era lo que Jun quería hacer justo en ese momento al verlo, pero el tenía la mente fría ante de comenté cualquier locura por tener a Han en sus brazos.

Xiao se fue a entregar a su jefe el trabajo que había terminado, – señor ya terminó lo que me había encargado – dijo Zhan; su jefe le recibe en manos y le pide un favor.

Xiao por favor podría llevar esto a la oficina principal, es para que el señor Yibo lo revise para ver si está todo en orden– dijo su jefe.

Al escuchar Zhan se puso nervios por una parte no quería ir pero era su trabajo así que se armo de valor y fue a verlo. Xiao le gustaba mucho a Yibo pero las veces que el lo encontraba a veces quería lanzarse a sus brazos suerte que Han lo agarraba para que no cometiera ninguna locura.

Estaba en el ascensor la oficina de Yibo era el último piso junto con la de su Gege Jun, al llegar vio la secretaria le pregunto – que necesita? – Xiao respondes –  vengo de la oficina de fotos mi jefe me encargo entregarle estos papeles al señor Yibo – la secretaria asiente y lo deja entrar a la oficina de su jefe.

Al entrar era grande tenía una mesa al costado rodeado de sillones de primera marca y frente estaba Yibo terminando de firmar unos papeles, el mismo levanto la cabeza y lo saludo – Hola Xiao en que te ayudo? – responde – Hola joven Yibo mi jefe me dió estos papeles para que lo revise – al escuchar decir joven de la boca de Zhan, Yibo se estaba riendo a como se refería a el – Xiao no es necesario que me hables con tanta formalidad si ya nos conocemos – Xiao asintió.

Le entrego los papeles para que lo vea y se estaba por retirar hasta que Yibo lo hablo – espera unos minutos termino de revisarlo y te los entrego para que se lo lleves a tu jefe encargado está bien – está bien – dijo Xiao.

Zhan al sentirse justo en frente de Yibo estaba nervioso no dejaba de temblar al mirar a esa hermosura de hombre en frente suyo, quería desmayarse no dejaba de mirar esos labios que relamia el mismo.

Xiao soñaba besar esos labios como los lamía, rozaba contra los suyos lo excitaba ese sueño estaba sintiendo su cuerpo caliente, hasta que escucho una voz que lo hizo reaccionar al instante y era la persona con quién soñaba que haría todo eso. Yibo lo veía nervioso que le dió la carpeta con los papeles a Zhan y se quería ir.

Pero Yibo reacciono más rápido que Xiao y lo acorraló contra la pared, se había dado cuenta como estaba reaccionando, que Yibo no se quedó atrás sentía la respiración de Zhan agitándose cuando estaba tan cerca de el que el otro también estaba volviéndose loco al tenerlo en sus brazos.

Zhan quería abrazarlo y besarlo esos labios lo tenía en frente suyo como rozaban su nariz con la de el.

Ambos estaban por demás excitados que por un instante casi se besan hasta que tocaron la puerta se separó que Yibo abrió la puerta y era Jun, Xiao hizo una reverencia y salió rápido.

Y Yibo lo miraba a su Gege por haber tocado la puerta y haber interrumpido ese momento que estaba con el chico que el deseaba.

Jun se había dado cuenta que le dijo – no me comas vivo con esa mirada por qué si hubiera sabido que el estaba en tu oficina no había interferido– y Yibo le contesta – que gran hermano tengo –  con una sonrisa fingida y dicho cn mala gana.