«Capítulo 7»

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Occhi di giada•

La habitación del ojiverde estaba totalmente llena de los lascivos sonidos de sus labios devorando los de Jeon y de los constantes y desesperados jadeos de este

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La habitación del ojiverde estaba totalmente llena de los lascivos sonidos de sus labios devorando los de Jeon y de los constantes y desesperados jadeos de este. No sabían en que momento había ocurrido ni de qué forma habían llegado hasta esa posición, pero Kim se había lanzado hacia el menor como si de un tigre y un ciervo se tratara apresándolo bajo sus trabajados brazos. Su deseo por el pelinegro crecía más y más a medida que los minutos pasaban, con cada prenda que era quitada se sentía más extasiado y ansioso por profanar cada parte de esa piel perfecta y pura, por desatar el caos en el interior de aquel ángel.

—¿Solo unos cuantos besos y ya estás como roca, Jeon? Creo que te subestimé, pensé que te pondrías nervioso y te irías, pero mírate, tendido en mi cama lleno de la adictiva esencia del sexo—La voz de Taehyung salía de sus labios en constantes gruñidos cubiertos en excitación, quería más, necesitaba más.—Espero que te quede claro que esto no irá más allá, te acepté como consigliere solamente, odio estar atado a las personas—Mentira, era una vil mentira y Taehyung lo tenía más que claro, pero Jungkook no lo sabía y no existía forma alguna de que lo descubriera.

O al menos eso quería creer

Los ojos marrones del menor se fijaron fogosos en los verdes de Kim a medida que el modelo le quitaba la camiseta negra que traía puesta, dejando su piel pálida y suave totalmente expuesta a las mordidas y besos que el moreno le daba.

Las sensaciones que Taehyung le transmitía con su boca eran simplemente adictivas, lo húmedo de su lengua recorriendo cada pliegue de sus músculos, sus dientes traviesos apretando suavemente su piel, y aún peor eran esas manos descaradas que recorrían su abdomem tocando todo lo que había a su paso. Kim Taehyung estaba haciendo de él un desastre y por más que para Jungkook fuera confuso el cambio tan veloz de la tristeza del ambiente a uno tan jodidamente caliente, no se quejaba, podía estar siendo utilizado de juguete sexual y lo tenía más que claro, sin embargo no le afectaba ya que si algo había aprendido durante el tiempo que llevaba con el verdadero Taehyung, con Vante, era que se negaba a recibir cualquier muestra de cariño o compasión, huía del afecto, huía del amor.

—¿Q-qué haces?—Preguntó el azabache sintiendo sus mejillas enrojecer en cuanto el mafioso bajó sus pantalones quitándolos de un tirón, era tan vergonzoso.

—¿Pretendes que lo hagamos con ropa, mocoso? No quiero que tus fluidos queden en mis prendas, es desagradable—Respondió Kim levantándose a la vez que sacaba su camiseta por sobre sus hombros lanzándola lejos.—En cualquier otra ocasión sería compasivo y te premiaría por ser tan buen chico, pero no estoy de humor, ven aquí y muéstrame que puedes hacer con esos lindos labios, Jeonnie—Exigió el ojiverde bajando levemente los shorts de entrenamiento de color gris que llevaba, no podía admitir que la razón por la que no aguantaba otro segundo sin sentir la boca de su fotógrafo envolviendo lo que fuera de su persona era que la calentura comenzaba a cegarlo, no podía aceptar que un mocoso virgen como Jeon lo era lo tenía de esa forma, era simplemente humillante para el ego de Kim.

𝐂𝐨𝐧𝐬𝐢𝐠𝐥𝐢𝐞𝐫𝐞 | ᴷᵒᵒᵏⱽ  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora