𝐂𝐨𝐧𝐬𝐢𝐠𝐥𝐢𝐞𝐫𝐞 | ᴷᵒᵒᵏⱽ [+18]

«Capítulo 11»

•Il dolore del re•

El comportamiento de Taehyung iba más allá de su comprensión, se veía como si aquella declaración realmente le hubiera afectado, no era disgusto lo que reflejaba su mirada, sino un gran dolor y culpa. Jungkook no lograba entender que sucedía por más que se esforzaba, mucho menos cuando el rubio comenzó a caminar rápidamente en dirección contraria a él, huyendo de su presencia como si de una plaga se tratara.

-¡Tae espera! Por favor, espera-Pidió el fotógrafo tomando la mano del mayor en cuanto logró alcanzarlo.-¿Qué es lo que sucede?¿Por qué estás así?-Preguntó notando los ojos llorosos del que en su cabeza era un impenetrable chaleco antibalas, muchas veces se había preguntado incluso si acaso Kim tenía corazón por lo frío que se mostraba, pero en aquel momento se veía tan frágil, tan triste y tan...solitario.

Sus ojos verdes aún cubiertos por los lentes de contacto estaban cristalinos y su labio inferior se había abultado aguantando el llanto que Taehyung se negaba a dejar salir poniendo como pretexto que no era débil, que era un hombre de piedra que podría aguantar lo que fuera, incluso los recuerdos que ante la confesión de su mocoso habían comenzado a llegar hasta su mente sin ningún control, recuerdos de su prometido, recuerdos de cada situación que habían vivido juntos, pero más doloroso aún, recuerdos de la última vez que lo vió a los ojos antes de observarlo morir atravesado por tres balas que habían surgido de su propia arma.

-No lo entenderías, Jeon, ya déjame, enviaré a alguien por ti, así que déjame tranquilo-Susurró el mayor en voz baja incrementando lo increíblemente grave que ya se escuchaba, cada sonido que salía de su boca parecía ser un grito de auxilio, un grito silencioso y oculto que quería que pasara desapercibido para Jungkook, pero que a la vez ansiaba que oyera y resolviera con su dulce mirada y sonrisa ingenua.-¿Qué haces, niño?-

Una de las manos del menor se enredó en la cintura del ojiverde mientras la otra acariciaba suavemente su rostro, como si en cualquier momento esa piel morena tan bella que su jefe poseía se pudiera romper. Jungkook no sabía realmente que era lo que sucedía en la mente del moreno, después de todo parecía como si una capa de oscuridad le impidiera ir más allá, únicamente notaba la tristeza en la mirada del hombre que podía afirmar libremente, le gustaba.

-Sé que no soy quien más te conoce y quizás por eso piensas que no entenderé, Tae, pero ansío hacerlo. Me gustas de verdad y si me lo preguntas, ni siquiera yo entiendo como ni porqué-Declaró el pelinegro esbozando una sonrisa avergonzada que iluminó su rostro, podría pensarse que aquel sentimiento que guardaba su pecho por Taehyung era una locura, pero, ¿Quién se resistiría a ese precioso ser?-No puedo entenderte si no tratas de explicarte y siendo sincero, ambos sabemos que hablar no es lo que más haces, eres bastante reservado y aguantas cualquier cosa que te suceda en silencio, te conozco hace tres años, al menos eso puedo asegurar que lo sé-Continuó sin soltar al modelo que no había dejado de "luchar" en ningún momento, y es que Jungkook tenía más que claro que sí de verdad hubiera querido liberarse ya estaría en el suelo noqueado.