•Smeraldi scintillanti•
Jungkook no sabía que tan lejos había ido, su mente se había perdido repitiendo las desagradables escenas que acaba de presenciar dejándolo sin la capacidad de ver por dónde iba. Había pasado por alto a los hombres de Taehyung que esperan fuera de la pocilga donde estaban, había pasado por alto el cadáver ensangrentado del hombre que había recibido un disparo del mafioso al atacarlo, toda la suciedad y mugre se había perdido, estaba solo en un callejón oscuro iluminado únicamente por la luna que se escondía tímida tras las nubes y por las estrellas que brillaban solitarias y hermosas gracias a la poca y casi nula iluminación del lugar.
Jeon no sabía que sentía en ese momento, asco, miedo, tristeza, quizás incluso en cierto grado decepción; la idea que tenía de Kim en su cabeza era tan perfecta que aún no lograba relacionar bien la imagen de ese hombre tan cruel con la del hombre insensible y frío que jamás le sonreía.
Y con ese pensamiento en su mente, lágrimas comenzaron a caer una tras otra por sus mejillas mojando de un salado fluido su piel, sus rodillas comenzaron a doblarse hasta que quedó sentado en el suelo llorando abrazando sus rodillas en la estrecha esquina de aquel callejón, si alguien le hubiera dicho que por un arranque de impulsividad las cosas iban a ser de esa forma, hubiera preferido ser echado de su departamento sin nada de dinero en las manos.-Detesto a los llorones, mocoso-La voz calmada y grave de Tae interrumpió su intenso llanto logrando que el azabache levantara su mirada observándolo con el labio tembloroso.
Kim caminaba hasta a él con una expresión extrañamente tranquila, se veía distinto, ¿Cómo pasaba de ser un mafioso desquiciado que se reía por haber matado a un hombre a ser ese hombre tan jodidamente guapo de rostro sereno?
Jungkook no lo sabía a ciencia cierta, pero lo confundía.Pestañeando giró notando como el rubio se sentaba a su lado suspirando antes de tomar su cabeza y apoyarla en su hombro dando suaves caricias en su cabello, caricias que lograron detener su llanto, ¿Qué estaba sucediendo?
-Lo siento, no quise asustarte-Susurró Taehyung sin dejar de acariciar los cabellos negros del fotógrafo, disculparse lastimaba su orgullo más de lo que creía, sin embargo lo que JiMin había dicho era cierto, dejando salir su naturaleza fiera solo lograría que su pequeña y linda presa huyera de él, aunque muy en el fondo, era el mismo Kim el que deseaba dejar de asustar al menor, quería ver brillar las estrellas en los ojos de ese mocoso tan impertinente, por más que no quisiera aceptarlo.
-Puedes irte ahora, no te detendré, lleva contigo a Jung, encontraré a alguien más que ocupe el puesto-Musitó Kim suspirando tratando de alejar la mano que acariciaba las hebras color carbón del menor, siendo detenido por el agarre de este.-¿Qué pasa?¿No quieres irte, Jeon?-
Definitivamente esa acción lo había tomado por sorpresa, hace tan solo unos segundos el fotógrafo lloraba como una magdalena por su culpa y luego lo observaba de esa forma tan particular, si alguien le hubiera dicho a Kim que para crear a Jeon Jungkook robaron todas las estrellas de la noche para ponerlas en su mirar, le hubiera creído, y es que joder, esos ojos tan inocentes y puros resplandecían más de lo que era normal para el gusto del mafioso, ¿Por qué ese niño tenía que ser tan malditamente tierno?
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𝐂𝐨𝐧𝐬𝐢𝐠𝐥𝐢𝐞𝐫𝐞 | ᴷᵒᵒᵏⱽ [+18]
FanfictionDetrás de la más hermosa y angelical máscara es capaz de esconderse el más vil de los demonios. Jungkook no era más que un fotógrafo que buscaba ganarse la vida día a día trabajando con reconocidos modelos y grandes estrellas, entre ellos, Kim Taehy...