•La bellezza del peccato•
¿La vida alguna vez había sido sencilla?
Las cosas en la vida del pelinegro no iban del todo mal, tenía un trabajo estable donde ganaba lo suficiente como para comer decente, un amigo que lo apoyaba y un perro que movía su cola cada vez que llegaba a su nada ostentoso hogar. No podía decir que su realidad era compleja, sin embargo, las deudas comenzaban a alcanzar a Jungkook y poco a poco se salían de sus manos, sus padres divorciados habían olvidado que tenían un hijo y vivían cada uno como deseaban con sus otras familias dejando a su primogénito a la deriva.
El dinero que la fotografía le dejaba ya no era suficiente, necesitaba más y sabía perfectamente donde obtenerlo, sin embargo, luego de un largo camino de buenas decisiones que el azabache había tomado, cometió un error fatal.
—¡Jeon, ven aquí! El señorito "no me importa nadie y soy el mejor del mundo" quiere irse pero aún falta la fotografía de las muestras de joyería en oro, sabes que solo acepta trabajar contigo así que apresúrate antes de que queme el bendito lugar—Susurró el supervisor del estudio al oído del menor fijando su mirada en el joven rubio vistiendo un elegante traje rojo que esperaba sentado sin expresión alguna bebiendo chocolate caliente, si Jungkook buscara una sola palabra para describir a ese hermoso hombre sería definitivamente "indiferencia", llevaban trabajando juntos poco más de tres años y el joven modelo no le había sonreído ni siquiera una vez, en sus ojos se ocultaba el misterio más profundo que Jeon había presenciado a lo largo de su vida, era como si una capa de oscuridad no dejara ver el interior de aquel muchacho, era intrigante.
El pelinegro tomó la cámara que estaba sobre la mesa redonda y se dirigió cauteloso hasta el hombre de dorados cabellos, sabía que asustarlo no sería bueno, por un descuido de uno de sus compañeros que había hablado sin avisar muy fuerte tras del modelo asustándolo, había tenido que trabajar horas extra un mes entero y claro que no quería repetir aquella experiencia.
—Lamento la tardanza, señor Kim, había un poco de tránsito desde el lugar donde tuve que ir a buscar los focos que necesitábamos—Musitó el menor de forma seria logrando que Kim girara observándolo con desdén, joder, Kim Taehyung era tan malditamente bello pero tan poco agradable, el pelinegro no podía decir que le gustaba el mayor, simplemente se sentía levemente atraído por su magnífica apariencia, ¿Y quien no? El rubio era precioso, magnífico...—...sublíme...—
El moreno levantó una ceja confundido, ese niño era muy raro, cada vez que lo veía balbuceaba cosas extrañas y juraba ver saliva caer por las comisuras de sus labios, para el modelo aquel particular ser era un tanto, adorable, era la única razón por la que no había pedido que lo reemplazaran por otro retratista aún y por lo que solo aceptaba ser fotografíado por Jeon, ninguna otra persona tendría el talento de captar su perfecta esencia, ninguna otra persona era Jeon Jungkook.
—Como sea, espero no tardar mucho, estoy harto de esperar, quiero ir a casa—Gruñó Kim con un deje de enojo en sus palabras, ese era el defecto más grande que el pelinegro lograba identificar en el modelo y la principal razón por la que no podía afirmar que le gustaba aquel moreno, era tan frío y gruñón, parecía un niño en el cuerpo de un guapo y exitoso adulto, un niño bastante malcriado—¿Vas a seguir babeando o te darás prisa, mocoso? Mi tiempo es oro y dudo que tengas lo suficiente como para comprarlo—Los largos dedos del mayor tomaron con sutileza el mentón del fotógrafo levantando su rostro, lo que más brillaba en esos grandes y redondos ojos era inocencia, parecía como si el alma del menor fuera tan pura que resplandecía, "Tan distinto a mí" pensaba el modelo dejando salir una casi imperceptible sonrisa, la primera que el de hebras color carbón había visto de parte del mayor en años.
Al darse cuenta de lo que ocurría y de la tensión que tomaba posesión del lugar poco a poco, el rubio soltó la barbilla del contrario de forma ruda dejando salir un bufido de frustración, no podía ser tan idiota, ser transparente no estaba dentro de lo que podía ser, no era algo que una persona como él pudiera permitirse, después de todo, nadie sabía que era lo que ocultaban las puertas de su corazón.
«Y jamás permitiría que alguien lo descubriera»
Las horas habían pasado lentas y la noche había llegado, agotado Kook se lanzó al descompuesto sofá con cartas de cobros en las manos, debía las cuentas de prácticamente todo, agua, luz, el depósito de su pequeño departamento y las pocas cosas que compraba cada mes, necesitaba dinero, ¿Pero de dónde saldría?
No tenía tiempo para conseguir un trabajo de medio tiempo, su hogar era un chiquero por lo que conseguir un inquilino estaba descartado, lo único que le quedaba era algo que a lo que el pelinegro se negaba a recurrir, el crimen.—Tigre gruñón—
"La próxima vez que me hagas
esperar así, haré que te
despidan, te soporto porque tomas
buenas fotografías, pero estás
agotando mi paciencia, Jeon."
(22:30 ✓✓)"Lo siento mucho, señor Kim,
no se repetirá"
(22: 32 ✓)Su teléfono había sonado de repente arrancándolo de su subconsciente pesimista que le decía que solo podría ganar dinero haciendo de stripper en algún bar de mala muerte, pero, en cuanto el mensaje llegó, una oleada de ira y frustración llenó el interior de Jeon liberando una faceta que ni siquiera él conocía, ¿Acaso a un millonario arrogante y excéntrico como Kim Taehyung le harían falta un par de millones?
—Tiene dinero de sobra, un poco más, un poco menos, dudo que le importe—Se dijo a sí mismo susurrando en un intento de que ni siquiera el aire oyera lo que salía por sus labios, quizás el mayor jamás se enteraría de quién había entrado a su hogar a llevarse unas cuantas cosas, sin embargo el solo saber que podía tomar venganza por todos esos mensajes tan poco empáticos que llegaban noche tras noche a su teléfono estresando su agobiada mente, lo llenaba de una malvada y quizás no acertada paz.—Tal vez Hobi quiera venir, dudo que le venga mal un ingreso extra luego de gastarlo todo en su boda express—Una risa escapó de sus labios ante el recuerdo del matrimonio fallido de su mejor amigo, no había durado ni siquiera un mes cuando ya quería el divorcio, definitivamente las relaciones no eran su zona de confort.
«—Prepárate, Kim, porque esta noche voy a ponerte en tu lugar—»
Sin embargo, Jungkook no sabía con quién se estaba involucrando y de forma inconsciente, caería directamente en la trampa que el más vil felino tenía preparada para él.
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𝐂𝐨𝐧𝐬𝐢𝐠𝐥𝐢𝐞𝐫𝐞 | ᴷᵒᵒᵏⱽ [+18]
FanfictionDetrás de la más hermosa y angelical máscara es capaz de esconderse el más vil de los demonios. Jungkook no era más que un fotógrafo que buscaba ganarse la vida día a día trabajando con reconocidos modelos y grandes estrellas, entre ellos, Kim Taehy...